Duele el amor (Amor entre Hermanos 2)

Capítulo 5 1/2

    Esa noche, los tres vampiros se la pasaron muy bien, sé escucharon los altos gemidos de Ayato y Kou por toda la mansión, cosa que impresionó a todos los demás habitantes del lugar.

-¿no Ayato y Kou se llevaban mal?-dijo Subaru malhumorado mientras aún se escuchaban esos gemidos agudos

-se supone..., yo no veo...que se la pasen...mal juntos...-dijo el pequeño Azusa que estaba siendo abrazado por él peligris

-son muy ruidosos-fue lo único que comentó el rubio cerrando los ojos

-pero si tu 🙄-Subaru cruzó sus brazos manifestando aún más su enojo

-algún día serás tú 😏-habló en tono pícaro mordiéndose levemente sus labios y pasando su mirada por el cuerpo de Subaru quien inmediatamente se sonrojó

-¡c-cállate idiota!-mientras, los ojos morados miraban con recelo a Subaru ya que había notado el interés de Shuu sobre el albino ya hace unos días

Shuu rió y desapareció, encontrándose está vez en su habitación, comenzaba a cansarse sinceramente de Reiji y Yuma, aunque este último lo tenía un poco loco. Siempre era lo mismo, sexo sexo y más sexo, nunca hubo más, al rubio comenzaba a parecerle algo tedioso y en el sexo era lo mismo, no salían de la rutina e incluso comenzaba a sentir como sus hermanos se alejaban de él, Reiji se la pasaba en su laboratorio y pudo notar como Yuma comenzaba a fijarse en el castaño de los Sakamakis ¿acaso ellos también se habían aburrido de él? Esa pregunta le rondaba muy seguido la cabeza y ya había tomado una decisión, terminaría esa relación y comenzaría con alguien más, de ahí surgió el repentino interés en el pequeño Subaru, además de ser su hermano favorito había algo que le atraía pero realmente no sabía porque. Después seguiremos con este conflicto amoroso, mejor volvamos con nuestros tres protagonistas.

-ne~ Ayato, Laito, eso fue muy bueno ¿no creen~?-dijo con picardía el rubio con voz agitada

-debo admitir que es cierto-Ayato se estiró acomodándose en la cama, entre Kou y su novio

-ah~ tiene que repetirse esto VARIAS veces-habló está vez el castaño con una sonrisa enorme, su fantasía por fin se había cumplido, y ahora eso comenzaba a generarle más y más ideas en su pervertida mente que forzosamente iba a cumplir

-si, tienes razón-dijo abrazándose a su novio