Captura la bandera.

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Era un viernes como cualquier otro en el campamento mestizo. Ese día iban a jugar captura la bandera, por lo que todos los semidioses se encontraban felices y entusiasmados por el juego.
Bueno, todos menos cierto hijo de Hades.
A Nico no le gustaba asistir a las actividades del campamento, y menos al captura la bandera. Le parecia simplemente estúpido que un grupo de adolescentes corrieran por el bosque luchando unos contra otros para conseguir un trozo de tela del equipo contrario, pero por alguna extraña razón a todos parecia encantarles.
Nico estaba sentado en su mesa del comedor comiendo una hamburguesa (increiblemente ese dia se había despertado con apetito) cuando Percy y Jason se acercaron a él.
Hey Nicks - Dijo Percy
Hola- Respondió el hijo de Hades
Queriamos hacerte una propuesta- Dijo Jason con una sonrisa.
¿Que queréis? - Preguntó Nico.
Como sabrás hoy se juega captura la bandera, y queriamos hacer una alianza entre los hijos de los 3 grandes- Explicó Jason
Ni hablar, yo no juego a eso - Contestó Nico
Porfa Nicoooo si te unes a nosotros ganaremos seguro, no es por alardear pero somos los 3 semidioses mas poderosos del campamento.-Suplicó Percy
He dicho que no, dejadme comer. - Dijo Nico ya un poco irritado
Si vienes a nuestro equipo te limpiaremos la cabaña por un mes. - Propuso Jason
Jason, ya te he dicho que no voy a jugar a ese estúpido juego. -Contestó Nico
¿Y si te llevamos al McDonald's aceptarias?.- Preguntó Percy con una sonrisa.Sabía que el McDonald's era la debilidad de su pequeño primo.
A Nico se le iluminaron los ojos
Ahg bien, me unire a vosotros.- Dijo Nico- ¿Con que otras cabañas estamos?
Somos el equipo azul, estamos aliados con los de Ares, Afrodita, Hecate, Hefesto y Dioniso, jugamos contra los de Hermes, Atenea, Apolo, Demeter y Hebe, esto va a estar chupado.- Dijo entusiasmado Jason

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*En el captura la bandera*

Pov Nico

Estúpido Jason, estupido Percy, estúpida Clarisse y estúpido yo por haber aceptado jugar a esto.- Pensaba Nico mientras caminaba por el bosque.
Clarisse le habia mandado a él a buscar la bandera porque era pequeño y rápido, y además podia camuflarse bien entre las sombras.
Nico no encontraba la bandera por ningún sitio y estaba empezando a exasperarse cuando vio una cabellera rubia.
Nico se escondió a la sombra de un árbol y vio que al lado de el chico rubio estaba la bandera roja.
El chico estaba de espaldas por lo que no veia a Nico, aprovechando la oportunidad Nico atacó por la espalda tirando al rubio al suelo y quedando encima de él inmovilizandolo.
NO ME MATES POR FAVOR.- Exclamó asustado el rubio con los ojos fuertemente cerrados.
¿Will?.- Pregunto el hijo de Hades.
Nico!.- Exclamó Will mientras sonreia.
Nico se quedó hipnotizado con la preciosa sonrisa del rubio. Aunque al principio se negaba a aceptarlo, estaba profundamente enamorado del hijo de Apolo pero no se lo confesaba por miedo al rechazo.
Él es amable, guapo, bondadoso, inteligente...nunca se fijaria en mi.-Pensaba siempre Nico

Pov Will.

Cuando Will se dio cuenta de quién era la persona que tenía encima sintió como se le aceleraba el corazón.
Estaba enamorado de Nico desde la guerra contra Gaia, pero sabía que era imposible que el pelinegro le correspondiera.
Él es un héroe, es el semidios mas poderoso que he visto nunca, es una leyenda, tanto en éste campamento como en el romano. Nunca se fijaria en un simple médico como yo.- Pensaba siempre tristemente.

Se habían quedado callados, admirando cada facción del otro como si no existiera nada mas que ellos dos en el mundo. Will podria haberse quedado así toda la vida. A sus ojos, Nico era completamente perfecto.
Su pelo negro, suave y desordenado. Sus ojos oscuros, emigmaticos y profundos que lo hipnotizaban cada vez que los miraba. Su pequeña nariz con algunas pecas que aunque eran casi imperceptibles lo hacían ser aún mas adorable. Sus perfectos y finos labios que tanto soñaba con besar. Todo en si era perfecto, era como un ángel.
De golpe, Nico se dio cuenta de que seguía encima de Will y se levantó rapidamente pero cuando se empezó a alejar, la mano del hijo de apolo le cogió el brazo y tiró de el hacia atrás. Antes de poder preguntarle que estaba haciendo, el rubio le miró por un segundo a los ojos y después posó suavemente sus labios contra los suyos.
El beso solo duró un par de segundos pero a Nico le pareció mágico.
Yo... pe-perdon Nico. - Dijo nervioso Will. Habia besado a Nico. Oh dioses esto no puede estar pasando.- Pensaba el hijo de Apolo.
No es que no le haya gustado, obviamente le habia encantado, pero ahora seguramente lo odiaria y lo tiraria al tártaro.
Nico seguía completamente quieto, con los ojos como platos y las mejillas sonrojadas.
Nico, se que no es el momento ni el lugar adecuado pero no puedo guardar esto mas tiempo. - Comenzó a decir Will - Me gustas di Angelo. No, no me gustas, me encantas. Me encanta tu forma de ser, me encanta tu pelo, tus ojos, tu sonrisa. Me encanta estar junto a ti, me encantas cuando te enfadas, cuando te ries, cuando te sonrojas. Me encanta todo de ti y no puedo esconderlo mas, se que tal vez no sientas lo mismo que yo pero no puedo seguir fingiendo ser tu amigo cuando cada segundo que estoy contigo tengo ganas de besarte. Lo he estado escondiendo desde hace 6 meses cuando terminó la guerra pero ya no puedo mas. Me gustas Nico di Angelo.
Nico se quedo de piedra. Su cerebro no podia procesar todo lo que le acababa de decir Will. Había estado soñando que el rubio correspondiera sus sentimientos desde hace meses pero nunca pensó que este momento llegaria. No podía expresar lo que sentia en ese momento así que se acerco a Will y lo besó.
Este beso era mil veces mejor que el anterior. Sus brazos estaban en el cuello del rubio mientras que Will rodeaba su cintura acercándose mas y profundizando el beso. Sus labios se acoplaban perfectamente como piezas de un puzzle y parecía que solo existian ellos dos en ese momento. Después de unos segundos la falta de oxígeno los obligó a separarse y juntaron sus frentes mientras sonreian.
Tú también me encantas.- Dijo Nico antes de volver a besar a Will.
Puede que el Captura la bandera no sea un juego tan malo después de todo.- Pensó el pelinegro mientras besaba al hijo de Apolo del que tanto tiempo llevaba enamorado.

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