La heredera de Slytherin.

Perdida en el bosque.

El gélido viento golpeaba violentamente los árboles haciendo sonar las hojas en el aterrador silencio de la noche.

Y yo seguía quieta con mis pies clavados en el suelo.

Sin saber que dirección tomar para llegar a mi escuela y sinceramente dudaba que alguna criatura de este bosque me ayudara.

Nunca debí haber venido, era una tontería.

Seguramente el o la responsable de las notas sería algún alumno aburrido que decidió matar el tiempo mandandome notas.

Respiré profundamente.

"analiza la situación, Amélie"
Me dije a mi misma.

Pero no tenía escapatoria, tendría que encontrar el camino a pie, hacerlo desde las alturas sería demasiado caotico.

Me resultaba dificil orientarme en plena noche en un bosque repleto de cientos de árboles identicos a la vez que trataba que ningún animal me devorase.

Sencillamente imposible.

Genial yo y mi inteligencia, no se porque presiento que me darán el premio de la idiotez suprema en brebes minutos.

Caminé durante un buen rato hasta que el camino se hizo cuesta arriba.

-¿Quien eres?- me sobresaltó una voz.

No me dió tiempo a responder cuando ya tenía una flecha a menos de tres centrimetos de la cara.

-¡Responde!- ordenó la figura oscura delante mia.

-Soy una estudiante Hogwarst, de Slytherin en concreto- respondí con toda la calma que me quedaba, ocultando mi miedo.

-¿y que hace una estudiante por aqui a estas horas?- dijo mientras separaba el arma de mi cara dejandose ver.

Pude ver que la oscura silueta que había ante mi se convertía en un centauro, a lo mejor  podría ayudarme.

-Estaba dando un paseo y me perdí- contesté sin despegar la vista de su rostro.

-pues vete a la escuela, los estudiantes tienen prohibido venir aqui- gruñó malhumorado.

Parece que la suerte no estaba de mi lado en este instante.

-eso intentaba pero me he perdido- dije intentando que me señalara el camino.

El bufó y levantó su brazo indicandome el camino.

Me despedí de el y fuí lo más rápida que mi escoba me permitia sin alcanzar las alturas.

Al llegar a mi cuarto me fijé en que solo era la una de la mañana y que podría descansar, a pesar, de que a mi me había parecido una eternidad.

(.....)

Me desperté sobresaltada como todas las mañanas a causa de la pesadilla, pero aún así había conseguido descansar los suficiente.

Me preparé y fui a desayunar.

Iba caminando por los desiertos pasillos cuando una nota llegó a mis manos.

¿Es que no podía estar tranquila ni un día?

"Mira lo que pasó, te perdiste, y aunque la suerte estuvo de tu lado no debes volver al bosque.
Anonimo"

Osea que me siguió, por que si no ¿como supo que me perdí?

Pudo haberme ayudado, pero noooo el señor anonimo decidió que era mejor que me perdiese.

Genial, ¡eres de gran ayuda!

No se ni porque tengo una discusión mental si no me puede oir.

Me fuí al gran comedor cabreada y mis amigos decidieron que era mejor no hablarme, buena decisión.

Mientras trataba de no tratar mal a mis amigos ya que ellos no tenían la culpa de nada, se me ocurrió una gran idea.

Salí al patio de la escuela y recogí a una serpiente.

La llevé a mi cuarto y la dejé junto a Esmeralda.

Me dispuse a escribir una nota.

Le puse la carta a la serpiente amarrada con un hilo, en ella ponía "para Anonimo".

Y la solté, con suerte anonimo recibiría la carta.

Y ahora que lo pienso, debe ser un chico ya que en las notas siempre firma como anonimo.

Solté a la serpiente con la esperanza de que se cruzara con anonimo.

Narra Anonimo.

Tenía exactamente 10 minutos para llegar a mi encuentro, debía ser puntual si no quiero sufrir las consecuencias.

No obstante pude ver a una serpiente en medio del pasillo por el que yo caminaba.

Oh muy astuta Amélie, que forma más original de comunicarte con alguien que no conoces.

Me acerqué a la serpiente y agilmente le arrebaté la carta.

"Hola, anonimo, me gustaría saber quien eres y porque parece que me acosas, no pararé hasta descubrir quien eres
Amélie"

Pobre ingenua.

Le escribí una nota rápidamente.

"Nunca sabrás quien soy, es por tu bien, tampoco quiero que lo entiendas
Anonino"

Le mandé la carta con gesto de varita y seguí mi camino apresuradamene.

Llegué al rincón mas retorcidamente escondido de todo Hogwarst.

Y allí estaba el, clavando su mirada en mi.

-¿Que has averiguado?-preguntó desde las sombras

-Aún nada señor, me temo que va a costar más de lo pensado-Mentí.

No pretendía ayudar a estos sujetos.

-Más te vale darte prisa, si no, ya sabes que te espera- advirtió subiendo ligeramente el tono de voz.

-si Señor- respodí.

Y desapareció entre las sombras.

Salí de allí directo hacia las clases, que daban comienzo en brebes minutos.

Narra Amélie.

Me llegó una nota de anonimo.

¡ja! ¿Que por mi bien nunca sabría su identidad? Este chico me ha tomado por tonta.

Le descubriré.

La primera clase fué de defensa contra las artes oscuras.

-Bien, ¿Alguien sabe que es un dementor?-preguntó la profesora.

-Es un guardian mandado de la prisión Azkaban para rastrear a los delincuentes que se escapan- explicó Darrell.

-si, pero ¿quien sabe que es de lo que se alimentan?-cuestionó otra vez.

-Se alimentan de los buenos recuerdos de las personas, cuanto más infeliz eres más bulnerable te vuelves ante ellos-dije mirando a la profesora.

Esta me dió una sonrisa de aprobación

-Muy bien, Amélie- me felicitó.

La clase siguió con total normalidad.

Y aquí se acaba el cap.

Bueno bueno bueno.....¿que me decís de anonimo ehhh?😁😁