Presentimiento

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Abrió los ojos pesadamente, se sentía terrible, en un estado de asco corporal inmenso que hace mucho tiempo no experimentaba. La luz que llegaba desde el ventanal le golpeaba los ojos y le provocaba vomitar, podía escuchar cada pequeño sonido de afuera como si estuviera hecho por un altavoz.

Estiró uno de sus brazos y palpó el lugar vacío a su lado. El reloj del escritorio de Yang Yeming marcaba las 7:10 a.m, era muy temprano para lo acostumbrado, según el horario del moreno, (que ya conocía al pie de la letra por la necesidad de Yeming de levantarlo temprano para acompañarlo en cada una de sus actividades en sus días libres) él salía a correr a las 8:30 a.m por lo que era tremendamente raro no sentirlo a su lado.

Se levantó mareado y con la cabeza palpitante, bajó al primer piso y se sorprendió con la figura turbada de Yang Yeming apoyado con uno de sus brazos en el sillón, con la mirada fija al horizonte y el desayuno recién hecho en la mesa. El alto no se inmutó por la presencia de Yao Wang, de hecho, parecía que no se daba cuenta de nada a su alrededor.

- "¡Yang Yeming!"-. gritó con ganas de provocarlo, lo que le produjo un punzón en la cabeza que lo hizo arrepentirse inmediatamente.

Yang Yeming pareció volver a la realidad con el grito y mucho más cuando lo vio sentarse en el piso por el dolor, se acercó de un salto y lo tomó de la barbilla mientras acariciaba su rostro.

- "¡¿Estás bien?! ¿Te duele mucho?"

- "No es para tanto, Yeming, hace mucho tiempo que no bebía tanto"-. Yao Wang respondió con una sonrisa inocente.

Pero cuando alzó la mirada a la del moreno, al verlo directamente a los ojos, algo parecía fuera de lugar, era incapaz de entender su mueca de sorpresa. Yang Yeming se alejó de golpe dirigiéndose a la cocina donde volvió a su turbación mientras sostenía el primer objeto que encontró el cual no tenía un propósito específico.

- "Te levantaste temprano"-. Dijo con tono suave aun frotándose la cabeza.

- "No pude dormir". - agachó su rostro hasta casi tocar el mesón avergonzado. - "Wang Wang... realmente, ¿recuerdas lo que pasó ayer?"

- "Bueno"-. Soltó una risa incómoda tocándose el cuello, seguro había hecho algo terrible. –"Si me das un poco de tiempo eventualmente lo recordaré... Por ahora estoy un poco en blanco... acaso ¿hice algo malo?"

- "Come un poco y procura no recordarlo, no es necesario, no pasó nada malo"

Salió rápido de la casa, ahogado, abrumado, y enfermo. Sabía que Yao Wang no podría recordarlo y aun así guardaba la mínima esperanza. Sus impulsos no permitían que el cuerpo del pálido se acercara tanto, quería emborracharlo todos los días para poder hacer eso que tal vez no se repetiría jamás.

Era consciente de que lo que pensaba estaba mal, sentía que se estaba aprovechando de él.

Se metió al elevador y agachó la cabeza nuevamente, suavemente pasó el dedo índice por sus labios y recordó de manera vívida el agitado beso de la noche anterior, el sabor, la dulzura de su piel, lo desesperado que fue su toque.

Después del suceso pasaron unas horas en las que no pudo hacer más que verlo dormir, no pudo conciliar el sueño, no pudo sacar de su cabeza la imagen de Yao Wang, cada minuto en el que se revolvió ante su tacto y sus besos.

'Enloquecí'

Había caído, se había enamorado. Estaba seguro, no solo le gustaba, quería tenerlo, llamarlo suyo, tomarle la mano y abrazarlo en las noches, besarlo por la mañana, decirle lo bonito que se veía cuando apenas se levantaba y miraba al techo mientras se estiraba como un pequeño gato.

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2018 ⏰

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