La hermana de Pedro - Matteo y tu

Capítulo 18: "Sentimientos"

Desperté de golpe sobresaltada. Fruncí mi ceño, que sueño tan extraño. Toqué mi cabeza, ya que un pequeño dolor se hizo presente en ella, pero a los segundos desapareció, estaba sudando un poco.

¿Qué rayos fue ese sueño? ¿Y por que Matteo aparecía en el?... Mi corazón esta otra vez latiendo muy rapido.

No se que es lo que me esta pasando, pero no me gusta para nada.

Suspiré y trate de olvidar ese sueño. Ví mi celular en la mesa de noche. Lo tome y ví la hora.

Bufe desanimada. Llegaré tarde otra vez.

Me levanté de la cama y busque mi uniforme de la escuela, me lo puse rápidamente.

Bajé una vez terminé de ponermelo y mi mamá no estaba en casa. En la mesa estaba mi desayuno. Me senté y empecé a comer rápidamente y después me lave los dientes. Busqué mi mochila y corrí hasta la escuela.

Narra Matteo:

— ¿Y cómo vas en la competencia?– pregunto Gastón buscando algún tema del cual hablar mientras caminamos al rededor del patio de la entrada.

— Bien, creo. Ámbar me está pidiendo mucho– dije y sonreí — Incluso ayer me dijo que no podía juntarme con el enemigo– reí. Ella sabe que nunca sigo las órdenes que me dan a menos que sean mis padres.

— No me sorprende, viniendo de ella– dijo divertido y burlón.

— Ya sabes, ella es así– dije de la misma manera que el.

Gastón se quedó callado y miro hacia un lugar.

— ¡Mira! Llegó tu enamorada– dijo apuntando a una dirección. Mire donde el señalaba y ví a _____ llegar corriendo.

Reí.

— No es mi enamorada– respondí.

— ¿Estás negando que ella te ama?– rió — Todas las chicas caen a tus pies, y no creo que ella no lo haga– dijo riendo todavía — Y más si es la chica que te gusta– agregó.

— Deja de insistir Gastón– respondí soltando una carcajada. Volví a ver como ella entraba a la escuela ya más tranquila y sonreí un poco — Además... Ella es la Chica Talentosa, es diferente... Es ella

Gastón me miro y rió un poco. Creo que incluso yo me sorprendí por lo que dije.

— Incluso te hizo más cursi, nunca creí que dirías algo como eso ¡Es mágica!– exclamó.

Narras Tú:

¡Yay! Llegué justo a tiempo. Apenas llegué a mi salón tocaron el timbre para entrar a clases.

Saludé a Nina y me senté delante de ella y las clases comenzaron.

[...]

— Luna ¿Como vas en la coreografía de patinaje con Simón?– le pregunté.

— Está increíble– respondió feliz — Estoy tan emocionada de que llegue la competencia, aún que hay un paso que no me sale tan bien– dijo y se le fue un poco la emoción.

— Yo estoy igual, es un paso muy difícil y me cuesta trabajo aprenderlo. ¡Es imposible conseguirlo!– me quejé.

— Bueno, pero ustedes son grandes patinadoras. Seguro lo aprenderán a tiempo– nos animó Nina. Sonreí agradeciéndole.

— Igual, seguro hoy lo aprendo rapidísimo– dije de forma positiva y sonreí — Además, le puedo pedir ayuda a alguien que patine bien. Nunca viene mal algo de ayuda– agregué. Bostecé. Estoy algo cansada... En la noche no dormí muy bien.