Capítulo 3: Visiones extrañas

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Capítulo 3: Visiones extrañas, sueños en realidades.

Magnus quedo bastante pensativo cuando le dije lo que el niño me había dicho, sin embargo, él y Jace, después de un tiempo le restaron importancia y todo pareció regresar a la normalidad.

Durante una semana, no volví a ver a nadie y tampoco soñé nada raro, sin embargo, después de eso, todo cambio.

Comenzó un día, estaba soñando que me encontraba en la completa oscuridad y estaba lloviendo, me desperté, y mi habitación estaba inundada, y no había ningún grifo abierto.

Al día siguiente, había soñado que un viento fuerte me azotaba la cara, y cuando desperté, caí a la cama, ¡Era como si yo hubiese estado flotando dormido! Fui corriendo con Magnus y le pedí que me hiciera un chequeo, pero él no noto nada malo, ¿Cómo explicaba eso que yo hubiese estado flotando, y que mi habitación haya terminado inundada después de un sueño? No tenía sentido.

Los días siguieron pasando, y cada noche soñaba algo diferente, pero lo peor, era que cuando despertaba, mi habitación estaba como en mi sueño, al principio solo terminaba mojada, o yo flotando, pero un día, mi habitación termino congelada, tuve tanto miedo, que grite, y tanto mis hermanos como mi madre, vieron lo que había pasado.

-¡Alec!-Había exclamado con sorpresa Jace, ese día, mientras corría hacia mí asustado.

-¿Estás bien?-Me había preguntado mi madre sin mirarme.

Yo había asentido, y me había tenido que ir a quedar con Magnus, mientras arreglaban el problema. Descongelar una habitación entera no era fácil.

Eh de decir que lo peor, no fue la habitación congelada, sino que, cuando regrese, soñé con que estaba en medio de un incendió, me desperté sobresaltado, ¡Y mi habitación estaba en llamas!

Mi grito debió ser tan fuerte, que mi madre y mis hermanos, prácticamente dispararon a mi habitación, y al abrir la puerta, intentaron hacer que yo fuera al pasillo, un gran problema, pues todo el piso estaba prendido fuego.

Jace eh Izzy trajeron un extintor, y con eso apagaron un poco el fuego, sin embargo, al llegar hasta mí, lo primero que uno exclamo, fue lo que menos espere.

-¡Alec, tus pies!-Me dijo Izzy terriblemente preocupada.

Hasta ese momento yo no había sentido nada, pero cuando ella exclamo eso, yo mire mis pies, dándome un susto terrible al ver que estaban muy quemados, entonces sentí dolor, y termine desmayándome.

Cuando desperté, estaba en la enfermería del Instituto, y tanto mi padre como Magnus, y la familia de Clary estaban ahí.

-¿Qué paso?-Pregunte, aunque recordaba todo.

-Al parecer, alguien incendió tu habitación, Alexander-Me explicó mi padre, mirándome con severidad.

-Ah sí, el fuego-Dije para mí mismo, y entonces recordé mis pies-¡Mis pies!-

Observe que los tenía vendados, y me tranquilice un poco.

-Descuida, ya me encargue de eso-Me aseguro Magnus, y yo asentí.

-Alec, ¿No escuchaste nada anoche?-Me pregunto Jace, parecía triste.

-No, no escuche nada.-Negué, y entonces vi algo frente a la cama.

Agudice mi vista para observar qué era, y me sorprendí al reconocer al niño del parque, quien me miraba con una sonrisa.

-Alec, Alec-Escuche que me llamó.

-¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?-Le pregunte, y él solo sonrió más.

-¿Con quién estás hablando?-Me pregunto Magnus, y yo lo mire desilusionado.

-Con el niño-Le conteste, señalándolo. Magnus se volteó, y después me miro confundido.

-Alec, ahí no hay nadie-Me dijo, yo voltee y vi al niño.

-Pero... ¡Está ahí!-Le indique exaltado.

-Ellos no pueden verme-Escuche la voz del niño de nuevo. Lo mire y él se acercó, quedando justo al lado de Magnus, quien seguía sin verlo.

-¿Por qué no pueden verte?-Le cuestione.

-Porque no estoy aquí-Me respondió, y yo me quede petrificado.

-¿Qué me está pasando?-Le pregunte, recordando las cosas que habían pasado en mi habitación.

-El sello se está debilitando-Me contestó, y pude darme cuenta de que se estaba desvaneciendo, pero antes de irse volvió a hablarme-Rompe el sello, Alec. Recuérdame.-

Después de eso desapareció, y yo comencé a ver borroso, terminando por desmayarme.

"Estaba sumido en la oscuridad, parecía que esto se había vuelto costumbre, sin embargo, escuche su voz, la voz del niño, me estaba llamando. Empecé a perseguirla, y cuando menos quise acordar, corría en medio de un pueblo que se incendiaba.

-Alec, Alec-El niño seguía llamándome.

Su voz venía de dentro de un granero, quise acercarme, pero entonces un remolino de fuego se armó ante mí, y no pude más que retroceder."

Abrí los ojos, asustándome al respirar humo, observe todo a mi alrededor, seguía en la enfermería, estaba solo, y el lugar estaba completamente lleno de humo, quise gritar, pero mi voz no salió. Empecé a toser, entendiendo que mis pulmones estaban llenos de humo, y que mi voz no iba a salir en esas circunstancias.

Me pare de la cama, quería irme, pero apenas camine unos pasos, caí al suelo, había inhalado mucho humo y mi cuerpo estaba débil, entonces volví a verlo, el niño estaba frente a mí, y me miraba preocupado.

-Oh no-Susurro, y agarro mi brazo para ayudarme, lo cual, no pudo hacer, ya que, al agarrarme sus manos me atravesaron.

Forcé mi voz un poco, y pude, muy difícilmente hablarle.

-No puedo ver nada, necesito que me guíes a la salida.-Fue lo que le pedí, el pequeño asintió y comenzó a caminar, mientras que, yo a rastras lo seguía.

Logramos llegar hasta la mitad de la enfermería, pero cada vez me sentía con menos fuerzas, entonces, escuche los gritos de Jace, Magnus y mi padre.

-¡Oh no! ¡Alec!-Me estaba llamando mi parabatai, pero no podía contestarle.

El niño se sentó a mi lado, y mirándome fijamente me dijo:-Tienes que usar tus poderes para repeler el humo-

No le entendía, no entendía nada de lo que el niño me decía, pero en ese momento, oí una voz dentro de mi cabeza, muy claramente.

"-Alec, ¿qué esperas? Utiliza tu poder, detén el humo-" Eso fue lo que me dijo, yo seguía sin entender, y de nuevo, la voz soñó.

"-Ya sabes lo que tienes que hacer, hazlo. Eres fuerte, Alec, no dejes que te lastimen-"

Me levante del suelo, con una fuerza que no era mía, y supe lo que tenía que hacer, aunque sonara muy ridículo. Inhale hondo, y grite.

-¡AAAAAAAHHHHHHH!-Dentro de la enfermería, se desato una ventisca muy violenta que se llevó todo el humo, y dejo la sala refrescante.

Observe que, a la distancia, Jace y Magnus me miraban con la boca abierta, y lo que más me llamo la atención, es que, mi padre, en cambio, me miraba con miedo.

-Bien hecho, Alec-Escuche al niño detrás de mí, yo le sonreí, y entonces caí derrotado al suelo.

Continuara...

Entre la luz y la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora