Cada paso que daba hacia La Dehesa se sentía como una eternidad, como si estuviera yendo a mi propia muerte.
Yo sabía que no tendría que ser tan exagerado pero mierda, habían llamado a muchas personas a buscarme.
Pude distinguir como todas las luces de la cabaña estaban encendidas y como se veía el movimiento de las demás personas dentro. El auto de Alex estaba aparcado en la entrada junto a otros coches.
Me gire mirando al bosque por si había alguna señal de Louis, pero no había nada más que el cielo mezclándose entre el naranja y el purpura, asomándose el azul. Sin embargo, me gusto pasar tiempo con él, así que lo iba a volver a visitarlo pese a sus quejas y preocupación
Mientras más caminaba hacia la cabaña más me crecían los nervios, no sabía cómo inventarme una mentira en menos de 5 minutos, tampoco sabía que tenía que decir, o como debía actuar ¿triste? ¿feliz de estar con vida? ¿asustado? No es que nunca hubiera mentido, pero no se me daban bien las mentiras con 5 minutos de práctica.
Así que cuando estaba por golpear la puerta, oí a varias personas dentro, y después me di cuenta que era mi casa, no tenía por qué golpear.
Cuando empujé la puerta varias personas se quedaron inmóviles viendo mi cara, eran alrededor de 10, los reconocí porque eran vecinos del pueblo. Todos ellos se acercaron a mi preguntándome como estaba, donde y con quien había estado, incluso una mujer se acercó a tomarme la temperatura. Me sentía abrumado y los quería a todos fuera.
Incluso vi a un hombre sacar su celular y hablar por teléfono, por su tono de voz supe que le estaba hablando a mi tío y a las demás personas que estaban dentro del bosque buscándome.
Me sentía ahogado de tantas preguntas de rostros desconocidos para mí, porque podre haberlos visto en el pueblo pero de eso a tener confianza estaban muy lejos, no conocía a nadie y los quería echar de mi casa pero no sabía cómo sin sonar tan irrespetuoso, a pesar de todo ellos se preocuparon por mí.
No se en que momento paso, pero cerré los ojos un minuto y al siguiente estaba sentado en el sillón y mi profesora Angela estaba en frente mío ofreciéndome un vaso con agua y una pastilla.
Y parpadee varias veces porque ¿Qué hacia mi profesora en Colmenar? ¿Que ella no estaba en la capital? Y pensé que estaba delirando hasta que oí su voz:
—Harry, toma esto te ayudara con ese dolor de cabeza que tienes. —su voz sonó autoritaria, pero con una pizca de dulzura, como siempre.
Así que tome la pastilla de un solo trago de agua y me recosté mejor mientras la miraba con una sonrisa pequeña.
Ella no tuvo tiempo de correspondérmela porque Alexander entro como loco a la cabaña, me miro por unos segundos antes de suspirar mientras despedía a las personas que estaban dentro y les daba las gracias por haber ayudado en mi búsqueda.
Luego de que todo el mundo se fuera paso algo que nunca me imaginé que podría pasar, o por lo menos no algo mientras yo estuviera vivo.
Mi tío se acercó hasta donde yo estaba recostado y me beso la frente.
El literalmente me beso la frente como un saludo fraternal, como si me hubiera extrañado. No gritos, no quejas, nada.
Solamente me pidió que me acostara en el sillón porque un médico me iba a examinar las heridas.
Me tomo la temperatura, el pulso, reviso mis heridas y mis ojos, pero al parecer todo estaba fuera de peligro (gracias a Louis) pensé.
—¿Qué sucedió, Harry? —pregunto el hombre de cabello gris.
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El bosque de los corazones dormidos l.s
FanfictionDonde Harry debe buscar su próximo hogar junto a su único familiar vivo en un pueblo cercano al bosque, pero siente el peso de unos ojos azules a sus espaldas desde que ha entrado a su nueva residencia