La heredera de Slytherin.

¡Serpientes por doquier!

Tras la cena, Emma me enseñó los pasillos de Hogwarts.

Era una escuela enorme, pero extrañamente todo me resultaba familiar.

Llegamos a los dormitorios de Slytherin.

La sala común no era nada humilde, estaba muy bien decorada.

- Estas escaleras son las de los dormitorios de las chicas- dijo mientras subía las escaleras y yo le seguía.

Afortunadamente, las dos estábamos en la misma habitación, aparte de Emma y yo, estaba una chica nada agradable. Asi que simplemente la ignoraré.

-buenas noches- me dijo con una sonrisa.
-igualmente- respondí con un intento de sonrisa.

Ya se, soy bastante fria, pero yo soy así.

Lo heredé de mis padres, ya que ellos tampoco son muy cariñosos

Pero no necesito que me digan las 24 horas del dia que me quieren, yo ya lo se.

Me dormí con esmeralda a mi lado, ah cierto, mañana veré a mis nuevos "amigos", la verdad no se si me consideran asi.

(.........)

Me desperté tomando una fuerte fuerte bocanada de aire.

Mi respiración era entrecortada y me costaba respirar.

Había tenído una agitada pesadilla, la de todas las noches.

Pero ahora no contaré lo que pasa en ella, no me apetece.

Esmeralda se despertó y se quedó mirandome.

Yo la cogí y salí de la habitación a tomar un poco de aire fresco.

Sabía perfectamente que estaba prohibido salir a altas horas de la madrugada, pero dado que soy nueva me haré la tonta si me descubren.

Estuve andando por los frios pasillos de la escuela, cuando ecuché unos pasos demasiado próximos a mi.

Me quedé quieta en completo silencio esperando poder esquivar a esa persona.

- escondete ..shh...shh...- me habló esmeralda.

Esta vez no me asombré, solo la miré con curiosidad.

-¿donde?- pregunté en un susurro.

-¿que hace aquí señroita...  Amélie?- preguntó el profesor de pociones, la verdad no recordaba su nombre.

Era un hombre con el cabello castaño claro y tendría unos 29 años más o menos.

-No podía dormir y decidí salir a tomar aire- dije con expresión neutra en mi voz y cara.

-Bueno..... como es nueva lo dejaré pasar solo por esta vez- dijo quitando un poco de seriedad en su rostro.

- de acuerdo- dije seria.

-¿y con quien hablaba usted?- volvió a preguntar, pero esta vez curioso.

Decidí contarle lo de la serpiente a ver si el sabía algo.

- hablaba con mi serpiente, pero me he dado cuenta de que nadie la oye hablar, ¿porque pasa eso?- confesé.

- me temo que tú, Amélie, hablas pársel, el idioma de las serpientes, y nadie te entiende cuando hablas con ellas, es un don poco común.- explicó recalcando las dos ultimas palabras.

- gracias por su explicación- me despedí y me dirigí a los dormitorios nuevamente.

"Con que un don poco común."
Estaba claro que eso era un punto a mi favor y usaré a las serpientes para mi beneficio cuando las necesite.
Pensé.

¿Habré hecho bien contandole a ese profesor? Tendré que vigilarlo de cerca.

Aunque a Esmeralda nunca la usaría, ella era mi amiga.

(.....)

Me levanté temprano, al contrario que mis compañeras de cuarto.

Me vestí y lavé mi cara.

Me dirigía a desayunar dejando a Esmeralda en mi cama, pero esta me siguió hasta el gran comedor, donde todos se encontroban disfrutando del banquete.

- hola Amélie-dijo el egocentrico sentandose a mi lado.

Yo le dí una rápida mirada en forma de saludo, no iba a malgastar mi tiempo hablando con el.

- por cierto, no te dije mi nombre, me llamo Darrell- dijo.

No me molesté en mirarle, queria dejarle claro que no me caía bien y no quería que me hablara.

Esmeralda miraba fijamente a Darrell.

El se percató de mi serpiente y se despidió.

-hasta luego Amélie- sonrió.

Tras desayunar busqué con la mirada a mis amigos.

- holaaa- me saludó julie.
- no te vemos desde ayer- comentó lucas.

-hola chicos- dije amablemente.
- esta es esmeralda- les enseñé a mi serpiente.

-¡Que linda!- exclamó susan.

En cambió julie puso cara de asco "disimuladamente" y lucas rió viendo la cara de julie.

Nos dirigimos a clase  Lucas, Susan y yo, ya que gryffindor y Slytherin compartían horario de clases.

Ibamos caminando tranquilamente, esmeralda se había ido a descanasar a mi dormitorio.

Cuando de repente me doy cuenta de que los alumnos me estan mirando y detrás de mi se escuchan el tipico sonido de las serpientes.

Me seguían ocho serpientes.

No me alarmé. Simplemente les dije que se fueran en un susurro.

Fuí consciente de que lo dije en pársel por eso susurré.

-¿que has dicho?- preguntó confusa susan.

-nada, vamos que llegamos tarde a clase-respondí apresurando el paso, soy una persona muy puntual.

Odio llegar tarde.

Empiezo a pensar que les caigo bien a las serpientes o las atraigo...

No es nada molesto ,al contrario,por alguna extraña razón me agradan.pensé.

Hola quiero decirles queridos lectores / lectoras, que la historia irá un pelín despacio.

No quiero que todo sea apresurado, pero tampoco demasiado lento..... no se si me explico en fin.......... muchos besos y tener cuidado con los dementores .....uhhhh... xai😁😘