CAPÍTULO 3.

21 2 0
                                    


Capítulo 3.

La distancia del edificio a la fiesta fue bastante corta. Diez, doce minutos tal vez. Bajé de la motocicleta al igual que Ethan. Pasó su brazo sobre mis hombros y besó mi mejilla. En el jardín de la casa se encontraban varias personas, una que otra chica miraba a Ethan sin ningún tipo de disimulo.

Llegamos hasta la puerta de la casa y entramos. Todos bailaban y las luces parpadeaban ambientando el lugar. Vi algunos rostros conocidos. Saludé un par de chicas con que tomaba química. Unos chicos de la clase de gimnasia y a la chica castaña con que estaba Ethan unas horas atrás.

-¡Elizabeth!-gritó alguien detrás de mí llamando mi atención. Al darme vuelta ocasioné que Ethan me soltara. Hizo un puchero, sin embargo lo ignoré buscando quién había dicho mi nombre. Finalmente vi a Daniel. Un chico que había estado conmigo y Dylan en mi anterior escuela. Agarré la mano de Ethan y lo llevé conmigo al lado de Daniel.

Al llegar a su lado Ethan me acercó inmediatamente a su lado y le dio una mala mirada a Daniel. Daniel se la devolvió con rapidez. El ambiente se puso tenso y ambos se miraban con bastante odio, daba la impresión que iban a comenzar a golpearse en cualquier instante. Claramente esos dos se conocían. Como también era claro que no se agradaban.

-Chicos... ¿puedo saber qué sucede?-dije soltándome del agarre de Ethan. Ninguno de los dos respondió y no hacían nada más que asesinarse con la mirada. –Dani, ¿cómo has estado?- dije con una leve sonrisa intentando aligerar el ambiente. Daniel dirigió su mirada hacia mí y los músculos de su rostro se relajaron. Sonrió y me abrazó con ternura.

-Lizzie, que gusto verte. ¿Aún sigues dando problemas?-preguntó mientras terminábamos el abrazo.

-Sabes que es mi especialidad- dije arrugando la nariz y sonriendo con gracia. Ethan me abrazó por detrás y la guerra de miradas comenzó de nuevo.- Dani, me agradó muchísimo haber estado contigo estos dos minutos.- Metí mi mano en su bolsillo, saqué su teléfono celular y guardé mi número. – Sería bueno que nos mantuviéramos en contacto, escríbeme, Dylan estará feliz de verte.- dije y me acerqué para abrazarlo antes de llevarme a Ethan lejos de él. Me correspondió el abrazo y sin decir nada, solo siguió mirando mal a Ethan.

Sujete la mano de Ethan y lo llevé conmigo al otro lado de la casa. Cuando estábamos suficientemente lejos de Daniel, me detuve justo al frente de Ethan y me crucé de brazos con un poco de enojo y confusión.

-¿Qué ha sido eso?-pregunté.

-¿De qué hablas?- dijo con calma en su voz pero furia en su mirada.

-Me gustaría saber por qué conoces a Daniel, explícame esta notable rivalidad entre ustedes. –expresé mientras Ethan miraba hacia otra parte y lamia sus labios para luego meter sus manos en los bolsillos delanteros de sus pantalones.

-Odio al chico. Es todo lo que debes saber. -dijo con un destello de rabia en la voz antes de darse vuelta e irse a bailar de forma provocativa con un grupo de chicas que antes estaban en el jardín. Asombrada por lo que acababa de pasar, pasé por su lado y lo golpeé con mi hombro sin intención de que pareciera un accidente.

Caminé hasta donde Daniel estaba hace unos minutos. Para mi suerte, seguía ahí. Tenía un vaso en la mano y tomaba de él mientras se dedicaba a analizar el panorama. Al inmutarse que caminaba hacia él, me miró y sonrío amablemente. Al llegar a su lado, le arrebaté su vaso y di un largo trago a la bebida. Vodka. Genial. Le devolví su vaso y le dediqué una sonrisa divertida.

-¿Es tu novio?- preguntó antes de tomar un trago.

-No, claro que no.-dije un poco indignada sabiendo que se refería a Ethan y sosteniendo el hecho de que acababa dejarme sola en una fiesta a la que me había invitado. Vaya cretino.

Elizabeth.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora