Adeline ha estado rara. Hoy llegó tarde a clase y parecía cansada.
Llamé su atención y le señalé el asiento que le había apartado junto a mi.
- ¿Por qué llegaste tarde? - le pregunté en voz baja.
- No pude dormir. - respondió ella perdiéndose de nuevo en sus pensamientos.
No pude concentrarme en toda la clase. Cada 2 segundos miraba a Adeline tratando de averiguar que rondaba en su cabeza.
- Adeline. - la llamé. Ella no se movió un centímetro y pareció no escucharme. Decidí dejarla aclarar sus ideas.En el almuerzo Adeline me dijo que quería estar sola. Su cara mostraba fatiga y falta de sueño así que no me negué. Caminé hasta donde estaba Maia, ella me esperaba recargada en un árbol mientras tocaba las teclas de su celular, al parecer escribiendo algo.
- ¿Qué escribes? - pregunté al llegar con ella.
- Nada. - respondió bloqueando su celular y sonriendome. - ¿Donde está Adeline?
- Ella quería estar sola. - respondí. - Parecía cansada así que no quise molestarla.
Maia no mostró expresión alguna y volvió a mirar su celular.
- Está bien. - dijo tomandome del brazo. - ¿Comemos?
Nos sentamos en una mesa y Maia sacó un tupper con fruta. Manzana.
- ¿Quieres un poco? - ofreció Maia. Mi debilidad era la manzana. Si querías algo de mí tenías que darme manzana a cambio. La manzana es mi favorita.
Tomé un trozo y lo mastiqué lentamente. El sabor dulce me hizo estremecerme. Fue delicioso.
- Max. - dijo Maia llamando mi atención. - ¿Hace cuánto conoces a Adeline? - preguntó dejando su almuerzo a un lado.
- Pues supongo que desde que tenemos memoria. Nuestras madres se conocían desde la escuela y siempre estaban juntas. Cuando tenía 5 mi madre me presentó a Adeline. Creí que era la niña más tierna del mundo, era tan pequeña e indefensa. - sonreí recordando el pasado. - Después de eso nos volvimos inseparables.
- ¿Y desde cuándo empezó a gustarte? - la pregunta me tomó por sorpresa y sentí que mi cara se ponía roja.
- ¿Tan obvio es? - dije cubriéndome las mejillas.
- Es más claro que el agua. - dijo Maia poniéndo los ojos en blanco. - Ahora responde. - me lanzó un pedazo de manzana y está calló al suelo. Volteé a ver a Maia con cara de estar ofendido y ella rió.
- Está bien. - dije sonriendo. - Cuando tenía 12 años me di cuenta de que sentía algo más que una amistad por Adeline. Cada día que la miraba sentía que de verdad era amor, pero aún era un niño así que no comprendía del todo. No hasta que Adeline me hizo comprender.
- ¿Entonces Adeline sabe que te gusta? - dijo Maia tomando otro trozo de manzana.
- No, no lo sabe. - respondí.
- ¿Cómo te hizo comprender? - siguió Maia con el interrogatorio.
- Me dió un libro.
- ¿Un libro? - la cara de Maia se mostró confundida así que expliqué.
- Adeline me dió un libro, mi libro favorito para ser exactos. No se por qué pero así logré entender lo que significaba amar a alguien.
Maia no dijo nada, solo me miró y después a su almuerzo. Nos quedamos en silencio hasta que Maia de levantó de la mesa.
- Idiota. - dijo y después de alejó.Recordar el pasado me hizo querer ir a comprar algo para Adeline. Quizá con un pequeño regalo se sentiría mejor. Salí de la escuela en mi auto y manejé hasta el mall. Entré a varias tiendas buscando algo que fuera indicado, pero no vi nada especial.
Caminé un poco más y vi una librería. Perfecto. Un libro le ayudaría a despejar su mente y relajarse un rato.
Entré a la tienda y busqué entre los libros. Fui a la sección de fantasía y encontré uno que era bastante prometedor.
Me formé en la fila para pagar y esperé mi turno.
Cuando fui el siguiente el joven que atendía sonrió.
- Buenas tardes. - dijo. - ¿Solo llevará este libro?
- Sí, muchas gracias. - respondí.
- Son 257. - estiró la mano y yo busqué en mi billetera. Saqué el dinero y se lo entregué. - ¿Se lo regalará a alguien especial? - me preguntó y yo lo miré.
- ¿Cómo lo sabe?
- Es un libro bastante atrapador. Es el libro perfecto para una chica. - dijo sonriendo. Me dió mi ticket y el libro en una bolsa. - Que tenga buen día.
Salí de la librería y y caminé hasta salir del mall. Busqué mi auto en el estacionamiento y subí a él. Aún estaba sorprendido por lo que había ocurrido pero ya no pensé en eso. Solo manejé de regreso a casa a preparar mi regalo.Eran las 5:10 cuando recibí una llamada de Adeline. Contesté y la voz de Álex salió del teléfono.
- Max, no hables. - dijo. - Necesito que llames a los padres de Adeline, diles que ella está bien y que está conmigo. Por favor.
- Álex ¿Por qué llamas del celular de Adi? ¿Qué pasó con ella? - le pregunté casi perdiendo el control.
- Violet la lastimó. - y colgó.
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Entre la amistad y el amor
Teen FictionLa vida de Adeline es la de una chica normal, tiene buenas calificaciones y muchos amigos, pero tiene un secreto y la única persona que lo sabe es su mejor amigo, Max, aunque ni él ni ella saben la verdad. Pero su amistad se ve afectada cuando ella...