Capítulo XVIII Déjame contarte una historia

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Algo andaba mal con su cabeza si lo único que sentía era una leve molestia y un dolor. Mahiru seguía en el baño encerrado y estaba usando la pomada de Kuro. Pero contrario a la noche pasada, le desconcertó que sintiera distinto el pequeño masaje que daba en su pecho, ahora sintiendo sólo un escozor.

Dejo de ponerle atención y se bajo la ropa. Ahora que su atención estaba puesta afuera de ese cubículo, no lograba escuchar a Kuro o Hyde. ¿Se atrevieron a dejarlo sólo?

Mahiru asomo el rostro haciendo el menor ruido posible. Tan pronto apareció su nariz, Hyde dejo de mirar a su hermano para verlo. Ambos, Kuro y Hyde habían mantenido alguna especie de conversación silenciosa. O al menos, eso creía Shirota.

— ¿Ya te pusiste tu ropa, Mahiru-kun?

— En ningún momento me la había quitado — un tic en la sien de Shirota fue gracioso para Kuro cuando se giro a verlo.

Después de un breve silencio, Mahiru no sabía cómo romper esa tensión. Quizás debería salir y dejar a los hermanos conversar, después de todo, aquello no era de su incumbencia... pero, una vocecilla minúscula era persistente en su consciencia.

¿Por qué de la pelea de Hyde y Licht?

— ¿Qué harás con el ángel violento?

Kuro había hablado y Mahiru no sabía si ese era una señal para ir a la puerta y largarse. Se alejo unos pasos para darles espacio.

— Angel-chan se enfado porque unas lindas y tiernas chicas me hablaban coquetamente.

"Parece que no aprende"

Pensamiento mutuo de Kuro y Mahiru. Hyde estaba fanfarroneando con alguna clase de explicación incoherente al decir que las chicas estaban guapas y cariñosas con él, y Licht había estado claramente a su lado cuando esa pelea había comenzado.

— ¿No deberías disculparte con Licht-san? Quizás, deberías ir y hablar con él.

Mahiru no quería meter su nariz, pero a veces era inevitable cuando su boca ya estaba soltando palabras de meterse en problemas ajenos.

— Si me disculpo ahora, seguramente no me va a escuchar. Hay que darle un tiempo.

Shirota veía la preocupación en el rostro del rubio. Pero si Hyde lo decía, era porque es verdad. Se sintió un poco inútil cuando el rubio les sonrió y avanzaba a la puerta del baño. Tampoco podría darle unas palabras alentadoras porque de todas formas, no conocía nada del hermano de Kuro. Recién venia a enterarse que tenia un noviazgo con un chico.

— Esta bien. Lichtan solo se enfada un día, para la noche ya me estará rogando para que le hable~

"No creo que Licht-san haga eso" pensó Mahiru.

— ¡Además, debe estar así porque ha estado con abstinencia sexual estos días!

Un segundo fue suficiente para que Hyde notara el ceño fruncido de su hermano, y Mahiru mirándolo confundido teniendo las manos de Kuro en su oído, tapándolos. Claramente entendió que el castaño no había escuchado sus últimas palabras.

— Hyde — amenazas era lo que sonaba de la boca de su hermano.

— ¡Lo siento, Nii-san! — Y Hyde desapareció por la puerta riendo.

"Igual escuche eso, Kuro"

Aunque igualmente Mahiru se hizo el desentendido. Preferiría ignorar aquello, y borrarlo de su mente.

— ¿No harás nada, Kuro ?

— Ya lo escuchaste, Ángel-chan no escuchará nada. Hay que darle tiempo.

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