C 2. ¿tú?

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- No de nuevo - susurró la azabache mientras corría para poder resguardarse, de inmediato pensó en Chat noir, fue algo inevitable el voltear a ver hacia donde estaba. Sus ojos se abrieron más gigantescos que nunca al divisar la escena, un segundo después yacía en el suelo, no podía creer lo que había visto, era él, su cabello su ropa, su figura de modelo soñado- ¡¡¡¡¡Era él!!!!! -se escuchaba en su cabeza como ecos que no se detenían e incluso se había olvidado de su enemiga que se había quedado parada viéndola extrañada, no sabía si vencerla de inmediato, reírse de la torpeza con la que se había caído o enojarse porque la estaba ignorando.

- No puede ser él -pensaba la heroína mientras se ponía en pie- quizás fue un reflejo o un espejismo de mi mente -continuaba intentando recuperar su papel de defensora de París- incluso ellos dos son muy distintos, pero y si...

- ¿Ya terminaste? - le preguntó Phantom Queen irritada quien no dejaba de jugar con el yoyo – Deberías aprender modales, pensé que eras una heroína profesional, pero actúas como una novata.

- ¡Ya entendí! -le dijo Ladybug molesta- ya deja de criticarme, cualquiera comete errores

- ¿No sé ni para que me molesto?, por esto es que no trabajo con aficionados- respiró hondo con los ojos cerrados un segundo, luego levantó su rostro mientras pronunciaba y movía los brazos de manera particular -luces- de repente todo el cableado eléctrico comenzó a fallar haciendo que la luz del edificio parpadeara una y otra vez mientras se iban apagando de a poco- Cámara- cuando sus ojos se abrieron todas las ventanas y vidrios del lugar estallaron de un solo golpe –¡¡Acción!!- gritó y detrás de ella aparecieron muchos fantasmas.

-Los habitantes de París- dijo Ladybug aterrada ante esta revelación, había alcanzado a ver a algunos de sus compañeros en la horda de fantasmal

-Esto ya llegó demasiado lejos- dijo el pequeño kwami felino devorando el último pedazo de queso que tenía en sus patitas, volteó a ver a Adrien- ¿Hasta qué hora piensas dormir?, que no ves que estamos perdiendo- se acercó a su rostro y empezó a intentar despertarlo- ¡Despierta! - se colocó en una postura para pensar, no podía creer que en los últimos minutos hubieran perdido contra su nueva enemiga, de que los hubiesen despojados de sus armas, que todo París esté en su contra y lo peor de todo, que la identidad de su compañero había quedado expuesta. Respiró hondo y volvió a reflexionar, luego le dijo al oído - Mira Ladybug estará en tu próxima sesión de fotos-

- ¿Qué? - se iba despertando el rubio mientras Plagga lo miraba aliviado- ¿dónde? ¿Dónde está Ladybug? – A penas recobraba el conocimiento no puedo evitar pensar en su lady

- No hay tiempo para explicaciones, estamos perdiendo

- ¿Qué fue lo que paso? – dijo Adrién mientras intentaba recordar lo sucedido, cerró los ojos y en su mente aparecía la bella joven de sus sueños. La última vez que la vio estaba desesperada, él quería aliviar su dolor, ayudarla a levantarse, pero también estaba débil. Recordó aquel abrazo que ella le había dado, ese momento en el que pudo sentir su calor, escuchar sus latidos, tener el aliento de su respiración entrecortada por el ambiente pesado de encierro en el que estaban, pero más importante aún logro sentir el cariño que ella le tenía. Si tan sólo hubiese podido guardar ese momento para poder acariciar su cabello eternamente y decirle por fin que la amaba como ella jamás se lo podría imaginar, pero no pudo, ese instante se fue como la posibilidad de poder saber quién era la que le robaba el sueño por las noches, quien le hacía sentir mariposas en el estómago y le daba las suficientes energías para querer enfrentarse a todos los enemigos de París si eso significaba tenerla un momento más a su lado, poder verla sonreír, decir sus frases de todos los días, chocar sus puños y verla desaparecer entre el paisaje parisino de la ciudad. Si tan sólo hubiese sido capaz de resistir unos minutos más el habría podido verla, saber quién era debajo de esa máscara y poder perderse en sus bellos ojos azules mientras acariciaba sus mejillas...pero no pasó. Era mejor ponerse de pie y volver a luchar, debía volver a ser Chat noir...

