Llegamos a nuestro destino, y Marc aparcó en el parking del centro comercial.
- ¿Por qué me has traído aquí?
- Vamos a celebrar que mi querida dama, ha acabado los exámenes, además, tengo una noticia que darte.
- Vale...
Entramos en un Fosters Hollywood, y un aroma llegó a mis fosas nasales junto con recuerdos de mi infancia.
- Mesa 3, síganme, por favor- nos dijo una camarera bajita, rubia a la que juraría que le había visto una carita sonriente tatuada en la muñeca. Después de dejarnos en la mesa y tontear con Marc claramente, fue a por nuestras bebidas y la comida, Marc empezó a decir:
-Andrea, tengo que confesarte algo.
-A ver, dime.
- Es una notícia un poco difícil de asimilar, hasta yo no comprendo, en fin, allá va.-Marc me dejó extrañada, no sabía lo que me iba a decir.- Estoy embarazado.
Me quedé pensando, y capté la broma, tardé en percatarme, ya que soy muy lenta para estas cosas.
-Dios mio, y ¿De cuánto? Tenemos que planear un montón de cosas, ¿Es mío, verdad?
- Es todo tuyo, como yo.-En sus ojos apareció una expresión diferente a la de broma, ¿sinceridad, tal vez? No lo sabía, no era buena adivinando las emociones de la gente a través de la mirada.
-Bueno, y ¿quién le va a dar el pecho? Por que la sola idea de imaginarte amamantando a un bebé...- No pude ante la visión y comencé a reír a carcajadas.
-¿Qué te parece tan gracioso?
-Nada, nada. En fin, ¿esa es la noticia taan importante que me tenías que dar?.
ESTÁS LEYENDO
Si la vida es una caja de bombones, no vuelo a probar el chocolate
RomansaHola soy Andrea y tengo 18 años, no son muchos, pero si los suficientes para saber que la vida es una mierda, sobre todo si eres el desliz de una noche tonta con mucho alcohol por medio.