Capítulo 11

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Me desperté, aún seguía en los brazos de Mario, voltie y vi el reloj 7:30 volví a Mario el cual se veía super sexy dormido con el pelo alborotado. Me acerqué a sus labios con cuidado de no despertarlo y lo besé pero fallé en el intento de no despertarlo por que apenas y lo besé sentí que en sus labios se formaba una sonrisa.

-- ¿Así despiertas tu a las personas? -preguntó con la voz ronca y los ojos entré abiertos.

Reí ante su pregunta y simplemente asentí.

-- Me gusta que lo hagas -besó mi frente- pero solo conmigo, he -sonreí.

-- Obvio que solo contigo -empecé a acariciar su abdomen.

-- Sabes, ya descubrí que otra cosa me encanta -tomó mi mano y la entrelazo con la mía.

-- ¿Qué otra cosa? - pregunté mientras veía la escena de como las entrelazaba.

-- Despertar junto a ti, así abrazados, sin querernos soltar -no podía ser más lindo.

-- También me encantó hacerlo -levanté la mirada hacía su rostro- no quería decirlo... pero, te vez muy guapo -el sonrió y nuevamente besó mi frente.

-- Nada comparado con como te vez tú, uff, me ganas -río- menos mal que eres mía y que solo yo te puedo tocar.

-- ¿Ah sí? - pregunté pícara a lo cual Mario asintió.

-- Mia, mia, solo mia -pegó su cuerpo más al mio.

-- ¿Y los demás cómo lo sabrán? -eleve una ceja.

-- Por esto... -se acercó a mi cuello, podía sentir su pesada respiración en el, de pronto lo besó para después supcionar y dejar una marca sobre mi piel -ahora sabrán que eres mia -levantó la cabeza y besó mis labios.

-- Entonces... tu eres mio -separé un poco nuestros labios.

-- Lo soy -musito, sentía su aliento olor a menta sobre mi rostro; cambiamos de posición ahora yo estaba sobre él, desabotone un poco su camisa he hice lo mismo dejando también una marca -wow, apenas son las 7:30 de la mañanay ya me tienes bien parado -colocó sus manos sobre mi trasero.

-- Eso es un récord ¿no es cierto? -besé su nariz.

-- Lo es, dejame entregarte tu premio -dijo mientras desabrochaba el botón de su pantalón.

-- ¿Y es grande o pequeño? -Mario elevó la ceja con confusión- habló sobre el premio no pienses que otra cosa -Mario sonrió.

-- Es grande, no creo que quepa en tu vitrina -eramos buenos para usar el doble sentido.

-- Yo siempre hago que las cosas quepan -dije mientras empezaba a bajar su cremallera.

Cuando logré bajar su pantalón, se escucha el sonido de unas llaves intentando abrir.

-- ¡Mamá! Olvidé que mamá llegaba hoy -oh, genial había olvidado ese pequeño, gigante, detalle.

-- Oh, mierda, le diré a tu madre ¿por qué no se detubo a comprar comida para que su hija tuviera tiempo de jalarmela? -ambos reimo.

-- Bajemos rápido antes de que nos vea a los dos semi-desnudos en mi habitación -bajamos de prisa y Mario tomó su saco se lo colocó acomodó su camisa al igual que sus pantalones y se puso sus zapatos yo solo tuve que acomodar mi ropa y hacerme una coleta.

Ustedes se preguntarán ¿Cómo pudieron hacer todo eso sí tu madre ya estaba a punto de entrar? La respuesta es: mamá tiene un llavero el cual tiene demasiadas llaves (un llavero que tiene llaves 😒) y aún no se aprende cual es la que abre esta puerta así que antes de poder abrir intenta con cada una, listo ahora ya saben como lo hicimos.

Mario se sentó en el sofá, mientras yo estaba en la cocina haciendo el desayuno, ósea intentabamos disimular pero seamos realistas yo no cocino. Se escuchó la puerta abrirse y efectivamente era ella, la cual al mirarme en la cocina elevó una ceja.

-- ¿Tú, en la cocina? -Soltó una carcajada.

-- ¿Eso es lo primero que dices cuando ves a tu hija después de tres día sin verla?
-pregunté son una sonrisa.

-- Ven aquí -caminé hacía ella y la abracé.

-- ¿Y quién es este chico? -miró aun con una sonrisa a Mario- ¿es tu novio?, ¿ya tienes novio y no me contaste?

-- Mamá, el es Mario un amigo y Mario ella es mi madre, Myriam -él se puso de pie y estrecho la mano con mi madre.

-- Un gusto señora Myriam -dijo Mario Cortéz.

-- Igualmente -le sonrió- menos mal que no son novios por que te quiero presentar a Cameron, ven aquí Cam -un chico alto, pelo castaño, ojos marrones, super guapo 😏, entró por la puerta sin dejar de mirarme- él es Cameron, hijo de tu madrina él y tú eran grandes amigos de pequeños pero cuando tu madrina se fue a vivir a Estados Unidos se separaron y pues se va estar quedando unos meses con nosotras.

-- Eres tú, wow, cuanto haz crecido y cuanto haz cambiado -dijo y me sonrió el chico de hermosos ojos, aun así no lo recordaba -Soy Cameron ¿me recuerdas? -estiró su mano para que la estrechase.

-- Oh, yo soy _____ y pues a decir verdad no te recuerdo, tengo mala memoria -sonreí.

-- Creó que yo me iré, nos vemos después -Dijo Mario caminando hacía la puerta.

-- No te vayas aún -lo detube.

-- Creo que tienes que darle la bienvenida al chico inglés -dije y se fue, creo que se había molestado por este chico.

-- Hija, ¿qué te sucedió? -miró la marca que recientemente Mario me había hecho en el cuello.

-- Ah, esto, me picó un mosquito -lo cubri con mi mano.

-- Oh, bien bueno... pues Cameron bienvenido a casa, hija llevalo a su habitación, la de huéspedes -dijo y subió a su habitación.

-- Eso no es un piquete de mosquito, lo hizo él ¿no es verdad? -a punto a la puerta.

-- Agh, me descubriste, pero por favor no le digas a mi madre -le dedique una sonrisa.

-- Prometido -levantó su mano en seña de promesa.

-- Ahora vamos, te mostraré tu habitación -lo tomé de la muñeca y lo llevé a la habitación de huéspedes...

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Hola chicas, perdonen que el capítulo sea largo, pues ya esoy empezando a integrar personajes, pronto podrán ver el suyo, así que estén se pendientes.

También empezarán los capítulos hornys, el único problema es que me da, no sé, vergüenza.

Espero que les halla gustado el capítulo, hasta la proxima, adiós

 Todo Fue un Juego ¥Mario Bautista¥ ||Hot||Where stories live. Discover now