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Salí de casa con una blusa con el dibujo de un panda, unos jeans oscuros y mis tenis blancos.
Tomé un taxi y llegué al cine a las 2. Observé la cartelera y examiné las películas con curiosidad.
- ¿Ya has decidido cual? - preguntó Max colocándose a mi lado.
- Aún no, todas parecen bastante normales. - dije mirándolo de reojo. Llevaba una camisa gris con mangas negras, pantalones claros y tenis grises. Olía a loción con una poco de jabón y pasta de dientes.
- Podemos ver esa. - dijo señalando la cartelera, a una película con aspecto de ser de fantasía. - ¿Bestias fantásticas...? - dijo entrecerrando los ojos para ver el nombre.
- Me parece bien. - sonreí y él me miró para sonreir también.
Nos formamos en la fila y compramos los boletos. Después fuimos a comprar palomitas y refresco, los combos tenían demasiado contenido como para dos personas y algunos eran muy caros. Cuando fuimos los siguientes en ser atendidos una chica nos miró y sonrió.
- ¿Qué desean llevar? - preguntó aún con la sonrisa en la cara.
- ¿Tú que dices Adi? - me preguntó Max.
- No lo sé. - respondí observando nuevamente los combos.
- Puedo recomendarles el combo pareja. - dijo la chica obteniendo la atención de ambos. - Contiene 2 refrescos y unas palomitas con el sabor a elección.
Max y yo nos miramos y después a la chica.
- Queremos ese. - le dijo Max a la chica. - Con palomitas cheddar y los 2 refrescos de Coca Cola. Por favor.
Ella se puso en marcha a llenar los vasos con refresco y a poner las palomitas en su lugar. Ordenó todo en una charola y nos dio el precio. Max tomó dinero de su billetera y pagó, cargo la charola y nos dirigimos a la sala a tomar nuestros asientos.
La película comenzó después de 15 minutos de espera y Max y yo vimos la película sin decir nada. Hubo momentos en los que nuestras manos se tocaban al agarrar las palomitas y nos mirábamos, él me lanzaba palomitas y yo se las robaba para que no comiera.
Fue divertido pasar tiempo con Max y poder despejar mi mente por un rato. Cuando la película terminó fuimos a comer un helado y caminamos por un rato charlando y riendo de nuestras tonterías.
Mi celular sonó y observé la pantalla. Era un mensaje. Desbloqueé mi celular y leí el mensaje. Era de Álex.
*¿Quieres salir conmigo esta noche?*
Miré a Max y él estaba distraído jugando con un pedazo de papel, eso me hizo sonreír pero volví a concentrarme en el mensaje.
*Sí* escribí.
- ¿Volvemos a casa? - le dije a Max y él asintió con seriedad.

Estábamos entrando al Búfalo Wild  Wings cuando un mesero nos atendió preguntando en qué lugar del restaurante deseábamos comer. Álex respondió y nos llevaron a las mesas que están al aire libre. Él llevaba una sudadera azul marino y unos tenis blancos mientras que yo seguía con la misma ropa que la tarde.
Nos sentamos en una mesa para 2 y el mesero se despidió diciendo que pronto alguien vendría a tomar nuestra orden.
- Me alegra de que aceptaras mi invitación. - dijo Álex mirándome. - Creí que dirías que no.
- No estoy molesta contigo Álex. - comencé a decir. - Además, si te gusta Violet y quieres estar con ella no es mi problema. - miré hacia afuera y el cielo comenzaba a cambiar de colores, naranjas, amarillos, morados y azules se combinaban en el cielo. El sol se escondía detrás de las montañas y creaba rayos de luz brillante.
- ¿Estar con Violet? - dijo ofendido. - Eso es algo que no me gustaría hacer. Ni en un millones de años.
Miré su rostro y sus ojos reflejaban la luz del sol, cada vez menos visible.
Un mesero llegó a nuestra mesa y tomó nuestra orden. Álex pidió alitas con salsa Hot, zanahorias de complemento y aderezo Cesar. Yo ordené unas boneless con salsa búfalo, apio de complemento y aderezo blue cheese. El silencio se apoderó de nuestra mesa cuando el mesero se alejó a la cocina.
Los minutos parecían horas mientras Álex y yo esperábamos.
Un tiempo después el mesero llegó con nuestras órdenes y nos dejó a solas de nuevo. Comimos en silencio, uno arrasador que parecía robarnos la voz para que no pudiéramos hablar.
Cuando ambos terminamos de comer nos quedamos sentados un momento. Entonces Álex habló.
- Adeline, - dijo rompiendo nuestro silencio. - si me preguntaras con quien me gustaría estar no respondería Violet, nunca.
Me miraba a los ojos con firmeza y el color avellana de sus ojos brillaba con decisión.
- Entonces, - comencé. - ¿Con quien te gustaría estar? - pregunté con temor en la voz.
Me miró y sonrió.
- Eso es algo que con el tiempo descubrirás.
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Entre la amistad y el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora