Maratón (1/4) -Anastacia-

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Día 1

-¿Una exposición de arte? ¿Durante dos semanas? ._pregunté frotándome la sien. La cabeza me daba vueltas a la vez que un fuerte pitido rebotaba en mi oído derecho.

-Si, te lo iba a comentar pero pasó aquello, ya sabes...pues se me olvidó

-Entiendo..._asentí. _ ¿Cuándo te vas?

-Dentro de unos minutos ._fruncí el ceño ._No hagas eso o te saldrán arrugas._ intentó bromear, buscó mis labios los cuales aparté con rapidez._¿Estás enfada?

-¿Por qué debería estarlo? ¿Por qué mi 'amada' novia se va durante dos semanas y lo único que hace es dejarme una maldita nota? ._pregunté arrugando el papel que tenía en mi mano ._Si no me hubiera despertado no te hubieras despedido ._la fulminé con la mirada

-Pensaba hacerlo...de verdad...pero verte así en cama...parecías tan relajada después de tantos días y que no quería despertarte...

-¡NO ME VENGAS CON GILIPOLLECES CRISTINA! ._grité poniéndome rápidamente de pie, esta agachó la mirada.

-Lo siento...

-¡No intentes darle la vuelta! ¿Pensabas irte sin despedirte? Pues venga, puedes irte ._dije fría abriéndole la puerta

-Pero..._intentó hablar mientras se acercaba a mi

-Pero nada ._dije apartándome de su tacto ._Hablaremos cuándo vuelvas ._dije empujándola levemente fuera de la habitación para posteriormente cerrarle la puerta en las narices, apoyé la espalda en la puerta por la cual me deslicé hasta llegar al suelo. Permanecí en aquella posición hasta que la escuché cerrar la puerta de la casa, dejé pasar unos minutos antes de salir de allí, a paso lento llegué hasta el salón dejándome caer al lado de Anabel en el sofá, sin mediar palabra me acerqué hasta su pecho, esta me abrazó con fuerza dejándome llorar en entre sus brazos. 

Las cosas con Cristina ya no eran cómo antes, aquellos pequeños enfados que antes solucionábamos con dulces besos y suaves caricias se habían transformado en enfados que duraban días llenos de miradas rencorosas, ¿la razón de aquello? la misma que ahora mismo acariciaba mi espalda intentando calmarme. 

-¿Estás mejor? ._preguntó tras varios minutos en total silencio. Negué la cabeza abrazándola más fuerte._ ¿Y si la llamas para aclarar las cosas? ._negué nuevamente ._Vale...hoy te lo dejo pasar, pero mañana la llamas y arregláis las cosas, ¿entendido? 

-Si..._susurré

-¿Ahora qué quieres que hagamos? ._el feroz rugido de mi estómago respondió por mí, haciéndome sonrojar._¿Comemos fuera o en casa? 

-Mejor fuera ._dije apartándome de ella ._Necesito aire ._esta asintió

-Vístete, te espero aquí ._10 minutos después ya estaba totalmente lista para salir ._¿Vamos? ._pregunté  agarrando mi chaqueta, esta se levantó del sofá y salimos juntas del piso. Al llegar al restaurante ella se pidió una hamburguesa y yo una alitas de pollo picante. Durante la comida hablamos de miles de cosas, la mayoría sin importancia, sobre la universidad, cómo nos habían salido los exámenes, las risas fueron nuestros mayores acompañantes durante la comida. Al terminar decidimos alquilar algunas películas, compramos mucho helado y palomitas .Ya en casa pusimos la película y nos tumbamos en el sofá, cada una apoyando la cabeza en uno extremo, nuestras piernas se rozaban en medio. 

-Estate quieta ._le dije tras recibir una nueva patada

-¡Cállate, es tu culpa! ¿A quién se le ocurre escoger esa película? ¡Por la noche tendré pesadillas! ._dijo totalmente indignada, exploté en carcajadas sin poder evitarlo ._¡No te rías de mí cabrona! ._las lágrimas caían por mi rostro sin control mientras me apretaba el estómago con fuerza, tras varios segundos conseguí detener mi risa

Descubriendo un mundo nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora