-¿Qué dice la super modelo?
-Bien, si la vas a mencionar, que sea por su nombre, recuerda que es mi hermana -miré a la morena-, sobretodo si serán tus primeras palabras al presentarte.
-Vamos, Daryl, ya me conoces.
-Digamos que solo saber tu nombre no dice mucho de ti, tu primer saludo si -ella rió haciendo sentirme incómoda.
-Lo siento, pero te me haces familiar, quizás es porque te pareces a Amber -me extendió su mano-, soy Priya, un gusto conocerte.
-Darylnee -sonreí-, también es un gusto.
Después de eso, pasé el resto de la clase de matemáticas sin hablar a nadie y mi hermana tampoco fue a clases. Según Nathaniel, todos los viernes se va con sus amigas a una playa.
-¡Hey, Dar! -Volteé y vi a la castaña acercándose a mí-, hola, quería charlar un poco contigo.
-Hola, Lynn, ¿charlar? ¿De qué? -sonreí queriendo que Nath pasara por aquí.
-Las chicas y yo, nos vamos todos los sábado a una pequeña fiesta, y queremos que vengas.
-¡Me parece perfecto! -Sonreí emocionada.
-¡Qué bien! Paso por ti a las 9.
-¡Vale!, ¿pero sabes donde vivo?
-Sí, una vez Nathaniel nos llevó ahí.
-¿A ti y a quién? -Nathaniel, picarón.
-Oh... Rehita, Kim, Kentin y yo... Fuimos por cosas del estudio y él nos ayudó -sonreí. Es bueno saber que Nathaniel cambió y es amable.
-Entonces te espero en mi casa, ¿vale?
-¡Sí!
Seguí caminando hasta el patio, faltaba una hora para ya poder irme, me senté cerca del pequeño invernadero. Pensaba en mi llegada, mi familia y las personas que acabo de conocer. No sé nada de ellas, salvo de Rehita que tiene una relación con Priya. Además que Amber se comporte como una diva no debería ser una sorpresa, mamá nos educaba para sentirnos importantes. Hubiese querido que Amber estuviese conmigo en mi antiguo instituto, tal vez así sería otra. Aunque me pregunto... ¿Por qué solo yo tuve que irme? ¿Realmente me comportaba tan mal?
-Hola, pequeña muñeca barata -esa voz que me hacía irritar. Lo miré delante mío.
-¿Se te perdió algo? -Respondí intentando sonar ruda... Fracaso.
-Yo no, parece que tu si perdiste dos cosas -rió y tomó asiento junto a mi-, ¿qué haces?
-Oh, en realidad nada. Espero a mi hermano.
-¿El delegaducho?
-Bah -después de mirarlo molesta, me levanté dándole la espalda.
-Uy, se enojó, la tabla.
-¡Oye, ¿qué te...?! -Opté por callar cuando vi a Nathaniel saliendo del instituto. Corrí hacia a él e ignoré el griterío del ojigris. Que por cierto... Aún no se su nombre.
Al llegar a casa lo primero que hice fue tomar un baño. Al salir de éste, un olor a comida inundaba la casa, me dirigí a donde provenía, la cocina.
-¡Nath! ¿Estas cocinando? Wow -lo miré mientras me acercaba a la estufa, donde una sartén despedía ese aroma tan delicioso.
-Oh, si... A veces me relajo cocinando... No te acostumbres, no lo hago seguido. Mayormente la señora Dania cocina.
-Oh vaya, eso no lo sabía -tomé una cuchara y la sumergí en la sartén.
-¡Hey, ¿qué haces?! -Exclamó mientras yo me llevaba la cuchara a la boca rápidamente. Uy, grave error. ¡Olvidé soplar! Bububu abrí mi boca dando saltos, esperando que con el aire se enfriara el bocado que tenía. Nathaniel reía demasiado-, ¡tonta! ¿Te quemaste mucho?
-Auchauch, no -lo miré enojada-, malvado.
Se volvió a escuchar su risa por toda la cocina. Momentos después nos encontrábamos comiendo. Recordé que debía de ir con Lynn, ¡ya se acerca la hora! Miré a Nath dando su último bocado, por lo que se me ocurrió una idea sensacional.
-¡Nath! -grité de repente, se detuvo asustado a medio masticar- ¡vas a tener una cita con Lynn! -Él comenzó a toser mientras tomaba un poco de jugo.
-¿¡Qué!? -Me miró intentado saber lo que yo quería decir con esa frase.
-¡Hoy! Vamos, Lynn me ha invitado con las demás a una pequeña reunión -mentí-, sería un buen momento para que coquetees con ella.
-¡Estás demente! -Exclamó-, no iré, te han invitado a ti... A mi parecer es reunión de mujeres y que yo sepa no soy una mujer.
-Umh tienes razón... ¿¡Y si te pones ropa de Am...
-¡¡Calla!! -Gritó levantándose de la silla, tomó sus platos y se fue a la cocina.
Umh, ¿que puedo decirle para que vaya? ¡Es una grandiosa oportunidad para él! Luego de pensar y pensar, decidí rogar, suplicar y hacerlo irritar. Al menos cuando éramos niños eso funcionaba.
Escuché el timbre del portón, momentos después Lynn, Kim, Rehita y Priya entraban a la sala.
-Solo esperamos a Nathaniel, ya debe de bajar. Se demoró más que yo -reí nerviosamente, espero que no vaya de traje, eso se me haría muy gracioso.
Pero no fue así, Nathaniel se había puesto ropa casual, optó por una playera blanca ajustada, polera negra y unos jeans. Su cabello estaba algo desordenado y su perfume inundaba la habitación. Miré de reojo a Lynn, ella lo miraba con un brillo en los ojos. Ese brillo que tiene una mujer cuando está... Enamorada.

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La Mini Amber
Fanfikce-¡Daryl, despierta! - ¿Ah? -bostezo-... ¿Qué pasa, Violett? -¿Cómo qué "qué pasa"? ¡Hija mía, hoy te vas! Por un momento la chica rubia dudó en lo que su compañera le decía... Sus pensamientos se centraban en una pregunta: ¿Me voy? -¿Daryl? -Susurró...