Capítulo 6

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-Estoy cansada- se quejó Sab.

-Ya lo sé, yo también.

Habían pasado cuatro días desde que empezaron a buscar otro cocinero, y no había forma de encontrarlo.

En el primer local, los pasteles eran horribles. Era cierto que tenían buena pinta, pero sabían fatal.

En el segundo, la comida no estaba mal, pero los camareros no trabajaban bien y el cocinero era un maleducado.

En el tercero había tres ratas debajo del mostrador y pelos en las tartas. Descartado totalmente. Se fueron sin probar nada.

El cuarto les gustó mucho, pero el dueño no estaba interesado en participar en ningún evento.

-¿Es que no hay una pastelería decente en esta ciudad? Si esto va a seguir así, voy a acabar haciendo yo los pasteles- bufó Sab.

Lilly se rio. Sabrina era pésima cocinando. Más de una vez la cocina de su casa había acabado llena de potingues extraños por las paredes.

"Llamada entrante de mamá. Llamada entrante de mamá", dijo el teléfono de Lilly. Lo tenía programado de forma que le avisara de todo, ya que no podía ver.

-Coger la llamada- dijo. De esta forma, se activaba sin que ella tuviera que tocar ninguna tecla.

-Hija, hay dos sitios que aún no habéis visitado. Me acaba de decir Julio que nunca hemos trabajado con ellos.

-Vale, perfecto. Dime donde están y los nombres.

-La primera es "Sugar", y está cerca del parque que hicimos aquella celebración hace un par de años. ¿Sabes dónde?

-Sí, por la zona que trabaja papá.

-Exacto. La segunda es "Brioche". Está en el centro, cerca del centro comercial y los cines.

-Sabrina sabe ir.

-Muy bien. Mucha suerte hija.

-Adiós, mamá.

Lilly le explicó a Sab dónde estaban las dos cafeterías.

-Estamos más cerca de la del centro, aunque tengamos que andar un poco.

-No importa. Vamos.

Caminaron durante diez minutos, cogidas del brazo hablando de sus cosas.

-Hemos llegado- dijo Sab.

-¿Cómo se llamaba?- preguntó Lilly.

-Brioche.

-Cruza los dedos, amiga.

-Los tengo cruzados desde que he visto la cafetería a lo lejos- susurró Sabrina mientras entraban en el local.

Lilly rio y su amiga le dirigió hacia el interior de "Brioche".
















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