Capítulo 13: Luz y Oscuridad, te queremos por igual

922 81 10
                                    

Capítulo 13: Luz y oscuridad, te queremos por igual.

Sebastián era muy amable con Jace y Magnus, aunque, ellos lo miraban con desconfianza la mayoría del tiempo. Habían pasado dos semanas desde su llegada, y Magnus había activado salvaguardas y campos de protección alrededor de la casa, con el fin de protegerme, después de todo, teníamos que contarles la verdad, la cual, logró que Magnus se consternara, y Jace, bueno, grito, pataleo, y luego se desmayó, típico de mi parabatai.

Yo suponía que todo iba bien, ya que, en realidad, pensaba que Jace se pelearía con Sebastián en los primeros días, y como no había pasado, lo atribuí a que estaba intentando llevarse bien con él, ¡QUE ERRADO ESTABA!

Una mañana normal, lo primero que oí, del piso de abajo, fueron gritos, lo cual, me alertó, eh hizo que bajara corriendo, solo para presenciar, como Jace rodaba por el piso con Sebastián, y Magnus les gritaba que se callaran.

Yo me acerque al bulto que rodaba por el suelo, y sonriendo le pregunte:-Sebs, ¿Estás jugando con Jace, o se están peleando?- Era una pregunta retórica, lo único que quería, era que se separaban, lo cual, logré.

-Alec-Me llamaron los dos, mientras se sacudían la ropa.

-Buenos días-Los salude, y luego pregunte-¿Ya desayunaron?-

Mi parabatai y mi amigo se quedaron pensando, lo que, causo que quisiera golpearlos, y lo hubiese hecho, de no ser, porque Magnus si me contesto.

-No, aún no desayunamos, Alec.-Me respondió, y luego agregó-Quizás prefieras cambiarte antes de ir a la cocina.-

No comprendí lo que quiso decirme, por lo que, mire mi atuendo, una camisa blanca que me quedaba grande, porque era de Sebastián, y un pantalón negro, normal.

-¿Qué tiene mi ropa?-Le pregunte a mi ex novio.

Magnus no me contesto, sin embargo, Sebastián sí.

-La camisa se trasluce, Alec, a eso se refiere el brujo.-Me explicó, por lo que, me encogí de hombros y camine a la cocina como si nada.

Me daba igual si mi camisa se traslucía o no, el estómago me estaba rugiendo, necesitaba comida, ya después podría cambiarme.

El desayuno fue normal, ninguna pelea ni nada, sin embargo, el almuerzo no fue igual, ya que, no estoy muy seguro de lo que paso, pero cuando quise acordar, la comida volaba, junto con los platos y mis tres compañeros se estaban gritando insultos.

-¿Qué demonios...?-Fue lo que musite cuando vi volando los platos de un lado a otro.

-¡Jace, Sebastián, Magnus, paren!-Exclamé, bastante molesto, sin embargo, nadie me escucho, volví a repetir lo mismo, y siguieron sin escucharme.

Observé como se peleaban durante quince minutos, hasta que, mi paciencia se acabó, junto con el control sobre mi cuerpo, entonces, alguien conocido hablo por mí.

-¡YA BASTA, TRIO DE IMBECILES!-Rugió Oscuridad, más que enojado.

En ese momento, todos pararon, y me miraron, bueno, nos miraron con confusión.

-¡¿QUÉ ACASO NO ESCUCHAN CUANDO ALGUIEN LES DICE QUE PAREN?!-Los reprendió a gritos-¡ALEXANDER LLEVÁ DICIENDOLES QUE SE DETENGAN HACE QUINCE MINUTOS Y NINGUNO LO ESCUCHA! ¡¿ESTÁN QUERIENDO QUE LES DE UNA PALIZA, ACASO?!-

Magnus y Jace estaban totalmente confundidos, no se acostumbraban a las apariciones de Oscuridad, además de que, hasta ese momento, ellos no lo habían conocido. Sebastián, era otra historia, pues se acercó sin miedo a mí, y me zarandeo, diciendo-Regrésame a mi Alec-

Enseguida regrese, y me maree un poco.

-Ya volví, Sebs, calma-Le dije a mi amigo, para que, dejara de jalarme.

-¿Qué pasó?-Preguntaron Jace y Magnus, después de que Sebastián me abrazara.

-El que les grito es Oscuridad, no yo. Ya les había explicado que puede tomar mi cuerpo cuando quiera, así que, ahora lo conocen.-Les respondí, y ambos tragaron grueso.

-Es un poco...hostil.-Me comento Magnus, y yo asentí.

-Por cierto, alguien puede explicarme, ¿A qué se debió la pelea de comida?-Cuestione, mirando más a Jace que a los otros.

-No es nada importante, Alec. Olvídalo.-Me contestó mi parabatai, aunque, sabía que mentía, sin embargo, no pregunte más, y me fui a mi habitación.

Dentro de mi cuarto, me pase toda la tarde, pensando sobre la pelea, junto a Oscuridad, quien ahora hablaba conmigo, a través de telepatía o algo así, para resumir, yo escuchaba su voz en mi mente.

Ninguno de los dos, teníamos idea de por qué se habían peleado en el almuerzo los demás, y a pesar de haber hecho muchas hipótesis, ninguna de ellas pudo ser contestada, no antes, de la media tarde, cuando volvimos a escuchar gritos provenientes de abajo, y salimos de la habitación para ver.

Resulta que, esta vez, eran Magnus y Sebastián los que peleaban, Oscuridad suspiro dentro de mi mente, y me pregunto si quería que los detuviera, negué y baje tranquilamente, hasta la primera planta, donde le pregunte a Jace, que los observaba, qué pasaba.

-Eh...bueno, pasa que...-Intento explicarme, sin éxito, por lo que apoye mi mano en su hombro para que, me tuviera más confianza-¡Magnus y Sebastián se pelean por ti!-

Al escuchar eso, me quede impactado, y después me largue a reír a carcajadas.

Supongo que Sebastián y Magnus me escucharon, ya que, para cuando me calme, ambos me miraban con confusión.

-Alec...-Me llamo Jace, mirándome.

-Si querían que eligiera a uno como novio, pudieron habérmelo dicho, hubiese sido más fácil, y no hubiesen empezado a pelear-Me dirigí a los dos chicos magullados.

-No queríamos ponerte en esa situación-Me respondieron los dos, sin mirarme.

Oí a Oscuridad, llamarlos tontos, y sonreí, enserio eran despistados, sobre todo Sebs, ¿Acaso nunca se dio cuenta de nada? Y todos creían que yo era inocente. Desde que él me empezó a ayudar, y a cuidar de mí, comencé a sentirme diferente, quería seguir a su lado, quería que siguiera cuidándome y protegiéndome, quería quedarme con él, y decirle siempre que no era un monstruo como creía, porque en realidad, era la persona más atenta que había conocido, incluso más que Magnus. Ya no podía ocultar mis sentimientos, ni Oscuridad tampoco, ambos sentíamos lo mismo, lo queríamos a él, ambos por igual.

Me acerque a Sebastián con una sonrisa, y lo bese.

Continuara...

Lamento mucho la espera, no tenía inspiración, y la escuela no me dejaba tiempo, pero ahora eh vuelto. 


Entre la luz y la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora