[2° Temporada]El Mal No Descansa

11. ¿Realmente vendrás por mi?

Capítulo dedicado a AlvaroSTB

-Tu......¿ fuiste un agente secreto?

-Así es, vigilaba ese hombre para encontrarle un punto débil en el caso del caos, cuando estaba por avisar a mis superiores me fue imposible, las redes estaban desconectadas del exterior.Luego descubrí que Zed interfirió en la cobertura de las comunicaciones, pero cuando fue convertido en piedra pensé que mi trabajo estaba hecho.

-Pero si tu estas aquí..... Y me estas pidiendo ayuda, es porque sucedió algo malo...

-Así es, hace unos días logré encontrar el cuerpo petrificado de Zed en las profundidades del océano; este cuerpo emana una gran cantidad de energía psíquica, siendo capaz de crear una barrera para no ser encontrado y así lograr ocultarse y posiblemente Zed intenta remover ese estado y atacar una vez más. Por razones desconocidas no pude remover o destruir esa desgraciada estatua,pero hay algo lo suficientemente poderoso que logre acabar de una vez por todas con Zed -me apuntó- dentro de ti aún posees los poderes que el mismo te insertó en la sangre, ya es hora que le devuelvas el favor y con todas tus energías liberes, y a la vez, entregues todo a esa figura. Con esto, acabarás de una vez por todas con él.

-P-pero...

-No hay peros, quizás tú fuiste encerrada en tu propia mente y otra te utilizó, pero el poder sigue en ti y a menos que suceda un milagro y Yadira aparezca la única que puede eliminarlo eres tú,Sapphire Birch-.

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-Quizás.....podré lograrlo- comentó la castaña mirando su reflejo en un pequeño lago. Ya podía entrenar en paz apenas notó que el extraño suceso en ciudad Malvadona había cesado, así que una vez tranquila y sin la presencia de Christofer, optó por tomar un descanso.

La ex-pokedex Holder, luego de escuchar la noticia del muchacho, aceptó colaborar a un nuevo entrenamiento para controlar sus poderes y llegar al día que liberaría todo hacia aquel hombre petrificado, dando fin de una vez a toda relación con Zed.Mientras ella entrenaba él joven de cabello grisáceo viajaba a buscar más pistas sobre Zed, claro que no existía forma de que ello era cierto o no, pero al menos Christofer tenía el potencial y la sabiduría al momento de ayudarla a controlar la energía que fluía en su sangre.

Con un poco de miedo, acercó su mano al lago, agarró un poco de agua y concentrando su mente una pequeña esfera de agua se formó en la palma de su mano. Unas cuantas gotas de sudor se deslizaban por su frente mientras miraba nerviosa la esfera que comenzaba a temblar.

-¡Blaz!

-¡GAAAH!

Y una pequeña explosión de agua cayó en todo su rostro reacción del grito que dio su compañera Toro causándole un gran susto. Giró su rostro para encontrar a todos sus amados pokémon con bayas para comer. Suspiró agotada, aún no podía usar sus poderes voluntariamente, en cambio, debía requerir al enojo y dejarse llevar por sus sentimientos, siempre con el recuerdo que la atormentaba cada día y noche.

A diferencia del agua, la tierra podía manejarla perfectamente, incluso a modo de práctica y perfección realizaba estructuras de todo pokémon que observara. Se preguntaba cómo era posible si supuestamente ella fue una de las portadoras de la esfera azul, la que se suponía ayudaba a controlar a Kyogre, era la interrogante que formulaba desde que decidió este camino.