Capítulo 10

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-- Llegamos -me miró y se detubo frente a mi casa- adiós, perdona lo que sucedio, te quiero -se acercó para besarme.

-- Mario, quedate... por favor -me aleje un poco de él- puede sucederte algo.

-- No es necesario, puedo llegar a mi casa -se veía vastante mal.

-- Sabes, intento ayudarte y tu que haces... negarte -baje del auto un poco enfuresida.

-- ¿No me vas a dar un beso? -Preguntó, igualmente bajando del auto.

-- No, adiós -apenas iba a cerrar la puerta, pero él me detubo.

Empujó la puerta y envolvió ambos brazos en mi cintura, mientras cerraba la puerta con su espalda.

-- Dajame, Mario - intenté soltarme de su fuerte agarre pero era muy difícil.

-- Te vez hermosa enojada -musito en mi oido, mientras yo seguía intentando soltarme.

-- Mario, basta -mi voz bajó de volumen.

-- No voy a poder dormir sabiendo que estas enojada conmigo - quito una mano de su agarre y la colocó en mi mejilla.

-- Dejaría de estar enojada sí te quedarás -me rendi, su agarré era más fuerte que yo.

-- Bien, entonces me quedaré -sonrió y me besó desprevenidamente -ah, olvidaba que hasta sus besos eran perfectos.

Quitó la fuerza de su agarré y tomó mis piernas para envolverlas en su cintura, caminó hasta la orilla de un sofá y lentamente me recosto en el, seguía besandome, mientras yo acariciaba su abdomen por encima de la camisa, detubo el besó y se quito el saco, después subió sus manos por todos mis muslos, hasta que llegó al encaje de mi braga, de repente bajo mi falda y quito mi blusa cuando logró quitarmela volvió a mis labios, mientas yo desabrochaba los botones de su camisa para quitarla. Me desice de su camisa y sus pantalones, podía ver a su amiguito muy feliz cubierto por sus boxers de Calvin Klein, Mario bajó sus besos por todo mi cuello hasta mi vientre, la sensación que me proporcionaba era divina...

-- ¿Ya te estás curando? -pregunté y él levantó la mirada para verme.

-- Más que eso -sonrió.

Continuó besandome y acariciando mis piernas, de pronto Mario se detubo y me miró.

-- Esperemos -susurró- no puedes perder tu virginidad así. Tu primera vez tiene que ser especial, no en un sofá con un chavo con el cual apenas llevas unas horas de relacion y no estás segura de que lo quieres.

Era lo más maduro que habia escuchado de Mario pero también lo mas cierto, no podía dejar de ser virgen así.

-- Esoy muy segura de que te quiero, pero hay que esperar un poco a conocernos más.

Mario besó mi nariz y se puso de pie, se colocó su camisa y pantalones, mientras yo mi falda y blusa.

-- No quiero que te vallas -lo detuve.

-- No me iré -me besó.

Lo tomé de la mano y subimos a mi habitación, entramos y me senté en la cama mientras él exploraba mi habitación con la mirada.

-- Que hermosa eras de pequeña -tomó una foto mía de pequeña en sus manos- ahora lo eres más -sonrió y se lanzó a la cama.

-- Eres el primero hombre que está aquí -lo miré y lo golpie con una almohada.

-- Me encanta serlo -sonrió y me devolvió el golpe.

-- Asi que dormiras en el suelo-reí.

-- ¿Qué? ¿en el suelo? No -respondió chistoso- y si te convenzo de dormir en la cama.

-- ¿Cómo lo harás? -hice un gesto.

-- Con besos -me robó un besó, después otro y otro más- ¿te convencí?

-- Nop -negué, encerio pareciamos niños.

-- ¿y sí te cantó? Cambiarias de opinión.

-- Intententalo -eleve una ceja.

-- ¿Te parece acapella? -acenti- bien...

En mi sueños te encontraba, no queria despertar, poco a poco deje de creer que un dia te iba a conocer, no entendia los mutivos entre tanta gente soledad, un camino sin destino, sin más, justo a punto de perder la fé... cuando menos lo esperaba te encontré... tu eres lo que hacia falta en mí, eres lo que encontre y nunca pedí, sin ti a mi lado no podre seguir, tu sonríes y descubro un mundo nuevo, un mundo nuevo contigo puedo... oh, oh.

Oh por Dios, cantaba hermoso, que más se podía pedir... es el chico perfecto, ahora entendía que es lo que me había atraido de él, aparte de que es súper guapo.

-- ¿Y? ¿me puedo dormir en la cama contigo? -sonríe y un impulso me obligó a lanzarme sobre sus labios -Eso es un sí -sonrió con esos hermosos labios yo solo me limité a asentir -¿no me vas a decir nada?

-- ¿Que puedo decir?, me encanta tu voz -tomó una de mis manos y comenzo a jugar con ella.

-- Tu me encantas a mí -besó mi mano, mientras mis mejillas comenzaban a arder.

-- Me gusta cuando te sonrojas -con su otra mano acarició mi mejilla.

-- Mario -susurre y baje la mirada.

-- ¿Que sucede? -tomó mi barbilla para que lo mirará.

-- Nunca me había sentido así como me siento contigo -una sonrisa se creo en el rostro de Mario.

-- ¿Así como? -preguntó mientras yo recargaba mi cabeza en su hombro.

-- Querida, Protegida -colocó su mano al rededor de mis hombros y me miró.

-- Eso tenlo por seguro -tomó mis mejillas y beso mis labios tiernamente- ya vamos a acostarnos -se recortó en la cama yo hice lo mismo a lado de él y coloqué mi cabeza sobre su pecho mientras el acariciaba mi brazo con su mano.

Apagó la lámpara que iluminaba la habitación me abrazó y de pronto perdí la noción del tiempo quedando profundamente dormida en los brazos de Mario, cosa que nunca, ni en los más romotos sueños me había imaginado...

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Hola chicas 👋, ¡¡Nuevo Capítulo!! Todo lo que esta sucediendo tiene un "¿por qué?", lo sabrán más adelante 😊

Sigan leyendo que cada vez van a ir entendiendo más.

Espero que les halla gustado el capítulo.

Nos leemos después 📖🔜

Adiós, les mando un beso gigante 😗💋






 Todo Fue un Juego ¥Mario Bautista¥ ||Hot||Where stories live. Discover now