Si la vida es una caja de bombones, no vuelo a probar el chocolate

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Llegué al coche de Marc. Miré el móvil y me di cuenta que tenía mensajes de Adrián .

-Andrea, ¿estás mejor? Ayer te vi muy asustada

Sí, no te preocupes, bebieron tanto que ni se acuerdan de lo que pasó.

Vale, mejor, estaba muy preocupado.

Gracias por preocuparte, pero dudo que vuelva a salir en mucho tiempo

No me respondió, supongo que estaría ocupado, me metí en su perfil, y salía con su novia Marlene, la verdad, es que hacían muy buena pareja, y eso me daba mucha rabia, eso, y que la chica sea la persona más amable y dulce del mundo. Apagué el móvil y me puse a pensar.Una silueta se fue aproximando, lo que me sacó de mi ensimismamiento

((Mierda es Leo)).

- Oye, ¿Qué haces aquí? Me has dejado con todo el calentón.

- Mira, Leo, sé, que mi comportamiento de ayer pudo dar pié a que te pienses algo que realmente, no es así.

- ¿Qué dices preciosa? - se fue acercando cada vez más a mí, y yo retrocedía, lo que me dejó contra el capó del coche, intentaba escapar, pero no pude.-Eso es porque no lo has probado.-No sabía cómo reaccionar, así que le di una patada lo más fuerte que pude, sirvió de algo, ya que se retorció de dolor- Joder. Me las vas a pagar.-Salí corriendo, tan rápido como me permitieron mis piernas, pero él me seguía con grandes zancadas. Huyendo, me choqué contra él. Le miré con mirada suplicante para que me ayudase con Leo, asintió y una sonrisa pícara apareció en su cara, sabía que luego  tendría que recompensárselo.
Leo nos alcanzó y Marc me puso detrás de él.
-¿Querías algo, pelirojo?-Dijo Marc en un tono condescendiente.
-A la chica.
-Lo siento, no está en venta.-Lo siguiente fue una guerra de miradas tensas con odio e incómodas que hicieron que la tensión se pudiese cortar.
-Esto es absurdo- rompí el silencio, no podía aguantar más- mira Leo, no quiero nada contigo, y si no lo sabes entender, es que necesitas ayuda.
No sé si fue por mí o por las miradas asesinas de Marc, pero, tras un momento de vacilación, Leo se fue.