PARTE SEGUNDA

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CAPÍTULO 8
¡OFIR!

Se disipó la neblina blanca. Una atmósfera celeste de tono vibrante, parecía flotar alrededor, en lugar de estar

en lo alto del cielo, como en la Tierra; me sentí sumergido en un azulino casi fosforescente que no dificultaba la

visibilidad.

Desde las ventanas vi unas praderas bañadas de naranja suave. Fuimos descendiendo poco a poco; parecía

un paisaje otoñal maravilloso.

--Mira el sol -recomendó Ami. Un enorme círculo rojizo se destacaba en lo alto, velado tenuemente por la

atmósfera de ese mundo. Se formaban varios círculos alrededor de aquel sol descomunal. Era unas cincuenta

veces mayor que el nuestro.

--Cuatrocientas veces más grande -precisó Ami.

-No se ve como si fuera tan enorme...

-Porque está muy lejos.

- ¿Qué mundo es éste?

-Es el planeta Oír... Sus habitantes son de origen terrestre...

- ¡¿Qué?! -me sorprendió tremendamente esa afirmación.

-Hay tantas cosas que se desconocen en tu mundo, Pedrito. Hubo una vez en la Tierra, hace miles de años,

una civilización semejante a la tuya. El nivel científico de aquella humanidad había sobrepasado mucho su nivel

de amor, y como además estaban divididos, ocurrió lo que tenía que suceder...

- ¿Se autodestruyeron?

--Completamente... Sobrevivieron sólo algunos individuos que fueron advertidos de lo que iba a pasar y

huyeron a otros continentes; pero resultaron muy afectados por las consecuencias de aquella guerra, tuvieron

que recomenzar casi desde el principio. Tú eres el resultado de todo eso; eres descendiente de quienes

sobrevivieron.

1

Traducción: Imagina que no hay países, no es difícil hacerlo.

2

Traducción: Imagínate a toda la gente viviendo la vida en paz.

23

-Es increíble; yo pensaba que todo había comenzado como dicen los libros de historia, desde cero, las

cavernas, los trogloditas... ¿Y la gente de Ofir, cómo llegó a este planeta?

-Nosotros la trajimos. Salvamos a todos aquellos que tenían setecientas medidas o más, la buena semilla... los

rescatamos un poco antes de producirse el desastre. Se salvaron muy pocos, el promedio evolutivo en aquel

tiempo era de cuatrocientas cincuenta medidas, cien menos que hoy. La Tierra ha evolucionado.

-Y si se produjera un desastre en la Tierra, ¿ustedes rescatarían a algunos?

-A todos aquellos que superen las setecientas medidas. Esta vez hay mucha más gente con ese nivel.

- ¿Y yo, Ami, tengo setecientas medidas?

Le dio risa mi preocupación.

Ya me esperaba la pregunta, pero te dije que no puedo responder eso.

"Ami: El niño de las estrellas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora