Descubriendo un mundo nuevo

Maratón (3/4) -Anabel-

“¡Se está acercando! JODER JODER JODER JODER ¿Ahora qué? Va, Anabel, venga aléjate, venga a la de 3…2…1…”

Di un paso adelante pegando mis labios a los suyos

“¡Eres una maldita tarada!¡Idiota!¡Retrasada!¡JODER QUE BIEN BESA LA CABRONA!”

Alcé los brazos enredando mis dedos detrás de su cuello mientras la pegaba más a mí, por fin después de tanto tiempo podía saborear sus labios abrí su boca con los míos en busca de profundizar aquel momento, sus manos se posaron en mis caderas alzándome, rodeé sus caderas con mis piernas mientras ella caminaba por la casa hasta el dejarnos caer en el sofá, el peso de su cuerpo sobre el mío era cómo sentirse en el cielo, sus dedos me acariciaban dejándo un rastro de fuego. Giré sobre mi cuerpo quedando así ella debajo, me separé de su cuerpo para poder contemplarla, contemplé sus ojos, el brillo verde habitual había tomado uno más oscuro a causa del deseo.

"Cristina verá este brillo cada vez que la hace suya?"

Cómo si de algo totalmente repujnante se tratara salté lejos de ella, cogí las llaves y salí corriendo escaleras abajo. La escuché gritar mi nombre, aceleré el paso hasta llegar a un parque. Me dejé caer en el banco enterrando mi rostro entre mis manos, las lágrimas se colaban entre mis dedos mojándome los pantalones.

"Soy una total gilipollas, Cristina quedará destrozada en cuánto lo sepa...aunque no tiene por que saberlo...Sólo había sido el alcohol, ¿no? "

-Día 10-

El sol se colaba por las ventanas cuándo entré en casa. En el sofá todavía dormida se encontraba Anastasia dormida, la observé dormir apoyada en la puerta, tras varios minutos decidí ir a ducharme. Al terminar me vestí con ropa cómoda antes de salir nuevamente hacia la calle, cerré la puerta de un portazo con toda la mala leche que sentía en ese momento. Me odiaba a mí misma por besarla, por desearla a sabiendas que no era el mejor momenta y  la odiaba por ser tan jodidamente perfecta. Conduje hasta hasta casa de Carlos e Isabel aparcando el coche en la acera.

-¿Qué haces aquí? ._preguntó Carlos abriendo la puerta ._No te esperaba hasta la noche

-Lo sé ._dije dirgiéndome directamente hasta el sótano de la casa.  Al entrar me coloqué los guantes de boxeo para posteriormente golpear con ganas el saco.

~~

-Anastasia, ya son las 7 de la tarde, deberías parar ._dijo Carlos deteniendo mi puño.

-5 minutos más ._dije

-No, ahora mismo te llevo a casa ._suspiré siguiéndole hacie fuera. Durante el camino ninguno abrió la boca, al llegar él cojió un taxi de vuelta a su casa mientras yo subía a la mía.

-¡POR FIN LLEGAS! ._gritó en cuanto abrí la puerta

-No tengo fuerzas ni ganas de discutir contigo, así que mejor hablamos mañana

-Oh no, de esta no te libras._gruñó tomándome del brazo

-Anastasia ._dije en tono de advertencia ._suéltame.

-No ._afianzó su agarre ._ Tú y yo vamos hablar aquí y ahora.

-¿Quieres hablar? ._solté mi brazo de un tirón ._Hablemos pues ._me acerqué a ella, esta dio un paso atrás intimidada ._¿De qué quieres hablar exactamente? ¿De que le fuiste infiel a Cristina? ¿De que estuvimos a punto de follar en el sofá? ¿Sobre qué quieres hablar exactamente?

-Sobre nosotras ._dijo mirándome fijamente

-¡NO HAY NINGÚN NOSOTRAS! ._grité

-¿PARA TI ESO NO FUÉ NADA?

-¡SÓLO FUÉ EL ALCOHOL! ._grité.

-Sólo el alcohol..._susurró ._Vale, entiendo ._pasó por mi lado dirigiéndose a su habitación cerrando la puerta de un portazo. Supiré y entre en mi habitación, necesitaba una ducha urgente.

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Sé que es muy corto y una caquilla, pero la verdad es que ahora mismo estoy de muy mal humor. Os compensaré .
Blue.