dix.

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Capítulo largo.

—¿Quieres algo para tomar?–cuestionó Franny subiendo un poco la voz ya que la música estaba demasiado alta, asentí con una sonrisa y Franny se fue dejándome completamente sola.

Miré a los chicos a mi alrededor buscando a alguien que me cayera más o menos bien o a alguien conocido pero todos eran de cursos menores o me caían mal.

La música paró y el director subió al escenario.

—¡¿Se están divirtiendo?!–su voz resonó entre los parlantes y los chicos gritaron–¡en unos minutos se anunciarán a los reyes del baile de la preparatoria Ackward 2017!

Rodé los ojos al oírlo decir eso, estaba rogando con todas mis fuerzas para no ganar ese estúpido premio.

Acomodé mi vestido y revisé la pequeña mochila de cuero que había traído, la abrí y tomé la caja de cigarrillos que había tomado del negocio antes de venir.

Me puse a pensar y quizás, sólo quizás, si había estado mal quitarle los cien dólares y no darle lo que había comprado a Hemmings, así que hoy se los daría.

Franny llegó junto a mí y me tendió el vaso. Tomé un gran sorbo y comencé a tocer al sentir el líquido quemar contra mi garganta.

—¿Qué diablos me diste Franchesca?

—Oh vamos–rió–el ponche sólo es asqueroso–abrió su bolso y me mostró una pequeña botella plateada, sonreí con diversión.

—Eres imposible–reímos.

—¿Qué tienes en la mano?–cuestionó.

—Oh, son para Hemmings–me encogí de hombros, ella me miró extrañada.

—¿Es alguna clase de veneno o algo parecido?

—No tonta–carcajeé–es que hoy puede que me haya pasado un poco y...

El sonido de dos portazos me interrumpieron y prácticamente todo el salón de la cancha de basquetball volteó a mirar.

Era obvio, el idiota mayor había llegado. Los cuatro habían entrado como si fueran los reyes del lugar, y las niñas estupidas hacían de todo para obtener un baile o una charla con ellos.

Pobrecitas, si supieran lo imbéciles que son seguro ni se les acercarían.

Michael y Luke se dirigieron hasta una de las mesas mientras que Calum y Ashton caminaron en dirección a nosotras.

—¡Vecina!–gritó Calum atrayendo varias miradas hacia mí.

—Hey–sonreí correspondiendo a su abrazo, miré hacia atrás para que saluden a Franny pero ya había desaparecido, suspiré–¿cómo estás Ashton?–sonreí en su dirección, él sólo se encogió de hombros y se acercó para besar mi mejilla.

—Me gusta tu vestido, ¿de qué diseñador es?, ¿Gucci, Prada, Chanel?–cuestionó el pelinegro haciendo un gesto para nada masculino, carcajeé.

—Lo hizo mi mamá–me encogí de hombros.

—Woah, ¿podrías decirle que haga uno para mí?, mi hermana se casa dentro de unos meses y todavía no tengo vestido.

—Creo que con gusto te haría uno–lo empujé juguetonamente.

—Oí que estás nominada para reina del baile–habló Ashton.

—Oh si, ideas locas de Franny–negué con diversión–realmente espero no ganar.

—Con ese vestido lo harás nena–dijo Calum con voz aguda.

—¡Ya basta!–lo golpeé, reímos.

kiosque; luke hemmings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora