Entramos en mi casa y corremos a mi habitación a cambiarnos, saco dos pares de mayas iguales, dos camisetas que se diferencian solo por el color (yo me quedo con la blanca, claramente) y dos sudaderas por si hicieran falta, que no creo.
Una vez listas vamos a mi garaje y abro la puerta grande que da a la calle de par en par.
-A ver si no me equivoco tu habitación está ahora mismo en color verde con muebles marrones oscuro, ¿cierto?-
-Cierto, ¿tienes pintura?-
-Pues claro bebe, tengo blanco, lila y amarillo-
-La pared amarilla-
-Y los muebles blancos y lilas-
-Perfecto, pues toma - le doy un bote de pintura y yo llevo los otros dos hasta su habitación.
-Uf no me acordaba de lo oscura que es esta habitación-
-¿Empezamos?-
-¿Qué te parece si empezamos quitandos todo lo horroroso que hay como por ejemplo las cortinas?-
-Jajaja está bien, y esa lámpara también fuera, tiene más años que mi abuela-
Cuándo quitamos todo lo viejo y feo ponemos papel de periódico viejo por el suelo para no mancharlo de pintura, Emma empieza a pintar la pared y yo los muebles, cuándo termina me echa una mano, estamos terminando de pintar el armario mientras llega Daniel, se cambia y viene a ayudar cómo puede.
-Bueno Em creo que hemos echo un buen trabajo-
-Si, la verdad es que ahora parece más grande-
-Pues sí, vamos a mi garaje a ver que más tengo guardado que te pueda servir-
-Vale, ¿vienes primo?-
-Si, claro, por cierto una de tus maletas se perdió en el aeropuerto solo llegó una-
-¿Qué? No puede ser ¿de qué color es la que trajiste? ¿negra o rosa?-
-Negra, la rosa se perdió, lo siento-
-Menos mal, está bien, la rosa solo llevaba ropa que puedo sustituir, la negra lleva objetos personales, libros, recuerdos, toda mi vida va en esa maleta-
-Ey habladores ¿venís a ayudarme o qué ?-
-Sí perdona es que mi maleta con ropa se perdió-
-¿Es enserio? bueno tranquila te puedo dejar ropa hasta que te compres, podemos ir mañana cuándo terminen las clases-
-Perfecto-
-¿Qué váis a rescatar del garaje?-interviene Daniel.
-Pues no sé, ah mira por ejemplo estas sábanas para la cama, oh y aquella silla de escritorio-
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ALE
Teen FictionAlejandra y Daniel dos amigos inseparables desde que Daniel se mudó a la casa de al lado a los 6 años, crecieron juntos, como hermanos, amigos incondicionalmente, ambos harían cualquier cosa por el otro. Ahora ambos tienen 16 años. ¿Será su amistad...