Pasamos a dentro de la casa. Era muy grande y preciosa. Me presentó a su hermano, Abel, era guapísimo, tenía ojos verdes, pelo moreno y blanco de piel. Lo había visto unas cuantas veces en el instituto pero nunca me había fijado en lo guapo que era.
Nos sentamos en la mesa a cenar. La cena tenía pinta de estar riquísima. Abel, se sentó enfrente mía, no paraba de mirarme y me ponía muy nerviosa.
De que acabamos de cenar fui al baño a retocarme un poco. Notaba como alguien me seguía, miré hacia atrás y me encontré con unos ojos verdes preciosos.
-Hola.-Dijo.
-Hola.-contesté sonriente.
-¿Te apetece salir a tomar algo?
-¡Claro!
Bajamos a la planta baja, donde estaban todos.Por lo que vi, Zayn había llegado. De que lo vi allí sentado al lado de Mariem con sus ojos marrones preciosos, esa sonrisa que tanto me gustaba y su barba de unos dias que tanto me gustaba acariciar, no pude evitar sonreir.
-Nos vamos a tomar algo.-Dijo Abel.La sonrisa de Zayn se le borró de la cara.
Salimos de la casa de Mariem y nos pusimos rumbo a un pub que había cerca de aquella enorme casa.
Abel era muy majo, no parabamos de hablar y hacer bromas.
-¿Te gusta Zayn?-Preguntó con interés.
-No, es sólo mi amigo.-respondí seca. Obviamente le estaba mintiendo.
-No parece que seáis amigos, tenéis pinta de ser algo más.
-¿Podemos dejar de hablar de Zayn?
Estuvimos un rato y me llevó a casa en su coche.
De que estaba a punto de salir del coche, se acercó a mi y me besó. Besaba genial, no se el por qué pero no me quería separar de aquellos labios Nos separamos por falta de aire. Le regalé una sonrisa y salí del coche.
***
A la mañana siguiente, me levanté a la hora de todos los días y me empecé a preparar para ir al instituto.
Bajé a desayunar con miadre, me lavé los dientes y me puse en camino al instituto.
Iba por la calle y vi a Abel recostado a un coche que no era el suyo.
-Buenos dias.-Dije sonriente.
-Buenos días.-me besó.
¿Qué hacía? por que nos hayamos besado una vez no significa que seamos algo. Además no me gusta y el poco interés que tenía en ser su amiga lo acabo de perder tras esto.
De que me separé vi que Zayn estaba viendo como nos besabamos.
Los ojos se le pusierion de color marrón casi negro y apretó los puños con todas sus fuerzas, se le notaban todas las venas de las manos. Sabía que estaba enfadado, nunca lo vi así y me daba miedo. Miraba a Abel con cara de querer matarlo.
Se acercó a nosotros a un paso ligero, yo le susurré un "no" pero seguramente no me escuchó y si lo hizo le dio igual.
Se tiró encima de el y comenzó a darle puñetazos por toda la cara, haciendo que le sangrara la nariz y su labio.
-¡ZAYN PARA! ¡DEJALO!-Le gritaba una y otra vez pero no me hacía caso.-Zayn por favor, para.
Paró al escuchar mis últimas palabras. Abel se fue corriendo mientras gritaba "eres un hijo de puta" "me las pagarás Malik" "Alli, que te jodan, no vales una mierda"
Yo me fui en dirección contraria a la de Abel, dejando a Zayn atrás.
-¡Alli!-Me gritaba, pero ahora era yo la que no le hacía caso. Me cogió del brazo y me giró hacia el, haciendo que nuestras narices casi se rozaran.
Déjame.-Dije en un hilo de voz.
-Lo siento, no puedo verte con otra persona que no sea yo, no puedo ver como te besas con ese tio. Te quiero, te quiero y te quiero.
-Yo no puedo aguantar que estes con Mariem y lo estás.
-La dejaré, pero prometeme que nunca, nunca me dejarás.
-Prometeme que me protegerás.
-Lo juro.-Me besó. Fue un beso largo y lento, no teníamos prisa por acabarlo aunque lo tuvimos que hacer ya que si no lo haciamos llegaríamos tarde al instituto.
Entramos como si nada en clase. El tenía que hablar con Mariem así que lo dejé sólo y me fui a coger los libros que tenía en mi taquilla y meter los que no necesitaria hasta horas más tardes.
-¡Bu!- pegué un bote del susto que me había dado.
-¿Qué haces?- Le pregunté mientras reía.
-Ya le he quedado las cosas claras a Mariem.
- Y ¿qué tal?-pregunté xon interés de saber algo más.
-Nos va a dejar en paz. No quiere estar mal contigo ya que vais a vivir en la misma casa.
Le di un abrazo, me apetecía sentir sus cálidos brazos por mi espalda, quería oler su perfume, era suave y sexy a la vez.
