Capítulo 31

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Desee tanto este momento, salí rápido del campus y me dispuse a caminar a casa de Mario.

-- ¿A dónde vas? -preguntó Cam detrás de mí.

-- Mmm... iré a casa de Mario - dije por lo bajo.

-- Bien, ¿quieres que te acompañe? -elevé una ceja, imaginé que su reacción sería diferente.

-- ¿Te sientes bien? -toqué su frente graciosa.

-- Estoy bien, sólo que estoy... ¿nerviomosionado? -dijo con una amplia sonrisa.

-- ¿Quisiste decir nervioso y al mismo tiempo emocionado -asintió.-- ¿Por qué?

-- Tendré una cita -hizo un gesto extraño.

-- ¿Y quién es la afortunada? -pregunté golpeando levemente su hombro.

-- Rebecca -mi expresión cambió.-- Es broma, es broma -rió.

-- Pensaba no volver hablarte -reí.

-- ¿Dejarías de hablarme por salir con ella? -preguntó haciéndose el ofendido.

-- Tenlo por seguro -sonreí falsamente.-- ¿Entonces?

-- Es una chica, humana. Pelo castaño, ojos color miel, tez blanca, labios rosados, pestañas largas y rizadas, y su nombre es Jennifer -sonrió como estúpido.

-- Felicidades, suerte -le sonreí.

-- Gracias -besó mi mejilla y continuó caminado.

Me encontraba frente a la puerta de Mario,  dudando en si debería o no hablar con él ahora. Pero quería estar cerca de él, lo extrañaba tanto, y más ahora que sabía que no me había mentido.

Entonces me decidí y presioné el timbre que estaba junto a la puerta.  El corazón se me aceleró y las piernas comenzaron a temblarme. Mario abrió la puerta, sólo llevaba unos pantalones para hacer ejercicio, no traía camisa, y estaba sudando.
No me resistí más y lo besé. Entrámos, cerró la puerta con su espalda y me llevó hasta el sofá, todo esto sin parar de besarnos.

-- ¿Qué significa esto? -dijo agitado mientras sonreía.

-- Que te extraño, que te deseo, quiero que me perdones por no creerte -mi respiración también estaba agitada.

-- Me vuelves loco -me besó de nuevo, esta vez se intensificó más.

Continuamos besándonos, enredé mis piernas en su cintura que provocaron que él soltara un gruñido. Me llevó hasta su recámara y me acostó. Mi cuerpo y el suyo ardían, nuestras respiraciones eran cada vez más aceleradas. Entonces me decidí a tomar el control, me giré quedando sobre él, comencé besando su torso hasta llegar a él elástico de su pants, mordí el elástico y volví a besarlo en los labios.

-- Me gusta cuando tomas el control -jadeo.

Le quité los estorbosos pantalones y sin pensarlo posee mi mano en su miembro.

-- Ah -gimió a mi contacto.

Comencé acariciar su miembro, gruñía mientras acariciaba mis muslos.

-- Podría venirme ahora -sonrió entre gruñidos.

Entonces me detuve.

-- ¿Te... te detuviste? -Mario sonrió.

-- Creo que sí -dije con voz de niña pequeña.

-- Te arrepentirás de haberlo hecho -sonrió y me colocó bajo su cuerpo.

-- Me gustaría verte intentándolo -dije desafiante.

Se deshizo de mi ropa, sólo dejándome en bragas. Me miró un momento y procedió a besarme mientras que con su mano comenzó a acariciar mi feminidad, me estremecí, sus dedos me proporcionaban tanto placer que estaba segura que me correría en cualquier momento.

-- Carajo -gimió Mario cuando por fin llegue al orgasmo.

Sin darme tiempo de recuperarme, bajó mis bragas y sus boxers. Y desprevenidamente me penetró. Hundí mis uñas en sus brazos, la sensación de tenerlo dentro de mí me hacía perder la cordura.

Entraba y salía de mi cada vez con más rápidez. Nuestros cuerpos conectaban perfectamente. Gotas de sudor adornaba su pelo. Sus ojos brillaban, sus mejillas estaban enrojecidas y la respiración agitada. Después de hundirse en mi varias veces, nuestros músculos comenzaron a tensarse al mismo tiempo y llegamos al clímax juntos.

-- ¿Ya dije que me vuelves loco? -habló cundo por fin se pudo hacerlo, su respiración aún era agitada.

-- No, jamás lo habías mencionado -acaricié su mejilla y lo besé.

-- Pues te lo diré, me vuelves loco _____ Hill, me haces sentir como nunca la había hecho. Lo que tengo contigo es único -besó mi nariz y se recostó aún lado mío.

-- Mi vida era patética, observándote todos los días a través de un casillero y cuando intentaba superarte, llegas con tu sonrisa perfecta y echas todos mis intentos a la basura -lo miré tímida.

-- ¿Me vigilabas? -preguntó gracioso.

-- Lo hacía, y ahora estoy aquí, en tu cama -respondí.

-- Me gusta que estés aquí -me acercó a él, gemí al contacto de su pene con mi muslo.

-- Me sentía terrible al verte con chicas -bajé la mirada.

-- No te pareces en nada a esas otras chicas, tú eres muy diferente a ellas. Eres lo quiero -acarició mi mejilla con su pulgas y juntó nuestras frentes - Te quiero -susurró.

Sentí que una chispa de alegría, tal vez no era la primera ni la última persona a la que se lo decía, pero me hacía sentir especial.

-- También te quiero -sonreí. Enredó sus brazos en mi cintura, coloqué mi cabeza en su pecho y me quedé perdidamente dormida mientras acariciaba mi espalda desnuda.

Holaaaa, este capítulo fue muy tierno.

Voten y comenten muchísimo.

Las iloviu 💜





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⏰ Last updated: Aug 07, 2018 ⏰

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 Todo Fue un Juego ¥Mario Bautista¥ ||Hot||Where stories live. Discover now