- ¿Plagga ella me vio? - preguntó el joven- ¿Ella sabe quién soy?

-...- el pequeño kwami se quedó en blanco- No hay tiempo para esto, al parecer nos están venciendo.

- ...pero, ¿tu viste quién era? ¿cómo logro salir? ¿dónde está ahora?

- yo...- Plagga volvió a quedarse mudo, flotó a través de la pared y divisó al grupo de fantasmas que recorría la ciudad. El felino volvió junto a Adrien - Bueno ya basta de preguntas, todos los habitantes de París han sido hipnotizados por Phamton Queen así que, ¿qué piensas hacer?

-Tienes razón, pero esta charla aún no termina. ¡Plagga, las garras! - gritó mientras se convertía en Chat noir y se lanzaba hacia las calles de París que tenían un aspecto encantado.

Mientras tanto Ladybug continuaba huyendo de Phantom Queen quien venía pisándole los talones desde hace un rato, había enviado a su ejército de fantasmas para que capturaran a la heroína. Sin embargo, Ladybug había encontrado un buen escondite temporal, el bastón de Chat la había salvado un par de veces y era una buena herramienta ahora que no tenía su yoyo, pero aún no podía dejar de pensar en su compañero, lo había dejado allí sólo, lo más probable es que ya lo hayan capturado. De repente esa escena fugaz pasó por su mente, cuando giró para verlo, y se encontró sin ese antifaz, en ese instante parecía el rostro de Adrien. A penas pensó eso se dibujó una sonrisa incrédula en su labios- "No puede ser él'"- se dijo mientras se le ocurrían mil maneras de diferenciar al amor de su vida con el que asistía a sus clases y moría cada vez que se le acercaba o la miraba, él era tan distinto de su compañero héroe se dedicaba a hacerle bromas. Así que simplemente no era él, tal vez le había parecido ver a Adrien, de todos modos, ambos tenían el mismo color de cabello y ojos así que quizás por eso los confundió. Pero de ningún modo perecía querer admitir que Chat y Adrien serían la misma persona.

  La hermosa súper heroína miró alrededor intentando salir de su escondite, al parecer ya no la seguían, pero todo París estaba cubierto de un aura fantasmal; una ligera neblina lo recorría todo, unas calles estaban a media luz y otras parpadeaban como si estuvieran averiadas. Y también estaban los fantasmas que deambulaban de aquí para allá, no era broma, toda la ciudad había caído bajo el embrujo de Phantom Queen. Ladybug retrocedió enojada, estaba furiosa consigo misma, no podía creer que esto estaba ocurriendo, golpeo la pared con su puño desfogando la impotencia que sentía en ese momento. Su mirada cayó al suelo, no tenía ideas, ni su yoyo, ni a Chat noir, de repente apretó entre sus dedos el objeto que le había ayudado a escapar: la vara de su compañero felino. Sus ojos azules y llorosos se cerraron, no podía creer que había dejado a su amigo, apretó el artículo contra su pecho, estrechándolo en un abrazo profundo, que duro unos minutos, un abrazo que le correspondía a Chat noir pero que había recibido su bastón ante la falta de su presencia. Ese momento le había devuelto parte de su fe, no importa si había fallado, era tiempo de levantarse y de seguir luchando, era mejor fracasar intentando hacer algo bueno que salvarse con una acción cobarde. La joven levantó la mirada, había una luna llena hermosa esa noche, se detuvo uno segundos para pensar en lo que haría antes de escabullirse por las calles intentando que ningún espectro se percatara de su presencia.   

---- :3 el próximo capitulo se publicara pronto, espero que les este gustando 

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MI amor por ti --Miraculous Ladybug--Donde viven las historias. Descúbrelo ahora