Perdiendo la cabeza

En Calma

Abrió los ojos a las 6 a.m. en punto. Asustado puso una mano en su pecho para convencerse de que seguía vivo.

Sus sueños no eran exactamente placenteros, todo lo contrario, jamás habían sido más oscuros. De aquellos mundos fantásticos que le llenaban de terror desde pequeño sacaba la inspiración para algunas pinturas que nunca quiso mostrar, realmente oscuras y feas para la vista de cualquiera, pero les guardaba un gran afecto y eso no le permitía deshacerse de ellas.

A veces le gustaba desenvolverlas y ponerlas frente a su cama desde donde las observaba intentando recrear algún mundo imaginario donde todo fuera mejor. Era uno de esos días en los que se sentía tan deprimido que solo quería cerrar los ojos e irse lejos.

Se levantó de la cama y se dejó caer en el suelo lleno de papeles, había dibujado hasta las 2 o 3 de la madrugada pero eran esfuerzos muy brutos, líneas en busca de un sentido, caras desfiguradas.

Quería matar el tiempo para no pensar en la única cosa que le aquejaba y se robaba toda su atención.

Hace un año era una persona feliz, su último proyecto había sido calificado como uno de los mejores llevándose una mención especial, iba por encima de todo el mundo. "su talento es innato" "Sus pinturas expresan demasiado" "Es una mente brillante".

'Cuanto montón de mierda'

Se había dado un gran golpe con la realidad de un mundo falso de conveniencias donde nadie tenía piedad y se había quedado solo, por que nunca quiso participar.

Y al final, estaba allí, pensando en venderse de nuevo.

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Estuvo sentando mucho tiempo viendo a la ventana, aunque no había mucho que apreciar, unos cuantos árboles que se movían con el viento. En un momento el sol comenzó a asomarse y a pegarle directamente, lo odiaba, era un sentimiento asqueroso, esa horrible calma después de la tempestad.

Y antes de una próxima tormenta.

No estaba seguro de que hora era, solo se levantó y tomó una ducha fría, se puso unos jeans.

Y volvió a esa misma posición recibiendo los rayos sobre su torso desnudo.

Escuchó como una llave entraba en la cerradura y se abría la puerta dejando entrar la brisa fría.

-"Wang Wang estoy en casa, te traje el desayuno"-. Yeming habló más para sí mismo que para el pálido.

Creía que lo encontraría dormido y se sintió profundamente avergonzado por lo que acababa de decir, debería pensar mejor las cosas la próxima vez.

Se sorprendió aún más al verlo sentado en el suelo con los ojos cerrados y sin camiseta, era una escena insoportable, casi brillaba igual que el sol, los rayos debían rebotar en tanta blancura.

-"En MI casa..."-. Dijo haciendo énfasis en las palabras; le dedicó un ceño fruncido y volvió a la posición en la que estaba. –"No nuestra. Y ¿qué es esa mierda de Wang Wang? ¿Perdiste la cabeza?"

Acababa de destruir su ego, era la venganza por lo que había dicho el día anterior.

-"¿A qué te refieres con "tú casa" ? Ya la compré"-. Respondió tranquilamente.

Yao Wang se levantó rápido y dio dos pasos encontrándose con la mirada despreocupada del moreno, ¿tenía tanto dinero como para comprar esta pocilga solo para seguir molestándolo?

-"No me jodas"-. Y dio otro paso mirándolo con dureza causando que el moreno retrocediera chocando su cuerpo con el muro.

-"¡Es un chiste! Debes mejorar un poco tú sentido del humor"

El pequeño dio un largo y pesado suspiro. Y el moreno continuó ignorando aquel gesto:

-"Traje algo de comida, la hice con mis propias manos, son vegetales salteados con carne, un poco de café, un jugo y- "

-"No tienes que seguir haciendo esto"-. Interrumpió.

-"Lo sé... solo quiero hacerlo"

No pudo resistirse al aroma que desprendían aquellos platos, habían sido ya bastantes años desde la última vez que comió algo casero, su dieta se limitaba a la comida barata de los puestos en la calle.

-"Ahora quisiera que habláramos sobre algo"

'Se había tardado' Entendía a donde iban sus intenciones, eso de conquistarlo con la comida por interés. 'Muy bajo Yeming'

-"Lo haré"

-"¿Ah?"-. El moreno estaba perplejo, ¿lo había logrado finalmente?, tampoco supo que decir, no creyó que fuera tan fácil.

-"Pensé que habías entrado por la ventana..."-. Cambió abruptamente de tema.

-"Tomé la llave de tu casero, dijo que era un secreto y como lo descubrí, me la dio sin pensarlo"

-"¿Así de fácil?"

-"Bueno... también lo soborné, la gente se vuelve especialmente loca por el dinero"

-"¿Podrías dármela?".- Yang Yeming lo miró atento fingiendo no comprender. –"Quisiera que a cambio de colaborar contigo y hacer lo que me pides, me dejaras en paz... No me interesa que seamos amigos..."

-"Oh"

No pudo haberle dicho algo peor, el moreno bajó la mirada bastante deprimido, pensó que al fin había derribado esa barrera de hielo que había entre Yao Wang y el mundo, pero parecía que él no tenía la intención de hacerlo.

-"Voy a terminar de vestirme para ir a firmar el contrato, espero que no sea muy impertinente la hora del encuentro"

Pasó un momento largo hasta que Yeming finalmente pudo pronunciar palabra.

-"Yo te llevo". 

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Eso.