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Taehyung está en clase, sentado en su sitio de siempre, mientras mira hacia el cielo a través de la ventana, con el codo apoyado en la mesa y la mejilla apoyada en la palma de su mano derecha, parpadeando lentamente y suprimiendo el bostezo número mil que se intenta escapar de su boca. A estas horas de la mañana podría estar durmiendo, pero al parecer, ir a clase a las ocho de la mañana para estudiar era algo bueno para su futuro.

"Todo lo que hago cada día..."

La puerta de clase se abre mientras entra el profesor, hablando en un tono de voz que no debería estar permitido a esas horas de la mañana.

—¡Venga sientense!—. Cuando estuvieron todos en sus respectivos sitios y algo más calmados, el profesor siguió hablando. —Hoy ha llegado un nuevo estudiante que acaba de ser transferido a nuestra escuela, será su compañero de clase, así que tratenlo bien y hagan que se sienta a gusto, ¿de acuerdo?—. Toda la clase asintió, (excepto TaeHyung, quien andaba luchando contra sus párpados, que se querían cerrar, y a la vez dejándose vencer por la dulce tentación de querer dormirse ahí mismo, encima del pupitre).

"...es esperar..."

La tensión y la expectación en el aire son tan evidentes, ya que todos los alumnos (excepto Tae, quien al final ha perdido la batalla y está quedándose dormido encima de la palma de su mano) miran intensamente la puerta de clase, como si por ella fuese a aparecer Elvis Presley.

La puerta se abre y todos contienen la respiración, hasta que, a través de ella aparece un chico no tan alto ni tan bajo, con el pelo azabache y sonrisa Trident.

Los murmullos hablando de él no se dejan esperar, «¡Que guapo es! ¡Mira su sonrisa!»

"...por el momento en el que mi meñique me conduzca a la persona a la que estoy destinado."

El momento en el que el chico nuevo puso un pie en el aula, el meñique de TaeHyung vibra, haciendo que salga ligeramente de su estado adormilado y mire su meñique, éste vuelve a vibrar de nuevo, aunque lo que vibra en realidad es el hilo rojo que aparecido alrededor de su dedo pequeño, uniéndolo...

—Me llamo Jung HoSeok, y espero que nos llevemos bien—. Hace una reverencia para terminar el saludo sin dejar de sonreír.

...al nuevo estudiante, haciendo que el sueño de TaeHyung se vaya del todo y levante la vista para mirarlo, haciendo abra los ojos de par en par.

—¡DE NINGUNA MANERA! —chilla sin pensarlo, haciendo que todos, incluido el nuevo, le miren con cara sorprendida y curiosa.

—¿Qué te pasa, Tae? —pregunta uno de sus compañeros.

E.D.S.D.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora