Una noche que no se olvida.

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Karin sentía su corazón a todo lo que daba, sintiendo su cara arder de vergüenza, miedo y sobre todo incertidumbre de haber escuchado las voces de sus compañeros, ¿Realmente la vida le justaba jugar así con sus emociones? Sasuke había entrado a la enfermería Suigetsu quien sabe desde que hora estaba ahí, literalmente había tenido un encuentro con Juugo entregando el tesorito ahí sin pudor alguno, realmente estaba con los nervios al mil.

- *Ya mejor me mato* - Pensaba completamente alterada la joven, sin saber dónde esconderse.

Juugo suspiro profundamente, para acariciar el cabello de joven intentado que se calmara y dedicándole una sonrisa, como si nada hubiera pasado, cosa que solo confundió a la joven aún más con sus nervios y eso la descuadro un poco ¿Acaso era una muestra de cariño? Le indica con la mano que se relaje, y esta solo asiente, Juugo se acomoda de nuevo las ropas y abre la cortina, dejando ver la escena, un Suigetsu sentado en un banquillo, siendo atendido por la enfermara la cual le quitaba los vidrios enterrados de la mano, mientras este tenía el ceño fruncido, y un Sasuke recargado en el portal de la entrada, con los brazos cruzados, mirando como Suigetsu era atendido por la enfermera. La joven en automático se tapó el rostro con la sabana de la cama sintiéndose descubierta, sentía que ellos sabían lo que había pasado con Juugo momentos antes. Y deseo con todas sus fuerzas que la tierra se la tragara en esos momentos.

- ¿Tú que estás haciendo aquí? – Pregunto confundido Suigetsu, al ver a su compañero ahí, pero algo no le cuadro, cuando vio un poco más atrás, una cabellera roja que sobre salía de una sábana con la cual intentaba ocultarse. - ¡Karin! – Intento levantarse cuando la enfermera le saco un vidrio que lo hizo gritar de dolor - ¡AH! ¡Tenga cuidado! – Se quejó, ante el acto.

- Si no se queda quieto, no poder terminar de curarlo, así ¡Que no se mueva! No sea terco. – Le reclamo molesta, la enfermera. Haciendo que Suigetsu se resignara, y solo mirara la cabellera de Karin, la cual parecía no querer verlo.

- Es raro verte aquí. – Habla Sasuke al ver también la cabellera de la joven al fondo, como deseando desaparecer. -*Algo no me cuadra aquí*- pensó el Uchiha, quizás era su instinto o simplemente estaba algo alterado por lo ocurrido con la joven momentos antes.

- Solo vine a dejar a Karin, "Ya que se lastimo la frente al chocar con un idiota" – Soltó, mirando a los dos de una manera un poco molesta. – Se abrió la frente. – Cerró la cortina al instante. – Y debe descansar. – De nuevo toma su porte normal.

Sasuke se extrañó un poco ante el comportamiento de Juugo, pero considerando que ya habían peleado antes, quizás era normal en él proteger al miembro más débil del grupo y en ese caso era Karin, aunque la joven no era débil en sí, más bien era su presa y Juugo quizás sentía que debía protegerla. Era algo típico en él desde que lo conocía protegía al más débil fuera de su lado o de otro. (equipo o no)

- Listo, tenga más cuidado joven. – Regaño la enfermera, terminado de curar al albino. – Ya se pueden retirar dice, para darle la espalda.

- ¿Qué pasa con la chica de ahí? – Pregunto Suigetsu, sin poder evitar sentirse curioso y al mismo tiempo algo preocupado, incluso el mismo se sorprendió al descubrir "eso".

- ¿Por qué quieren saber eso? – Pregunto la enfermera alzando una ceja, era raro que el grupo de "Hebi" como se hacían llamar se preocuparan por alguien que no fueran ellos (la enfermera no sabe que Karin es miembro del equipo).

- Es nuestra compañera, se apresuró hablar Sasuke. – Sonriéndole a la mujer de manera educada, usando sus encantos que al parecer funcionaron. – Nos preocupa. – soltó suavizando la voz.

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