Capítulo XI Segunda Parada

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Kuro le evitaba, y lo peor es que no sabía el motivo. Pensó que en las termas lo había lastimado o el shampoo le entro a los ojos, porque el chico se había alejado de él sin decirle nada. Kuro se había marchado de los baños aun a medio bañarse, y Mahiru quería seguirlo y preguntarle el motivo de ese repentino rechazo, pero los chicos del sauna salieron haciendo escándalo, y antes de darse cuenta, Sakuya le abrazaba de los hombros y hablaba de alguna bobada, quedándose él ahí parado con la vista en la salida de las termas.

La hora se le fue en las aguas del onsen, y contrario a lo que esperaba, no pudo disfrutar de ellas. El agua templada no logro quitarle ese repentino estrés y su mente viajaba de pensamientos a pensamientos, preguntándose que le pasaba ahora a Kuro.

No se entero del nuevo escándalo que habían montado los chicos al querer espiar en las termas de las chicas que estaban a un costado del de los hombres, separados por una muralla de firmes y altos bambús, ni la nueva competencia de resistencia en el sauna, algunos por un segundo round.

Al salir de las termas e ir por la cena. Kuro no se había presentado, y aquello le extraño de sobremanera ¿Dónde se había metido? En ese pequeño momento, donde nuevamente compartían la cena en compañía de los chicos, la ausencia de Kuro le hizo sentir desolado. Y no quiso unirse a la conversación de nadie, solo respondía con monotonía a las palabras de Sakuya haciendo que éste le mirara extrañado. Y cuando fue consciente de su entorno, los chicos se marchaban satisfechos, y él siquiera había tocado su cena.

Simplemente había perdido el apetito. Había vuelto a su habitación pero en ella Kuro tampoco estaba. Entonces un extraño sentimiento de incomodidad le había embargado. Y estaba por salir del cuarto y buscar al perezoso cuando su móvil suena con la llegada de un nuevo mensaje de texto. Era su tío.

"¿Que tal estuvo tu día hoy?"

Suspiro sacando una rendida sonrisa. Si su tío enviaba un mensaje y no lo llamaba directamente, eso solo significaba que aun estaba en trabajo y posiblemente demoraría en responder.

"Hoy se perdió una muñeca del anfitrión. Pasamos todo el día buscándola, solo para enterarnos en la tarde que un sujeto la tenia escondida, y todos lo golpearon. Fue horrible tío"

Envió el mensaje y miró en la puerta del cuarto cuando los pasos de los chicos se acercaban. Se sorprendió de ver a Misono siendo cargado por Tetsu.

— ¿Que le paso a Misono?

Chibi se durmió de pronto.

—... ¿Eh?, de nuevo.

Comenzaba a sospechar que las aguas de las termas relajaban demasiado al muchacho , si no ¿Cómo era posible que se durmiera tan temprano? Ayudo con cierta rapidez a tender los futones y recostar al durmiente Alicein en ella, cuando nuevamente la puerta de su cuarto era abierta, y finalmente su mirada se cruzo con la esmeralda de Kuro. El chico desvió el rostro y se masajeo la nuca. Mahiru arqueo una ceja cuando lo vio entrar y tirarse en su futón abrazando la almohada.

—Kuro, ese es mi futón.

No le respondió ni mucho menos le miró. Kuro le daba la espalda y aquello le estaba molestando ¿A qué venía tanta indiferencia? Si tenia algún problema era mejor hablarlo de frente. Había levantado una mano y dispuesto a girar a Kuro cuando su móvil emitió otro pequeño sonido.

"jajajaja Estos jóvenes de hoy en día. Asegúrate de no meterte en problemas Mahiru. No quiero que lastimen a mi pequeño sobrino"

Y lo pensó con más calma esta vez. ¿Que tenía planeado preguntarle o exigirle precisamente a Kuro? Sabía que él era esa clase de chicos. Que evitaba hablar y relacionarse lo menos posible con la gente. Quizás Kuro estaba solo fatigado y no molesto. Quizás el negarle la mirada era señal de cansancio. No esperaba que Kuro cambiara de la noche a la mañana y le dictara todos sus problemas.

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