9

18 0 0
                                    

Llegamos a nuestro destino, y Marc aparcó en el parking del centro comercial.

- ¿Por qué me has traído aquí?

- Vamos a celebrar que mi querida dama, ha acabado los exámenes, además, tengo una noticia que darte.

- Vale...

Entramos en un Fosters Hollywood, y un aroma llegó a mis fosas nasales junto con recuerdos de mi infancia.

- Mesa 3, síganme, por favor- nos dijo una camarera bajita, rubia a la que juraría que le había visto una carita sonriente tatuada en la muñeca. Después de dejarnos en la mesa y tontear con Marc claramente, fue a por nuestras bebidas y la comida, Marc empezó a decir:
-Andrea, tengo que confesarte algo.
-A ver, dime.
- Es una notícia un poco difícil de asimilar, hasta yo no comprendo, en fin, allá va.-Marc me dejó extrañada, no sabía lo que me iba a decir.- Estoy embarazado.
Me quedé pensando, y capté la broma, tardé en percatarme, ya que soy muy lenta para estas cosas.
-Dios mio, y ¿De cuánto? Tenemos que planear un montón de cosas, ¿Es mío, verdad?
- Es todo tuyo, como yo.-En sus ojos apareció una expresión diferente a la de broma, ¿sinceridad, tal vez? No lo sabía, no era buena adivinando las emociones de la gente a través de la mirada.
-Bueno, y ¿quién le va a dar el pecho? Por que la sola idea de imaginarte amamantando a un bebé...- No pude ante la visión y comencé a reír a carcajadas.
-¿Qué te parece tan gracioso?
-Nada, nada. En fin, ¿esa es la noticia taan importante que me tenías que dar?.





















Si la vida es una caja de bombones, no vuelo a probar el chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora