Confesión.

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Bueno aquí veremos la continuación comenten y compartan porfavor.

Karin despertó sintiendo que uno brazos la rodeaban de e manera protectora, se dio cuenta que estaba recargada en supecho porque podía sentir su respiran subir y bajar, se sentía un poco confundida y no reconocía muy bien el lugar, solo suspiró sabiendo que no estaba en sí habitación, intentando no pensar ya que la cabeza le dolía, demasiado solo recordaba que había sido golpeada y que por esa razón su cuerpo le dolía.

A tientas busco sus lentes topandolos en la mesita de noche, se los puso sintiendo dolor en su cuerpo, con dificultad se levantó y fue al baño, para abrir la lleve y mojar su rostro refrescándose un poco, estaba cansada se miró en el espejo notando las marcas en su cuerpo, aquellas chicas sí que eran feroces. No puedo evitar sentir rabia contra ellas, realmente estaban locas por Sasuke pero en locura total. ¿Llegar a ese extremo? ¿De verdad? Realmente era mucho fácilmente podía poner una demanda por tal ataque, no sería deficil. Se sonó las sienes de momento no quería pensar en esas cosas legales ya habría tiempo para arreglar las cosas.

- Mi cuerpo está muy lastimado. - Dijo mirando algunos rasguños en su cuello, recordando también que esas no eran las únicas marcas.

Recordó los besos de Suigetsu sobre su piel que eran sumamente delicados, sus caricias suaves recorriéndola de manera lenta, su aliento mezclándose con el suyo, los gemidos y la entrega.

- *¡Estuve con Suigetsu!* - En ese momento reaccióno, notando que su acompañante era el albino, por un momento toda su mente divago olvidando lo por completo.

Escucho como llamaban a la puerta del baño con unos suaves toques. Al parecer su compañero ya se había despertado.

- ¿Karin? - La voz de Suigetsu sonó con un tono preocupación, haciendo que la pelirroja se sonrojara. - ¿Necesitas algo? - Preguntó.

- Eh, no estoy bien. - Responde sintiéndose raramente avergonzada, eso era algo muy raro también. -*¿Que estoy haciendo?* - Se dice así misma confundida, su corazón late fuertemente en su pecho.

- Pediré el desayuno ¿Esta bien? Cualquier cosa solo dime. - Dice el otro alejándose de la puerta.

- Si lo are...- Respondió la joven, sintiendo un rubor en sus mejillas.

-* Bueno cálmate mujer, ya estás aquí y pues pasó lo que él tanto quería * - Suspiró sintiéndose un poco mal. -* Después de todo esto era un simple juego y tú desidiste participar* - Dijo suspirando pesadamente.

Suigetsu suspiró al notar que Karin estaba en el baño, le preocupaba que está se hubiera salido de la habitación en sus condiciones, sobretodo porque esas locas estaban fuera, aún podían lastomarla. Sin más tomo su celular y marco a una mujer que podría resolver aquello.

- Ino... Te tengo un trabajo para la vieja escuela...- Dijo dándole órdenes a la Rubia que entendio perfecto lo que había ocurrido.

- No se preocupe jefe Ino de Uchiha está para servirle, solo no la Cage. - Sin más la joven colgó.

-* Esa mujer* - Dijo un poco molestó el albino.

No podía hacer nada con eso pero Ino tenía razón debía intentar no cagarla, en esos momentos estaba con la pelirroja y había podido estar con ella aunque fue rápido, pero no quería forzar más las cosas el cuerpo de la chica estaba muy maltratado y si se hubiera desatado como deseaba quizás lo lastimaría más de la cuenta y eso era lo que no quería. Suspiró y tomo el teléfono de la habitación para pedir el desayuno.

La pelirroja miró al espejo notando se pálida -* ¿Realmente esto es lo que quiero? ¿Ser solo una cama para ellos? *- Pensó sintiéndose un poco mal.

Aunque la joven sabía que esto había sido un reto en el que ella desidia por voluntad involucrarse, ahora no le estaba gustando tanta la idea aunque no se arrepentia de estar con ellos.

La joven toma una ducha de agua tibia y se seca con delicadeza la piel colocándose una bata y saliendo del baño.

Suigetsu también tenía una bata y había una mesa con fruta, jugos pan y otras cosas dulces listas para degustar.

Karin extrañamente se sentía nerviosa.

- Come lo que quieras. - Le dice el albino con una sonrisa en los labios.

- Si gracias. - Responde mirando hacia otro lado, tomando solo un plato de fruta.

Todo aquello era tan raro, por un buen rato el cilencio reino, hasta que la pelirroja lo rompió.

- ¿Por Qué me ayudaste? - Preguntó arta del silencio que se había formado.

- Solo actúe. - Dijo en casi un gruñido de solo recordar lo que había pasado.

- ¿Solo actuaste? ...- Karin no supo porque sintió dolor y desilusión. - Ya veo... Por un momento pensé.- Karin cerró los puños y miro hacia otro lado. -*Y yo que por un monto creí que le importaba*. - Pensó dolida.

Suigetsu se sintió de nuevo estúpido, no supo porque no pudo decirlo, ya estaba ahí solo debía decirlo.

- No eso no es lo que quise decir. - Pasó saliva. - Me puse muy mal cuándo eso pasó y si actúe porque te vi en peligro.

Karin se sorprendió con aquello.

- Creo que mejor le dejo de dar tantas vueltas a esto. - Apretó los puños y suspiró para darse valor. - Todo esto de los juegos sexuales por así decirlo fue una estupidez. Yo soy muy estúpido al querer decir las cosas quizás se deba a un trauma o sea simple estupidez. - Realmente le estaba costado.

- Bueno...- Karin estaba confundida y no entendí muy bien.

- ¡Déjame terminar o jamás podré decirlo bien! - Dijo serio.

- Esto...Está bien...- La pelirroja se puso de nervios sintiendo en su pecho su corazón comenzando acelerárse.

- Fue una estupidez y lo siento, realmente me gustabas y no sabía cómo demostrarlo lo más fácil que encontré fue hacer esa estúpida competencia...Lo que no quería era perderte pero creo que el jueguito se salió de control.

La joven estaba atenta a todas sus palabras.

- Karin tú me gustas desde hace tiempo, jamás supe cómo decirlo hasta ahora... Siempreviva busque como discutir contigo o pelear por cualquier tontería por mínima que fuera.

¡Yo estoy enamorado de ti!

Continuará...

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