CAPITULO XXV

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2 SEMANAS DESPUÉS...
8:45 am. sonó la bendita alarma como todas las mañanas desde hace dos semanas. Sí, bastante tiempo.

Me levante de la cama y fui directo al baño, necesitaba hacer mis necesidades. Después me vestí con ropa deportiva, cepille mis dientes y salí de casa.
— Otro día más Dante —

— Así es señor — dijo este en el auto. Y comenzó el recorrido.

Hoy había sido programada la segunda reunión en la empresa, tenía tanto deseo de volver a ver a Katherin, que bien no teníamos una charla en concreto, pero pues por ahí dicen que lento pero seguro.

katherin:
No había tenido una buena estancia en New York, primero por qué mi padre no estaba conmigo, en segunda podría decir que en estas dos semanas estaba por hecho que la relación entre Chris y yo estaba quebrando, y tercera había hablado con Ian Johnson, así es, mi socio, avisándole que quizá no asistiría a las reuniones por trabajo, lo cual es mentira, la verdad es que me sentía incómoda no podía ver a Robert de otra manera y eso me daba inseguridad me hacía sentir culpable de lo que pasaba en mi matrimonio.

— El bebé sigue dormido Denis, nos vemos por la tarde — avise a la nana.

— Muy bien señorita que tenga un buen día —

Salí de casa y me dirigí hacia Craig Tower.
Después de unos largos minutos llegue, pues el tráfico por la mañana en Manhattan era único.
Entre a recepción y después tome el elevador para ir hacia la oficina, en este caso me hospedaba en la de mi padre pues en su ausencia era mi estancia.

Me senté en el escritorio encendí la computadora y comencé con mis diseños para los próximos arquitectos en espera.
Me encantaba diseñar, y darle mi propio toque es ahí donde me desconecto del mundo.

robert:
Llegue a la empresa con una vibra única, había hecho mi rutina esta mañana y ahora la cereza del pastel: ver a Katherin.
— Buen día Jefe el socio está en la sala — avisó la recepcionista

Me paré en seco y la mire

— ¿solo Ian Johnson? — está asintió con la cabeza y camine hacia la sala.

Era de vidrio podías ver de fuera el interior de la sala de juntas y sí efectivamente, solo estaba Johnson sentado en una de las sillas, abrí la puerta y me recibió con esa dentadura impecable e envidiable que tiene, carajos.
— Hey, qué tal — se puso de pie y me saludo

— Qué tal Johnson —

— Creí que serías el primero quien estaría aquí –

— Por las mañanas voy al gimnasio y me tomo el tiempo para mí mismo — tenía que presumirlo de alguna manera podía verme mejor dentro de unas semanas.

— Oh vaya, que bien —

— Entonces esperemos a Katherin seguro no tarda –mire mi reloj y me senté en seguida

— Claro lo había olvidado, ella no vendrá. Aquí tengo unos documentos que me envió por archivo y son sus presentaciones y lo que faltaba por concluir —

Lo miré con el ceño fruncido y automáticamente tense la mandíbula

— ¿documentos? ¿Has hablado con ella? —

— Si, bueno hace días — este sonrío cual enamorado, lo cual provocó más enojo en mí

— ¿Y dónde está ahora ella? ¿Viajó? ¿O por qué no vendrá? —

— Explicó que tiene mucho trabajo en la empresa de su padre y pues ese fue el motivo, no sé dónde está ahora mismo Robert, no vivo con ella — río — por cierto estando en confianza ¿crees que pueda tener algo con ella? O mínimo que acepte salir conmigo —

— Explicó que tiene mucho trabajo en la empresa de su padre y pues ese fue el motivo, no sé dónde está ahora mismo Robert, no vivo con ella — río — por cierto estando en confianza ¿crees que pueda tener algo con ella? O mínimo que acepte salir con...

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Reí fuerte y negué con la cabeza.

— Vamos Johnson ella está casada por supuesto. Tiene un hijo también, así que no veo la posibilidad —

Este se quedó serio por un rato pero no descartó seguir con su acción de "tener algo con ella" lo cual elevó mis niveles de partirle la cara ahora mismo.

— Podemos cambiar la junta para mañana ¿no? Digo no creo que tengas algo que hacer — exclamé

— Perfecto vendré mañana —

— Tengo que irme, puedes quedarte aquí y seguir leyendo tu periódico o lo que sea, nos vemos — salí de la oficina de golpe y fui hacia el parking donde estaba mi auto.

Ni siquiera salí por recepción pues era la salida más rápida, yo necesitaba enfrentarla de una vez por todas. Estaba cansado de sus juegos tontos, moviendo cielo y tierra, gastando millones para que me rechace algo que he venido planeado por semanas, eso sí que no.

No sé cómo le hice pero esta vez el tráfico me la pasé por en medio de las piernas, pues en menos de veinte minutos yo ya había llegado a Craig Tower.

— Hay katherin lo que me haces hacer... — susurre mirando de arriba hacia abajo el gran edificio.

 — susurre mirando de arriba hacia abajo el gran edificio

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COMO SI NO HUBIERA MAÑANA (Robert Downey Jr)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora