Yang Yeming preparaba la cena, y comían juntos frente a frente en la mesa, pero no hablaban.
Aunque él quería saber tantas cosas, solo se aguantaba mientras Yao Wang comía, siempre absorto en sus pensamientos.
Fueron muchos días de silencio, Yao Wang actuaba como si no existiera, aunque iban a todas partes juntos, y comían juntos, y practicaban escenas juntos. Pero una vez acababa el protocolo todo era silencio.
Cruzaban algunas palabras casuales, por cortesía.
Su desespero se amenizaba aquellos días en los que sonaba su celular sin descanso.
-"Mi Leo... ¿ya no tienes tiempo para mí?"
-"Voy en camino"
Se apuró en ponerse las zapatillas y salió corriendo frente a la mirada atónita de Yao Wang.
Subió por el mismo camino que conocía bien desde hace unos meses y abrió la puerta con la llave que había sido confiada recientemente.
-"¿Dónde estás?"-. Gritó con un poco de impaciencia.
-"En la habitación"-. Respondió una voz en el segundo piso.
Y corrió saltando los escalones.
Estaba tan caliente.
Abrió la puerta de golpe y se encontró con la mujer en lencería de encaje negra y una sonrisa en su perfecto rostro que remarcaba sus pómulos.
-"Te extrañé tanto Leo-"
No la dejó terminar y se lanzó rápido a su cuerpo, besándola con desespero, le arrancó la lencería del cuerpo y vio su pecho desnudo.
Pero algo era diferente, algo no encajaba; miraba aquel cuerpo perfecto, pechos grandes, y piernas largas algo embobado, pero sus pantalones no se sentían apretados, el olor de la mujer también le causaba un poco de malestar...
Buscaba dentro de sus pensamientos aquel impulso que necesitaba para continuar, sus manos torpes tocaron lentamente ese cuerpo tan caliente que ya conocía bien.
Tal vez solo era cuestión de tocar.
Pero su mente no le ayudó, comenzó a recordar aquella piel blanca y fría, que no era esa que estaba tocando. Se alejó poco a poco, mirando algo perdido al infinito como si no supiera qué pasaba.
Y no lo sabía. Ni lo entendía.
La mujer le dedicó unas palabras que llegaron como zumbidos a sus oídos ante la mirada atónita de Yang Yeming.
'Estoy perdiendo la cabeza'.
Huyó rápido del lugar con el mundo revuelto, tambaleante, y con ganas de beber hasta perder el conocimiento.
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El teléfono repicó muchas veces, más de las que pudo contar en su mente, pero contestar era toda una hazaña.
Odiaba los aparatos electrónicos, se había separado de ellos hace un buen tiempo.
-"Yang Yeming no está en casa..."
En el fondo se escuchaba música muy fuerte y balbuceos inentendibles.
-"Sí, lo sé, de hecho, está aquí"-. Contestó, o más bien gritó un hombre en el teléfono
-"¿Quién habla?"
-"WangBaobao, aquí estoy BaoBao".
Reconocía la voz de Yang Yeming gritando arrastrando las palabras.
Estaba ebrio.
-"Se metió en algunos problemas y necesito que venga por él, dijo que era la única persona que podía venir a rescatarlo"
-"¿Rescatarlo de qué?"
-"Yo no lo sé, solo venga por él, es en el centro en la discoteca al final de la calle principal, es fácil de encontrar"
Colgó furioso.
Tenían cosas que hacer y él se dedicaba a perder el tiempo. Hacerle levantar de las pocas horas que podía descansar, hacerle ir hasta el centro de la ciudad solo, en la madrugada, a rescatar a un idiota ebrio y probablemente en algún tipo de problema de borracho...
Si esa no era la parte en la que saltaban con las cámaras escondidas entonces había perdido la fe.
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Pidió un taxi y entró al centro.
Pero allá nunca parecía de noche, las luces de las discotecas a cada lado de las calles le enceguecían, y el olor a alcohol, perfumes, comida chatarra, y basura le hacía querer salir tan pronto como llegó.
Nunca había estado en una fiesta, nunca había estado en el centro de la ciudad, no conocía otro camino más que el de su casa hasta la universidad y estaba muy tenso al respecto.
Hasta que vio dos hombres al final de la calle (uno de ellos bastante tambaleante) afuera de un bar... de pole dancers.
-"Baaaaobaoo está aquí, vino por mí, sabía que vendría, él es el indicado, te dije que era el indicado. Mi baobao."-. Se lanzó a sus brazos.
Y Yao Wang lo empujó con tanta fuerza que lo tumbó al piso. Incluso se le escapó una patada en la entrepierna. No podía joderle más la actitud de los borrachos cariñosos.
Los quejidos de Yang Yeming se escuchaban a kilómetros y la mirada atónita del otro hombre no le había generado malestar alguno.
-"¿Qué fue lo que hizo?"
-"No fue nada tan grave... solo estaba muy ebrio y comenzó a abrirle las camisas a las bailarinas, no hizo nada más, los de seguridad lo sacaron, claro y tuve que salir con él"-. Se llevó una mano al frente, cansado. -"Soy Bi Shu Jin... Un... amigo... y creo que me voy a mi casa"
-"Podrías... pedir un taxi, no tengo teléfono".
El hombre marcó mirando a la pareja con una sonrisa, la escena se le hacía chistosa. El pequeño pálido tratando de levantar a Yang Yeming sin ningún éxito, mientras éste se había quedado en el piso viéndolo fijamente sin hacer nada y sonriendo embobado.
Ahora entendía mejor la situación. 'el gran Yeming completamente jodido'.
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Ya casi son 10
¿Ya puedo hablar de hiatus y esas cosas? :D
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Perdiendo la cabeza
RomanceYang Yeming es un actor con vasta experiencia buena persona, decidido y carismático que siempre obtiene lo que quiere. Yao Wang es un artista solitario, testarudo e inestable que busca cumplir sus sueños y al cual la vida no ha tratado muy bien. Se...