Descubriendo un mundo nuevo

Mamá

*Anastacia*

-Prometeme que me llamarás en cuanto sepas algo...si ya sé que siempre digo lo mismos pero...claro que me fio de ti,no seas bobo..._rió suavemente_ saluda a todos de mi parte...yo también os quiero...si, prometo volver pronto...Adiós _colgó soltando un suspiro.

-¿Con quién hablabas? _pregunté entrando a la cocina, esta dió un salto alarmada.

-Joder Anastacia que susto. Hablaba con el hermano de mi...amiga, de la que te hablé en la fiesta.

-¿María? _asintió _¿alguna novedad? _pregunté preparándome un café

-Nada de nada, nadie sabe dónde está desde aquel día _suspiró

-Ey _tomé su mano delicadamente _No te rindas, ya verás cómo la encuestran _sonreí, esta sonrió levemente y asintió.

Desayunamos entre risas y bromas, pocos minutos después entró Cris con el pelo revuelto mientras bostezaba, le ofrecí el café que le había preparado anteriormente, me besó y continuamos con el desayuno. Las vacaciones de invierno habían comenzado y teníamos por delante dos semanas para descansar antes de los examenes de enero.

-¿Qué haremos hoy? _pregunté lavando las tazas mientras ellas reían en la barra.

-Me apetece ir al cine_dijo Cris

-Es una buena idea _sonreí_¿vamos todas? _ambas asintieron _Llamaré a Cata.

-¿Tiene que venir esa? _bufó Cristina

-Si _dije seca fulminándola con la mirada. Todavía no entendía por qué la odiaba tanto, ella es mi mejor amiga, mi confidente, y le debo mucho a ella y a su familia.

-¿Puedo invitar a Isa? _preguntó Anabel

-Claro, vamos todas _sonreí animada.

~En la entrada del cine~

-Como no, la señorita debe hacernos esperar como siempre,¿Es que acaso no sabe lo que es la puntualidad? _preguntó Cris enfadada, apreté su mano ligeramente molesta.

-Tendrá alguna razón_Miré el reloj y eran las 6:30 y habíamos quedado a las 5, Cristina me fulminó con la mirada mientras se giraba para hablar con Ana e Isa. Aparté la mirada y a lo lejos la siluta de Cataleia corría en nuestra dirección. Solté la mano de Cris al fijarme en el rostro serio y agitado de Cata, al llegar a nosotras Cata se tiró a mis brazos dónde comenzó a llorar sin control.

-¿Ca...Cata? _la aparté de mi tras unos minutos _¿Qué ha pasado? _sus ojos rojos por las lágrimas se clavaron en los míos. Abrió la boca intentando hablar para cerrarla nuevamente _Me estás asustando _dije tomándola de los hombros, a nuestro alrededor Cristina, Anabel e Isabella nos miraban preocupadas.

-Es...mamá _dijo antes de abrazarse a mí nuevamente, la apreté con fuerza con los ojos abiertos como platos, miré a Cris quién asintió y tomé a Cataleia de la mano para dirigirnos al coche. Necestiba llegar a casa de mamá lo más pronto posible.

Senté a Cataleia en  asiento del copiloto mientras le abrochaba el cinturón, rápidamente me senté en mi asiento y conduje hasta casa a la máxima velocidad permitida, en 15 minutos ya estaba aparcando el coche delante de aquella casa amarilla, bajé del coche y corrí hasta la entrada, toqué el timbre repetidamente hasta que abrieron, Juan me miró con los ojos igual de rojos que los de Cataleia. Juan, el marido de mamá me abrazó con todas sus fuerzas llorando en mi hombro.

-Necesito verla _susurré, este asintió soltándome, subí las escaleras de tres en tres hasta llegar a la segunda planta, corrí por el pasillo hasta detenerme frente a la puerta marrón, apreté la manilla mientras intentaba normalizar mi respiración. Tomé aire una última vez antes de tocar la puerta.