El abogado turbio (R#5)

37. Casualidad Maxwell

Carter

Me apresuro a besarla, siento el deleitante sabor de sus labios, sus mejillas suaves mientras las sostengo, pero también están calientes por el rubor, el que yo mismo le causé. Enciendo la pasión sin dejarla respirar, mi lengua busca la suya, hace calor y desearía que fuera aumentando. El tiempo vuelve a la realidad, cuando me separo de ella y decide empujarme para salir corriendo.

―¡Amy, espera! ―expreso sin saber por qué, pero ella ya se ha ido.

Yo no sigo a una mujer, ellas me siguen ¿Qué está pasando?

Llego a la puerta, pero ya no la encuentro. Mala suerte para mí.

~~~

Paso toda la mañana, pensando qué es lo que hice mal, cómo si debería importarme y eso me frustra. Estoy ignorando algo, que no sé qué es, aunque en el fondo de mi mente, siento que no tengo por que saberlo. Quizás he seguido a Amelia demasiado tiempo. Eso debe ser. No conseguí mi cometido, y ahora estoy en este estado.

Almuerzo en la pizzería Hall, no es tan concurrida y es tranquila. Lo mejor, no hay paparazzis cerca. Me la recomendó una loca de las pizzas, en su momento, en una de mis salidas. Otra de mis víctimas, una a la que también le rompí el corazón.

Hablando del Rey de Roma...

―Abejita, Beth, Beth.

La rubia se gira y se quita los lentes de sol, al visualizar sus ojos se nota la ira al verme.

―Carter Elek ¿Qué haces aquí? ―Entrecierra los ojos.

―Como pizza. Lo que se hace en una pizzería, ¿no? ―me burlo.

―Algún día te llegará el karma y no podrás tragar bocado de absolutamente nada ―Se cruza de brazos.

Yo permanezco en mi silla.

―Lo dudo, mi exesposa ya lo intentó y no me pasó nada. Entonces pienso... ―Hago una pausa haciéndome el interesante ―si ella no pudo, nadie puede ―Me río.

―Ya veremos ―dice lo último y se va al mostrador.

Me quedo pensativo y saco mi celular. Escribo "Bethany Maxwell" en el buscador, pero no encuentro nada relevante. Obvio, borró la información. Necesito investigar más, creo que esta casualidad me ha servido de mucho.