Oscuros pasillos.

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Estaba paseando mientras procesaba lo que acababa de ocurrir.

¿Algun dia descubriré el autor de esas notas?

Era muy relajante pasear por los pasillos de Hogwarst en el completo silencio de la noche.

Más importante ¿por que ese sujeto me manda notas?

¿con que fin? Otro misterio para resolver.

Es increible cuanto cambió mi vida al llegar aqui.

Incluso mi estado de animo mejoró.

Aún recuerdo las frias tardes de tormenta en las que me quedaba sola en casa mientras mis padres trabajaban.

Miraba a los niños jugar en la lluvia y a sus respectivos padres con ellos.

Pero siempre supe que era la magia y mis padres dijeron que era conveniente no hacer amigos Maggles para cubrir nuestra identidad.

De todas formas pocos niños me hablaban.

Pero ahora todo cambió.

Estoy en hogwart.

Tengo unos estupendos amigos y varios misterios que resolver.

Por no hablar de Esmeralda.
No cambiaría mi vida actual por nada.

Alguien se aclaró la garganta detrás de mi.

Me giré y ahí estaba el profesor de Pociones.

-Señorita, ya sabe usted que no puede salir a deshoras de su sala común, asi que tendré que ponerle un castigo- dijo serio.

-disculpe las molestias- gruñí entre dientes, este profesor me caía muy mal.

-Bien, mañana se quedará usted ordenando la clase de pociones al finalizar la jornada- Sentenció.

-De acuerdo- salí de allí sin despedirme y volví a mi cuarto a fingir que dormia.

(.....)

Al terminar la jornada me despedí de mis amigos quienes se rieron de mi mala suerte, para ir a la maldita clase de pociones.

A la vista estaba limpia y ordenada, pero bastaba estar alli cinco minutos para darse cuenta de que no era así.

Me tiré dos horas organizando tal desorden.

No se podía respirar con tanto polvo, si no moría a manos de una criatura del bosque, lo haría por respirar tanto polvo.

Estaba terminando cuando me encontré un frasco muy interesante y desconocido para mi.

"Amortentia" había oido hablar de el.

El filtro de amor, muy potente con apenas unas gotas.

Olía muy fuerte, aprendí a reconocer el olor.

Nunca está demás aprenderse los olores de las pociones para evitar futuros envenenamientos.

Una bola de papel calló justo en la mesa frente a mi.

Ni me molesté en leer la nota.

Levanté mi varita en busca del culpable.

-¿Donde estás?- vociferé nerviosa.

La puerta estaba entornada.

¿Pero que? Juraría haberla cerrado.

Agarré el papel.

"Vaya, aprovechando el castigo para curiosear pociones eh, que astuta
Anonimo."

Maldito o maldita el que me manda estas notas.

Salí del aula de pociones hecha una furia.

Me cabreaba no saber quien me estaba observando todo el maldito rato.

Mientras caminaba clavaba mis pies con fuerza en el suelo.

Necesitaba tranquilizarme o acabaría pegando a alguien.

Fuí a dar un paseo para tranquilizarme.

Arrugué la nota y dejé que el viento se la llevara lejos de mi.

Está más que decidido, iré esta noche al bosque prohibido.

Si la ultima vez alguien me ayudó ¿porque iba a ser diferente esta vez?

Pensé que mi estancia en esta escuela iba a ser medio normal.

Nunca me esperé esto.

Y aún más preocupante.

¿Que eran esas siniestras voces que me decían que fuera con ellas?

Aunque pensandolo bien me estaba cansando, si no descubría esta noche nada, dejaría de buscar.

Necesito concentrarme en los estudios.

(.....)

Era de noche, aún no sabía como conseguía estar de pie sin haber dormido nada en las ultimas 24 horas.

El dolor de cabeza no me abandonaba en ningún momento, aunque me servía para indicar que estaba despierta.

El mismo dolor que no me dejaba dormir. Un circulo virtuoso.

Si cualquiera supiera de mis hábitos de sueño no dudaría en reñirme pero trataré de mejorarlos.

Subí a la torre de astronomia con la escoba en mano.

Un avioncito de papel aterrizó cerca mia.

Miré a mi alrededor y al no ver a nadie como de costumbre leí la nota.

"No te atrevas a ir te lo advierto, te arrepentirás
Anonimo."

-Si tanto te molesta que vaya al bosque prohibido, sal del anonimato e impidemelo-exclamé en voz alta de manera burlona.

Y sin esperar respuesta me subí a mi escoba y me alejé de la gran torre.

Seguía haciendo frio pero ya no había nieve.

Se podía ver claramente el cielo estrellado.

Me encontraba cerca de un lago, y allí estaban.

Unicornios.

Eran tan bellos, pero al sentir mi presencia se dispersaron rápidamente hasta desaparecer.

Un escalofrío me recorrió la espalda.

No se si era por el gélido hambiente o por un mal presentimiento.

¿y si la nota tenía razón y me iba a arrepentir?

Que tonteria, eso ya lo sabía yo de antemano, no necesitaba que nadie me dijera que me iba a arrepentir de venir a un sitio como este en plena noche y sola.

Escuché ruidos que venían de los arbustos y por pleno instinto empecé a correr.

La adrenalina se apoderó de mi, y puede que fuera una estupidez correr, pero no me iba a quedar quieta viendo como un bicho enorme me devoraba.

Lo más inteligente hubiera sido subirse a la escoba e irme de allí pero yo no respetaba la lógica común.

Trás andar durante mucho rato sin obtener señales de vida ya sean de "anonimo" o algun monstruo, me di por vencida y me subí a mi escoba.

Me elevé hasta superar la altura de los arboles.

Y fue entonces cuando me dí cuenta de que no veía nada.

Usé el encantamiento Lumus pero la luz no era suficiente como para alumbrar todo el espacio vacio que me rodeaba.

También me percaté de que más o menos estaba en el centro del bosque y que gracias a la inmensa oscuridad no veía el castillo de Hogwarst.

Congelada de frio a causa de la altura en la que me encontraba, descendí hasta tocar el suelo otra vez.

Me quedé quieta.

No sabía que dirección tomar ¿izquierda, derecha, atras o hacía delante?

¿Conseguirá salir viva del bosque o tendrá que enfrentarse a algun monstruo? Hasta el próximo cap 😊😀😄

La heredera de Slytherin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora