Todo Fue un Juego ¥Mario Bautista¥ ||Hot||

Capítulo 12

Entramos a la habitación y él comenzó a explorarla con la mirada.

-- ¿Qué tal? -pregunté mientras miraba su expresión.

-- Es linda -sonrió- pero no más linda que tú -volvió a mí con la misma sonrisa.

-- Gracias -sonreí, estaba un poco nerviosa, su presencia lo provocaba -bien, te dejo para que desenpaques -abri la puerta para salir de la habitación pero antes de que lo hiciera me tomo de la muñeca y me atrajo a su cuerpo.

-- No puedo creer que no me recuerdes -pasé saliva, sus labios estaban lo suficientemente cerca de los mios -Haber sí esto te recuerda algo -acercó más su rostro al mio.

-- ¿A que me recordaría? -musite.

-- A nuestro primer beso -colocó su mano en mi cintura, ¿primer beso, qué primer beso?... espera, espera ¿Dallas?

-- Chicos ¿les parece si pido pizza para cenar? -escuche la voz de mamá acercándose a dónde Cameron y yo nos encontrabamos, rápidamente nos separamos.

-- Si, esta bien -respondimos Dallas y yo al unísono.

-- Hija, deja a Cam tener privasidad -entró a la habitación.

-- Claro -salí de ese lugar y me dirigí a mi habitación.

Entré y me miré en el espejo de mi cuarto, ¿Cameron?, Cameron ¡Cameron!, ahora recordaba quién era él, corrí hacia mi escritorio y abrí una cajonera la cual tenía muchas fotos de mi cuando pequeña, y efectivamente ahí se encontraba él. Él era el chico con quien habia compartido toda mi infancia, creí que no lo volvería a ver, pero aquí esta, viviendo conmigo. Salí rapidamente de mi cuarto y lo vi bajando las escaleras sin pensarlo lo abracé.

-- ¡Te extrañé tanto! -él enseguida reaccionó y me abrazó- ¿Por qué te fuiste? Eres un tonto -reí.

-- No entiendo nada de lo que esta sucediendo -me miró.

-- Dallas, volviste, gracias por la mejor infancia -sonreí.

-- Gracias a ti, Hill -seguía abrazandome.

-- Chicos bajen, ya llego la pizza -dijo mi madre desde el primer piso.

Reimos y bajamos de inmediato.

-- Que sonrisas, me recuerdan cuando eran apenas unos niños -sonreí y dejo los platos en la mesa.

Empezamos a cenar, mientras charlabamos.

--... Y le dije esa es mi comida -solté una carcajada, las anécdotas de Dallas eran súper cómicas.

-- Por que no pruebas la preparatoria de _____, creo que es un buena opción -dijo mi mamá.

-- Si, esa es una grandiosa idea -mencioné mientras le tomaba un sorbo a mi jugo.

-- También me gusta la idea, así podriamos estar juntos más tiempo, como cuando niños -sonrió.

Continuamos un rato más con la charla, hasta que llegó la hora de dormir, me fui a mi habitación no sin antes:

-- Lindos sueños, Dallas.

-- Igual, Hill -dijo al otro extremo del pasillo.

Entré a mi habitación, me acosté en la cama y vino a mi mente varios recuerdos de Dallas y yo corriendo y jugando. Mi mente se despejó y quede profundamente dormida.

Me desperté gracias a mi alarma, la apagué y entre a la ducha, tome un pequeño baño y me puse lo más casual y cómodo que vi, baje las escaleras y me encontré a él y mi madre desayunando.

-- ¿Por qué no me esperaron? -sonreí y le di un beso en la mejilla a mi mamá y a Dallas.

-- Te esperamos pero tardaste demasiado y empezamos -dijo Dallas y me miró.

Empecé a desayunar mientras le platicaba un poco sobre la preparatoria. Terminamos, cepille mis dientes, me miré por ultima vez en el espejo y salí de la casa junto a Dallas.

-- Ese chico, él que estaba cuando llegué, ¿es tu novio? -preguntó mirando por donde caminaba.

-- Algo así -imite su acción.

-- Ah, y que tal ¿es buen chico?

-- Eso creo -sonreí como tonta - y tu ¿alguna chica? -sonrió y negó.

-- Después de que me fui de aquí, mantuve una relación con una chica llamada Karen pero solo duramos 5 meses.

-- ¿Y no hay alguna otra personita que te haga sentir mariposas en el estómago? -pregunté y golpee su hombro con el mio.

-- Si hay alguien, pero ella no me corresponde de la misma manera -pasó su mano por su nuca.

-- Tranquilo, creo que pronto se dará cuenta que se esta perdiendo de un gran hombre como tu -sonrió.

-- Gracias -colocó su brazo en mis hombros en forma de abrazo.

-- Para eso son los amigos ¿no es cierto? -trataba de animarlo.

-- ¿Amigos? -musito.

-- Eso somos, mejores amigos -apenas dije me encontré con Sarha.

-- Pensé que no vendrías -besó mi mejilla.

-- Se me hizo tarde -le sonreí.

-- ¿Y quién es este hermoso chico? -dijo en mi oido- No estabas con Mario, te digo, no me entero nada por tu parte todo lo descubro sola.

-- No... él, no es mi novio -lo miré, él fingia no escuchar la conversación.

-- ¿entonces? Preguntó Sarha.

-- Es mi mejor amigo de la infancia.

-- Oh, cuando dijiste que habías tenido un lindo chico como mejor amigo en la infancia no me imaginé a este ángel -reí ante su comentario.

-- Espera, Cameron -voltio a verme- ella es mi gran amiga, Sarha y Sarha él es mi amigo de la infancia Cameron -se estrecharon la mano mientras se miraban fijamente.

-- Bien, Dallas, vamos a ver que salones te tocarán -lo tomé de la muñeca y me dirigí con él a la oficina.

¿Por qué hice eso? No lo sé, fue un impulso. Esta bien si sé lo que sucedio, el señor "celos" me obligó.

En la oficina nos dieron el horario de Cameron, ¡genial! Estariamos juntos en Química y filosofía.

-- Este es tu salón -dije cuando vi el pequeño cartel que decía "Salón 7"

-- Nos vemos después -sonrió y entró.

Suspire y caminé en busca de Sarha, a la cual la había dejado sola por mis malditos celos de amiga, me detube y miré a mi alrededor y cuando menos lo esperaba un brazo me atrajo a sí...

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Hola bellezas, tenía mucho intentando escribir este capítulo, pero no me sentía conforme y lo borraba, hasta que la inspiración llegó a mi 😛

Voten y comenten.

Pregunta: ¿Quién es la persona que le hace sentir maripositas en el estómago a Cameron?

Adiós chicas hermosas, hasta la proxima 😚