La heredera de Slytherin.

¿Que harás entonces?

-¿Que harás entonces?-preguntó temeroso.

-haremos un .... trato- dije recalcando la palabra "trato".

-¿un trato?- relajó su expresión soltando un pequeño suspiro.

-si, tu me ayudarás a practicar todos los hechizos que yo quiera y a cambio no cuento lo de tu poción- dije cruzandome de brazos y mirandole de forma amenazadora.

-Esta bien, ¿pero que tipo de hehizos?- volvió a preguntar.

-eso no te importa, ah por cierto, si alguien se llega a enterar de nuestro trato, no solo tu secreto saldrá a la luz, te puedo asegurar que no vivirás para contarlo- repliqué en tono muy amenazador.

-es...está bien, de acuerdo- aceptó tartamudeando.

-bueno, adios, tengo que llevarle esto a la directora- me despedí sonriendo inocentemente.

Tras ir al despacho de la directora y entregarle los papeles, me dirigí a mi cuarto a ver a Esmeralda.

Estaba apunto de llegar cuando la dichosa escalera se movió llevandome hasta una puerta oscura.

Y como no tenía más opciones, atravesé aquella puerta bufando.

Entré en aquella habitación, totalmente vacia.

Que extraño-pensé.

Eso si, habia suciedad y polvo a grandes cantidades, apenas se podía respirar correctamente entre aquella nube de polvo.

La habitación estaba basrante oscura y no se veía bien.

-Ven con nosotros......- Escuché un susurro ligeramente familiar.

Inmediatamente y por acto reflejo giré a mis espaldas empuñando mi varita.

Intranquila, di vueltas sobre mis talones para ver al culpable del susurro.

Pero allí no había nadie, aparte de mi. Quizás fuese mi imaginación que me jugó una mala pasada.

Salí de la habitación, las escaleras seguían sin moverse asi que fuí por otro camino.

Dí como cinco vueltas hasta poder llegar a la sala común de slytherin.

Y allí esta Esmeralda sobre mi cama.

Se acercó al verme y empezó a trepar por mi pierna hasta llegar a mis hombros.

Pude escuchar su típico sonido de serpiente indicandome que todo estaba bien.

Cogí una hoja y comencé a escribir.

Te espero en la torre de astronomía a las 18:00 se puntual y lleva tu varita.
Amélie.

Y se la mandé a Darrell.

Narra Darrell.

Me encontraba paseando por los pasillos, mientras me reprendia a mi mismo por haberme descubierto tan facilmente.

Aquella chica era demasiado astuta, y lo peor de todo, me tenía amenazado.

Yo Darrel, el estudiante más respetado de todo hogwarts amenazado por la nueva.

Pero aún así, no me gustaba que gente tan misteriosa como ella estubiera en mi casa.

Descubriré sus secretos.

Y hablando del rey de roma, una bola de papel chocó con mi cabeza.

Te espero en la torre de astronomía a las 18:00 se puntual y lleva tu varita.
Amélie.

¡Ahg!, supongo que tendré que ir.

(....)

Llegó la hora y subí a la torre de astronomia.

Allí estaba ella siempre puntual.
Cruzada de brazos acusandome con la mirada.

-Llegas un minuto tarde- me saludó.

-yo tambien me alegro de verte- dije sarcasticamente.

-yo no- contestó.

Le miré mal.

-Toma asiento-dijo mientras se sentaba en el suelo.

Me senté.

-bien quiero practicar la legeremancia, la oclumancia ya la tengo dominada pero esta no- explicó pausadamente.

Wow, esta chica aprende rápido.

Aun que la verdad no me hace mucha gracia que curiosé mis recuerdos pero no puedo demostrar miedo.

-A no ser claro- empezó a hablar- que tengas algo vergonzoso que ocultar- se burló de mi.

-No tengo nada que ocultar- respondí ante su burla.

Y sin decirme nada...

-LEGEREMANCIA-pronunció y entró en mi mente, estuvo bastante rato, hasta que se aburrió de ver recuerdos, supongo.

-bien, ya esta, aprendido, te volveré a llamar cuando quiera practicar otro hechizo- sentenció.

-vale, lo que tu digas-contesté sin ganas.

Y se fué dejandome allí solo.

Narra Amélie

La practica había salido estupendamente, mejor que la otra vez, haberle chantajeado es sin duda la mejor decisión que he tomado desde que llegué a Hogwarts.

De pequeña todo el mundo tenía cierto rechazo hacia mi, entiendo que era porque era una maga pero aun así eso me hizo comportarme de forma fria.

Tada!!! Nuevo cap
Besos😄😘😘😘