Jesús sana a un muchacho.

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Jesús sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían. Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Marcos 1:34-35

Durante el ministerio de Jesús encontramos que el secreto de su poder fue la oración personal, esa comunión con su padre, y a pesar de ese marcado ejemplo en las escrituras, a pesar de que Jesús dijo después de expulsar demonios que sus discípulos no lograron hacerlo, les explico que ese genero no salían sin ayuno y oración, nosotros descuidamos esa herramienta poderosa llamada oración,

Seamos hombres y mujeres de oración para que Dios obre en nuestras vidas, en favor de los demás, no orar seria creernos auto suficiencientes.

Robín Alexander.

El Gran Alfarero. 06Donde viven las historias. Descúbrelo ahora