Ella©

Capítulo 8

Sabrina ayudó a Lilly a llegar a una mesa, y se sentó a su lado. Al momento se acercó una chica sonriente.

-Buenas tardes, ¿qué desean tomar?

- ¿Tiene pasteles?

-Sí, los hacemos aquí. Son muy buenos. Les recomiendo los de crema y los de chocolate.

-Pues tráiganos uno de cada. Y dos cafés con leche, por favor.

Sabrina vio como la chica que les había atendido se dirigía hacia un chico que estaba en la barra de pie y le decía algo señalando las mesas. El chico cogió una bandeja y fue a servir.

- ¿Y bien? - preguntó Lilly.

- ¿Qué?

- ¿Te gusta el sitio? ¿Está bien? Dime algo- sonrió.

-Me gusta. Tiene todo de madera, con un toque...no sé, la verdad es que es bonito, me ha dado una buena primera impresión.

-Esperemos que no estén horribles los pasteles.

-Esperemos. Por cierto, ya vienen.

Habían cambiado de camarero, ya no estaba la chica de antes. Un chico alto, moreno y de aire desgarbado llevaba su pedido en una bandeja. Era el mismo que estaba antes en la barra.

-Aquí tenéis. Dos cafés con leche y los pasteles- dijo, mirando a Lilly.

Sabrina le observó con curiosidad. El chico puso las tazas frente a ellas y dejó la de Lilly de forma que su mano tocara la cuchara. Parecía preocuparse por que ella supiera donde estaba exactamente la taza.

-Gracias- dijo Lilly, sonriéndole.

Solo entonces las miradas de Sab y el chico coincidieron. Él asintió con la cabeza y fue a servir a otra mesa.

Sab sonrió y se giró hacia Lilly.

- ¿Qué te parece? - preguntó.

Ella acabó de masticar el pastel y se lamió los labios.

-Delicioso.

- ¿Sí? ¿Seguro? ¿Hemos encontrado por fin el sitio correcto? - dijo emocionada.

Lilly asintió con la cabeza riendo.

-Pruébalos tú misma.

***

-Claro, no habría problema.

- ¿Seríais suficientes?

-Hombre, dependería de lo grande del evento.

Sab y Lilly estaban hablando con el jefe de la pastelería, que es explicó que muchos de los trabajadores trabajaban allí a la vez que estudiaban en la Universidad.

-Si ellos no tienen problema, adelante. Tened en cuenta que esto se saldría de su "horario" ...

-A mí me viene bien- dijo el chico que les había servido. Estaba mirando muy serio a Lilly.

-A mí también- la chica del vestido se acercó más a la mesa donde estaban ellas hablando con el pastelero- ¿Qué tendríamos que hacer exactamente?

Lilly se dirigió a ella.

-Principalmente atender en el evento, servir, preparar la zona donde estará la comida... Se os habilitará un espacio para vosotros y una furgoneta para transportar todo el material al lugar donde se celebra la presentación.

Uno a uno los demás trabajadores aceptaron, y Sab levantó los brazos al cielo.

-Bueno... ¡ya lo tenemos!