Secreto.

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-¿Darylné?

-¿Umh? -Froté mis ojos mientras intentaba ver mi entorno-, ¿Nathaniel?

-Es de noche, tienes que comer algo -señaló el plato que tenía en manos -, ¿quieres pizza? Amber la pidió para nosotros.

-¿Y... Amber?

-Se ha ido a dormir en casa de Charlotte.

Después de eso, Nathaniel salió un momento para que yo me dé un baño. Al terminar fui a buscarlo hacia a su recámara.

-¿Nath? -Abrí lentamente la puerta de su habitación.

-¿Pasa algo? -Me miró desde su escritorio.

-No, es que... ¿Estudias? -Me acerqué a él

-Solo termino -cambió la página de su libreta rápidamente-, algunas... Cosas.

-¿Qué me ocultas? -Sonreí e intenté tomar la libreta.

-¡No es nada! -Río nerviosamente mientras me quitaba la libreta.

-Dime o mejor, ¡muéstrame! -Logré quitarle la libreta y me lancé a la cama a leer.

-¡Daryl!... Solo... Tengo apuntes y ya -dijo quedándose aun sentando.

-Umh, tienes linda letra -comenté-, tan ordenada, mejor que la mía -lo miré.

-Gracias, la práctica sirve -dijo en tono burlón.

-¿Haces apuntes de t... -Me detuve en una letra. Una pequeña letra, encerrado en un corazón.

-¿Qué pasa? -Caminó hacia la cama y se sentó.

-¿Quien es "L"? -Lo miré picaramente-, ¿mi hermanito tiene novia?

-¡No! Eso... Eso es... -Nathaniel estaba completamente rojo.

-¡Vamos que no se acaba el mundo porque te guste alguien!

-Eso lo sé, simplemente no puedo estar con ella y ya.

-¿Tiene novio?

-No, ella no...

-¿Entonces? -Lo interrumpí.

-Tal vez a ella le guste otra persona -dijo ocultando su rostro en la sábana.

-Oh, necesitas ayuda -le acaricié la espalda.

-¡No, no, no! -Exclamó -, tu solo concéntrate en tus estudios, que para eso estas.

-Uy, vale, papá -le respondí en tono burlón.

-Pff, ¡vale!... Es Lynn, la chica castaña de ojos verdes que conociste hoy.

-¡Wow! ¡Y la conozco! ¡Super! -Me levanté y caminé por toda su habitación.

-¿¡Qué estás planeando!?

-¡Una cita!

-¡NUNCA! -Nathaniel salió corriendo de su habitación.

-¡Eres un dramático! -Le grité.

-¡Siempre quise hacer eso! -Me respondió desde la otra habitación.

Como ya era de noche, decidí volver a dormirme.
Tuve una pesadilla... Estaba pequeña, tal vez tenía unos 7 u 8 años... Me encontraba en un pasillo, pero sin paredes, algo así como un precipicio.
Estaba corriendo, agitada, con miedo... Pánico... Y la voz de mi padre resonaba como si estuviera en un eco interminable:

"No eres mi hija".

Ese sueño lo he tenido desde que me llevaron a ese internado. Pero no puedo recordar el porqué.

La Mini AmberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora