Capítulo XXII ¿Formalizamos?

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"Se siente bien..."

Le parecía increíble que aun cuando sus manos estaban jugando con los ligeramente largos cabellos de Kuro, y su boca la movía al compas de los movimientos suaves y húmedos de los labios de éste, su cabeza aun esté dispuesta a procesar y pensar la sensación que siente.

Incluso era consciente de las manos del perezoso, que habían cambiado de posición al llevarlas de su cintura a las piernas. Acariciando con la palma abierta toda la porción de piel que exponía en ese short de mezclilla.

Debió ponerse un pantalón en vez de esa corta prenda que dejaba ver en su totalidad sus extremidades.

Mahiru gimió quedamente cuando las manos de Kuro volvieron a su cintura, solo para que al segundo, bajarlas juguetonamente por su espalda baja. Shirota se separo de los dulces labios del chico algo espantado.

—  ¿Dónde estás tocando Kuro?

El mencionado lo observo sin expresión, como tratando de procesar sus intenciones. Pero solo levantó sus hombros en señal de desinterés y volvió a atacar la boca de Mahiru. Al menos, logró rozarla con su lengua cuando una luz blanca los alumbró al rostro a ambos.

Shirota miró confundido donde provenía llevándose una mano al rostro para opacar la iluminación cegadora, y Kuro levantó las manos en señal de rendición.

...

Una cosa era segura para Kuro. Su hermana lo va a castigar.

Y no quiso verla al rostro cuando estaban parados en la puerta, él junto a Mahiru, ambos escoltados por un oficial bajo la atenta y furiosa mirada de su querida hermana. Shirota con la mirada baja y completamente rojo se mordía los labios, y Kuro a su lado miraba el suelo de igual manera. Ambos como niños regañados

— Que no se vuelva a repetir jovencitos. La playa no es para hacer ese tipo de obscenidades.

Suerte que el oficial en turno estaba de buen humor, sino Kuro juraba que su hermana tendría mas que el ceño fruncido en molestia si tendría que ir a buscarlos a la comisaría por faltas a la moral en vía pública.

Tan pronto cerraron la puerta de la cabaña, la chica se giró demandando respuesta con los brazos cruzados.

— MahiMahi me obligó a besarlo.

Shirota se giró a ver a Kuro sintiéndose mas que traicionado. Sentía que ya tuvo la vergüenza suficiente por ese día como para que ahora Kuro lo delatara frente a su hermana... y de paso a Hyde, Licht, Sakuya, y por alguna razón, Tsubaki estaba ahí también.

Sus gritos y quejas murieron en su boca al bajar nuevamente la mirada teniendo la de todos puesta en su abochornada persona.

— Quedas castigado, Ash — tanto Kuro como Mahiru miraron a la chica — Dormirás en el último cuarto sólo. No quiero más problemas por esta noche.

Kuro bufó fastidiado, de igual manera pensaba escaparse en la noche e ir a dormir junto a su MahiMahi. A menos que su hermana le pusiera llave a su puerta...

¿Se lastimaría si saltaba por la ventana del segundo piso?

— Tsubaki...

Un solo llamado frío de la chica, y todos miraron al azabache. Tsubaki bufó molesto de igual manera y se levanto de la agradable silla para posarse frente a Mahiru. Cruzándose miradas, una confundida en demasía, y otra con el ceño fastidiosamente fruncido.

Para Tsubaki, disculparse frente a sus hermanos y algunos era un reto en exceso, pero su hermana no le había dado muchas opciones cuando lo amenazo con llevarlo a algún internado si no dejaba de una vez por todas de fastidiar la vida de Ash.

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