Capítulo XIX ¿Podría disculparme?

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Hyde se removió en las sabanas cuando el murmullo insistente en el cuarto lo alejó de sus sueños reconciliadores con cierto ángel violento. Abrió un ojo y busco en la cama continua al chico. La cama de Licht seguía tan vacía como cuando se fueron todos a dormir.

¿Entonces, quién hablaba en la habitación?

Se sentó sin dignarse a abrir el otro ojo, y así, bastante somnoliento, busco en el cuarto alguna persona despierta a esas altas horas de la noche.

Normal. Todo en el cuarto estaba normalmente tranquilo y silencioso. Su hermano durmiendo con las sabanas hasta la cabeza. En su cama, Mahiru parecía estar igual con las sabanas, el resto de los chicos todos destapados por la calor. Quizás estaba algo sensible por la bronca que tuvo con Licht y no podía dormir con tranquilidad.

Volvió a tumbarse en su cama escondiendo la cabeza bajo la almohada. Todoroki se había cambiado al último cuarto...

Mahiru trago nervioso, esperando unos minutos para moverse y volver hablar. Kuro lo había abrazado, casi aplastando con su cuerpo, cuando sintieron que Hyde estaba despertando.

Parecía que el único momento donde podían hablar y planear cosas era cuando todos estaban dormidos, porque en la tarde no tuvieron tiempo de planear nada cuando los chicos ya volvían a la cabaña, y con ello, el caos.

Y Shirota se había colado a la cama del perezoso nuevamente esa noche. No sin antes colocar su almohada bajo las sabanas simulando que alguien duerme allí. Al menos, Kuro le dijo que hiciera eso.

—  Kuro...

Tenía el cuerpo del chico demasiado cerca. Prácticamente estaba apresado bajo de él, y que Kuro colocara su pierna entre las suyas, no ayudaba a bajar la temperatura que escandalosamente había subido a sus mejillas.

— Parece que volvió a dormir.

Y que le susurrara directamente al oído, tampoco ayudaba en nada.

Mahiru intento alejarse, pero esa acción solo hacia friccionar su cuerpo con el contrario. Se quedó inmóvil cuando la pierna de Kuro le rozo delicadamente...

— Vuelve a tu cama, Mahiru.

Shirota parpadeo al susurro. Tenía sus manos apresando la pijama de Kuro, y las manos de éste se perdían en su espalda y cabeza.

— Si me sueltas, podría volver a mi cama Kuro...

Nervioso, Mahiru lo observo de reojo y el perezoso dormía con su rostro escondido en su hombro. Soltó un suspiro exhausto.

Al menos habían planificado una cosa. Llevarían al matrimonio en disputa al Zoológico. Zoológico que quedaba al costado de ese parque acuático. Escogieron ese lugar porque Kuro dijo que Licht es un firme admirador de los animales.

Podrían llevar al chico ahí y hacerlo olvidar un poco ese mal rato de la piscina.

— Nghn...

Shirota se llevo las manos a la boca cuando nuevamente Kuro se había removido, y su pierna volvió a frotarse contra él. Esta vez, directamente en su entrepierna. El nerviosismo lo invadió de pies a cabeza, y sus ojos abiertos a más no poder trataron de buscar la salida a esa incómoda posición.

Solo había cambiado de cama nuevamente para planificar una salida, y ahora su cuerpo estaba enredado con el de Kuro.

— Mahiru, ¿gemiste?

La piel de Shirota no podía ruborizarse mas, había llegado al límite de enrojecimiento.

— ¡Quítate!

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