Carter
Niñez...
Corro por los pasillos de la enorme mansión con el dibujo que hice en mi escuela, llego a la primera sala y visualizo a mami.
―¡Mira, mira! ―Salto muy animado.
―A ver ―Mi mamá lo agarra con una sonrisa y me ilusiono, pero todo se esfuma cuando otra vez ignora mis intentos de atención. Veo como camina hasta el tacho y tira el dibujo en este ―. Deberías hacer cosas más productivas ―solo se limita a decir y se va del cuarto.
Trago saliva y me aguanto las ganas de llorar. Corro a la papelera y con arduo trabajo, ya que el tacho es más grande que yo, logro recuperar el dibujo. Salgo de la sala y voy en busca de papi, que se encuentra en el living mirando televisor.
―Papi... ―digo tímido ya que él es más intimidante ―hice un dibujo.
―No me interesa.
―Pero... ―Hago puchero.
―¡Que no me interesa, déjame ver la televisión! ―me grita y luego presiona sus dientes ―Mocoso de porquería.
Salgo corriendo, con mucho dolor de garganta, porque sigo aguantando mis ganas de llorar, hasta que me choco con algo y termino por dejar escapar las lágrimas, cerrando mis ojitos.
Siento un lametazo en el rostro y abro los ojos. Al visualizar mi perra, la abrazo con fuerza.
―¿Tú si me quieres Fiona? ―Me río cuando vuelve a lamerme ―Mira, mira... ―Levanto el dibujo que deje a un costado y señalo a mi mascota en este ―aquí estás tú... ¿Ves? ―Me levanto y corro a buscar los crayones, tacho a mamá y a papá ―Ya me cansé, desde ahora la familia feliz, seremos tú y yo ―digo volviéndose a escaparme algunas lagrimitas.
Actualidad...
Antes de entrar a mi oficina, veo a mi asientete y le sonrío con malicia.
―Estás despedido.
―¡¿Eh?! ―Se sorprende ―¡Necesito el trabajo! ―ruega.
―¿Y eso a mí que me importa? ―Muevo los hombros ―Necesitaba hacer sufrir a alguien y eres al primero que he visto en todo el día.
Lo ignoro y entro a mi oficina, miro mi agenda del teléfono, porque no me basta con una persona sola, entonces marco un número.
―¡Hola Jazz, quería decirte que lo nuestro ya no va, lo siento! ―Me río y se queja ―Sí, me estoy riendo de tu desgracia ―Le corto para no oírla lloriquear más. Me ha roto el tímpano.
Oigo la puerta y levanto la vista, visualizando a Amy, estando enojada.
―Te vi ¿Cómo puedes despedir así sin más a ese pobre hombre? ―Otra que se queja ―¡¿Cómo puedes cortar una relación así?! ―Se desconcierta ―¡¿Por teléfono?!
―Si quieres le envío un fax ―Me río y luego levanto una ceja ―¿Acaso eres mi madre? ―Me lo pienso ―ah no, mi madre ni se fijaría.
Saca su libreta otra vez y frunzo el ceño ¿Acaso cree que es mi psicóloga personal o qué? Una vez está bien, dos ya es pasarse.
―"Lastima a los demás por sentirse abandonado" ―lee en voz alta una vez termina de escribir.
―Deja de hacer eso ―amenazo.
―Voy a averiguar qué es lo que escondes ―exclama determinada.
Okey ¿Qué bicho le picó a esta? Porque juro que no fui yo. Indagar en mi cerebro ¿Quién se cree que es? Se ha tomado confianza porque le dije que me agrada, se ha equivocado y feo.
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El abogado turbio (R#5)
RomanceCarter Elek, mujeriego, mala persona, sin corazón, no cree en el amor y su única virtud, ser el mejor abogado del país. Mi abogado. [Por culpa de un Ricoy #5] *Por Viviana Valeria V.