Dirty Love

Cap 17

Decidido y empoderado de la situación. Saqué mi celular y le marqué.

-Hola soy Nam Joon, deja tu mensaje-

“Lógico”. Pensé frustrado.

Si Jennie lo terminó debe pensar que toda la culpa es suya. Nam Joon siempre ha sido muy sentimental, aunque no lo demuestre abiertamente.

-Jonie- Toqué la puerta de su apartamento:- Jonie ¿estás ahí?- Toqué más fuerte, pero nada. Probé la contraseña que usaba antes de mudarme, pero parece que la cambió porque no sirvió.

-Hola Tae Hyung- Me saludó la vecina que iba llegando.

-Señora Park… ¿cómo ha estado?-

-Muy bien y tu-

-Bien gracias. Señora Park… ¿de casualidad ha visto a Nam Joon?-

-…- Ella se quedó pensativa:-No lo he visto desde el viernes creo. Pero si lo veo le diré que viniste-

-Perfecto. Muchas gracias- Me despedí.

Esto estaba muy raro. Nam Joon no suele desaparecer. Me vi forzado a llamar a su mejor amigo del trabajo.

-¿Aló?-

-Jin. Hola soy Tae Hyung-

-Oh, hola. ¿Todo bien?-

-Genial… ¿me preguntaba si Nam Joon estaba contigo?-

-No. He intentado localizarlo desde el viernes pero no puedo-

-¿Desde el viernes?- “¿Qué putas pasa aquí?”

-Sí. Después de que lo despidieron. Le pedí que me esperara unos minutos para llevarlo a su casa, pero en cuanto volví se había ido-

-¿Lo despidieron?-

-¿No te lo dijo?-

-No. Yo no… sabía- “Esto está mal”:- Jin, cualquier cosa yo te aviso. Tengo que cortar-

-De acuerdo-

-Maldición Nam Joon- Volví a marcarle, pero el celular me daba la misma respuesta. Así que marqué un número diferente esta vez y esperé tono:- Jennie- Dije en cuanto me contestó.

-Ho…- No la dejé continuar con su saludo.

-¿Sabes dónde está Nam Joon?-

-¿Nam Joon? No, ¿porqué?-

-Ayer cuando lo viste donde estaba- Ignoré su pregunta.

-No lo sé. No lo pregunté-

-¿Cómo que no sabes? ¿No te encontraste con él para terminarlo?-

-No. Lo llamé al celular-

-¿Lo terminaste con una llamada?- Pregunté indignado.

-Sí. Es que él no quiso encontrarse conmigo-

-¿Y no sabes dónde estaba o qué?-

-No en realidad- Su tono comenzaba a preocuparse.

-Bueno. Te dejo. Más tarde te llamo- Le corté antes de que siguiera preguntando.

“Por Dios… ¿Qué hago?” Pensaba mientras caminaba de un lado a otro en medio de una acera. Hasta que, más nervioso que antes, teclee en el celular su nombre y de inmediato llamé.

Controlé mi respiración y aparenté estar normal, si ella no sabía nada, no sería yo quien la pusiera en estado de alerta.

-¿Tía?-