Todo Fue un Juego ¥Mario Bautista¥ ||Hot||

Capítulo 14

El decanso terminó, mientras tanto Cameron no se separo nisiquiera un segundo de mi, tal vez había cometido un gran error al besarlo; sobre Mario no supe más, la clase de literatura llegó, ahí debia estar él pues nos tocaba juntos. Entre y mire en busca de su presencia, ¿No estaba ahí? Mierda mi maldita idea de provocarle celos con Cameron se había salido de control, me senté, trataba de consentrarme en lo que la maestra explicaba pero no podia prestar ni un poco de atención.

-- Bien chicos, la clase acabó, mañana habrá un pequeño exámen de repaso, estudien -¿mi día podia ir peor? No, era preferible que la tierra me tragase.

Salí del salón, estaba desesperada, lo único que quería era golpear mi cabeza contra la pared una y otra vez hasta quedar inconsciente y cuando despertará haber olvidado todo.

-- Hey -una voz atrajo mi atención- ¿necesitas ayuda? No prestaste atención y mañana habrá repaso -¿Owen?

-- ¿En serio puedes ayudarme? -pregunté un poco aliviada.

-- Por su puesto, todo es muy secillo -sonrió.

-- Agh, encerio gracias, es lo mejor que alguien pude hacer por mi hoy.

-- Podemos ir a la biblioteca al salir de clases ¿te parece?.

-- Excelente -lo abracé y le di un beso rápido en la mejilla para después marcharme.

Ah, Owen me había quitado un gran peso de encima, pero aun me sentia deseperada y preocupada. Revisé mi horario, seguía filosofía, uff estaría con Cameron.
Las clases pasaron rápido, al menos en estas últimas pude poner un poco más de atención.

-- ¿Nos vamos? -preguntó Cameron.

-- Lo siento Cam, iré a estudiar a la bibleoteca con un amigo.

-- ¿Quieres que te acompañé?

-- Yo puedo ir sola, es más ahí esta mi amigo -a punte a Owen- ¿Puedes decirle eso a mamá? Más tarde regresare a casa.

-- ¿Segura? -asenti -bien.

Fui con Owen a la biblioteca, en verdad que era sencillo.

-- Ah, ahora entindo, gracias en verdad Owen -le sonreí.

-- Quería preguntarte sí sigue en pie lo de ir al cine juntos.

-- Claro, ¿podría ser el jueves?, ahora estoy muy ocupada.

-- Bien, el jueves.

-- Adiós y gracias -le di un beso en la mejilla y salí de ahí.

Caminé un poco, en realidad tenía miedo, estaba obscuro solo iluminaba una lámpara un poco opaca.

Me disponía a cruzar, cuando unos brazos me hicieron retroceder.

-- ¡Sueltame! -mi corazón se aceleró.

-- Tranquila -su voz la reconocí enseguida- ¿tus padres no te dijieron que antes de cruzar tienes que mirar a ambos lados?

-- ¿Mau? -lo miré por unos segundos- para después aferrarme a sus brazos- pense que algo malo te había sucedido.

-- Esoy bien hermosa -me sonrió.

-- ¿Por qué no fuiste?

-- No tenía ganas de ver el rostro de Mario todo madreado -reí.

-- ¿Mañana irás?

-- No lo sé -se mordió el labio inferior- dame un motivo.

-- Bien, si no vas ya no te voy a hablar -sonrió.