¿Dónde estoy?

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-Anabel-

El número al que llama está apagado o fuera de cobertura

-¿Alguna novedad? ._preguntó Cristina,negué con la cabeza a lo que ella suspiró ._Maldita sea, hacía tiempo que no lo hacía ._dijo para sí

-¿Ha echo esto antes? ._pregunté

-Después del accidente solía "escaparse" durante unas horas por culpa de sus dolores de cabeza,decía que le ayudaba a relajarse... pero nunca se había ido por tres días ._dijo preocupada mienteas jugaba distraíada con el colgante que llevaba

-¿Crees que pudo ser "él"?

-Es imposible ._dijo._ En la agencia me dijeron que estaba operativo en la "caza" de una chica, aunque al parecer esta se le logró escapar por lo que sigue buscándola.

-Dijiste que los de la otra agencia tenían varios miembros, es probable que mandaran a otro por ella ._dije horrorizada

-¡NO LO SÉ JODER! ._gritó  desesperada mientras se llevaba las manos a la cabeza ._No saber de ella me está matando tanto o más que a ti.

-Lo siento...

El silencio reinó nuevamente la habitación, cada una se sumergió en su propio mundo a la espera de noticias. Varias horas tuvieron que pasar para que el sonido del timbre de la casa nos hiciera dar un salto en nuestros sitios, nos miramos un segundo antes de que Cristina corriera hasta la puerta, al abrirla la ilusión que había brillado en sus ojos fué brutalmente eliminada, transformándola en una de  completa confusión  quedándose totalmente congelada con  la puerta en su mano,lentamente me acerqué a ella, al llegar a su lado la ví, después de tantos años allí estaba ella. Su mirada se clavó en la mía abriendo los ojos como platos, la ira y rabia contenida resurgió tras tanto tiempo encerrada, en un movimiento rápido aparté a Cristina de mi camino  y golpeé con fuerza su rostro tirándola a suelo bajo la atenta y alucinada mirada de todas las allí presentes.

-Anastasia-

-Mierda._susurré frotándome los ojos, al abrirlos había sido cegada por la brillante luz del sol contra mi rostro obligándome a cerrarlos de nuevo. _¿Dónde estoy? ._mi mirada se clavó en las desnudas paredes blancas de aquella habitación en busca de algo o alguien que me dijera que estaba pasando. "¿Cataleia?" . Los recuerdos de la noche pasado llegaron a mi mente, su mirada llena de remordimiento, el lo siento que susurró antes de que todo se volviera negro...de un salto me levanté de la cama corriendo hacia la puerta, la abrí con fuerza descubriendo un pasillo delante de mis ojos, un ruído se escuchaba desde una de las habitaciones por lo que decidí seguirlo.

-¿Hola? ._pregunté dirigiéndome al lugar de prosedencia del ruído, recogí una lámpara que encontré en una mesita en el pasillo, al llegar a la puerta asomé la cabeza, mi vista se clavó en la espalda de una mujer, con cuidado me acerqué hasta ella con la lámpara sobre mi cabeza fuertemente agarrada.

-¿Piensas darme con eso? ._preguntó girándose levemente para clavar su mirada en mí, pegué un grito por la sorpresa dejándo caer la lámpara al suelo ._No te muevas, te puedes cortar ._dijo con calma mientras se acercaba a un armario de dónde sacaba una escoba y un recogedor, con cuidado comenzó a barrer en suelo, al terminar me sonrió mientras tiraba el contenido del recogedor a la basura.

-Siéntate, la comida estará lista dentro de unos minutos ._sonrió con dulzura dándome la espalda. Abrí la boca intentando hablar pero la voz se atascó en mi garganta impidiéndome soltar ningún sonido.

-Sé que debes tener muchas preguntas ._sirvió la comida en dos platos y los posó sobre la mesa pasándo por mi lado ._Ven ._tomó mi muñeca, mientras me sentaba en la mesa, mi mente había abandonado a mi cuerpo y se encontraba dentro de un enorme laberinto en busca de respuestas, aquel rostro, aquella voz...todo en ella me resultaba extremadamente conocido

-Come ._señaló el plato de macarrones frente a mí ._Has dormido durante 18 horas, debes estar hambrienta ._el rugído de mi estómago corroboró su afirmación haciéndola reír. Levantó su azulada mirada clavándola en mis ojos, tras varios segundos la apartó para comenzar a comer ._cuándo termines de comer responderé a tus preguntas ._me miró de reojo a lo que  sólo asentí con la cabeza ante la imposibilidad de hablar, recogí el tenedor y pinché unos cuantos macarrones espiándola de reojo.

Descubriendo un mundo nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora