Durmiendo con el enemigo

🌼Capítulo 19🌼

〰🌼〰SEGUNDA PARTE〰🌼〰

2 SEMANAS DESPUÉS.

De seguro recuerdan cuando dije que cambiaría algunos nudos que atan mal los lazos de mi vida. ¿Me explico? ¿No? Bueno...me refiero a que cambié algunos puntos, no todos, pero si bastantes. Hoy es viernes, primer día del mes de Mayo y es ya la sexta vez que voy a asistir a una fiesta.

¿No es super cool? ¡Sí que lo es! ¡Y adivinen quién me vendrá a buscar!

¡Keiel! ¡Keiel vendrá a buscarme en su nuevo auto porque ahora tiene su licencia de conducir! ¡Y Oliver también va a venir porque invitó a Pepper! Woooow...son increíbles los giros que puede dar tu vida en dos semanas.

Mis padres no me dejan salir a fiestas, es por eso que siempre les digo que estoy en casa de Keiel, cuando en realidad estoy conociendo a gente nueva, socializando con gente nueva, haciéndome conocida por varios y eso es lo que cada vez logro con mayor intensidad.

Respecto a las notas del colegio...no he cambiado en nada, y es justo lo que quiero. Mis padres sospecharían si de la nada comienzo a sacarme 7 u 8.

A mi hermano mellizo, no le gustó para nada mi nueva personalidad, él pensaba que yo salía porque me encontraba con el chico que él detesta, pero de él me he olvidado, así que no tuvo nada de qué preocuparse. Es más, hasta me cubrió y comenzó a salir conmigo...lo que es bastante raro, pero me agrada.

¡¡No puedo olvidar contarles lo que ha pasado!!: Los padres de las Cardigans se divorciaron, una de ellas se fue con su padre a Berlín y la otra, por mala suerte, se quedó aquí con su madre. La que se quedó es Holly y sigue tan atada a Astrid como antes. La reina de las cucarachas les exigió a ambas que le sean leales y que ninguna de las dos se fuera a Berlín. Anabell la mandó al diablo, pero Holly se quedó aquí, tal como su reina le había ordenado.

¡Y Pj se fue de intercambio el resto del año a Japón! O sea que si contamos en total, tenemos dos molestias menos.

También debo contarles algo muy importante, pero lo voy a relatar tal y como fue...desde el principio del día:
 
Sucedió un día miércoles:

Me levanté decidida, encontrándome a Cherry corriendo por los pasillos de arriba.
Seguro que quería bajar a hacer sus necesidades. Así que lo ayudé.

Volví a subir para cambiarme y luego de eso desayuné con la familia que toda entera se había levantado. Hasta Theo. Todos se encontraban felices, desde la pequeña Magdalena hasta mi padre.

O todos estaban contentos o sólo yo lo estaba tanto que alucinaba con ver a las personas de la misma manera. No lo sé.

Mi mellizo y yo saludamos a todos cuando escuchamos las bocinas afuera. Los autos de Keiel y Alex nos esperaban, mi hermano entró al de su amigo en el cuál también se hallaba Oliver y yo me senté en el asiento del acompañante del auto de mi amiga.

Ambos conducimos hasta el colegio y allí, en su mismo lugar, en la misma baranda de la escalera principal que da la bienvenida a la puerta del colegio, se encontraba Astrid. Que aunque ahora carezca de dos cucarachas, sigue siendo una reina.

Las clases pasaron como siempre...fui la única que pudo contestar todas las preguntas del profesor, la única que ganó la estrellitas, sí, todo normal.

El punto que quiero relatar con precaución fue el almuerzo.

Estábamos yendo para el comedor, como todos los alumnos. Escogimos una mesa para unas cuantas personas en mitad del salón, sólo a unos metros del "Altar". Allí nos sentamos: mi hermano, Alex, Keiel, Oliver y yo.